17.

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lucia osorio.

2004, flashback: 8 años de edad.

estaba sentada sola en una banca del colegio, nunca me había llevado bien con las niñas a causa de que siempre habían sido groseras conmigo. Siempre me decían que era fea y que por eso no podían jugar conmigo, que mis cachetes me hacían ver gorda.

movía mis pies en el aire mientras veía hacia el suelo, sentí que alguien tomo asiento a mí lado y me asusté al creer que era una de las niñas y que venía a molestarme.

—hola. —decía un niño de cejas pobladas mientas sonreía dejándome ver sus hoyuelos.

—hola. —le respondí con un poco de temor pero aún así esbozando una sonrisa.

—tienes unos hoyuelos muy lindos. —decía con aquella cálida sonrisa. Sonreí más amplio.

—gracias, los tuyos también, sólo que los míos no son lindos. —dije viendo hacia el suelo, eran las inseguridades hablando por mi desde niña.

él juntó sus pobladas cejas y me vio confundido.

—a mi me parece que son lindos, y tú también eres muy linda. —decía mientas me veía con ternura. Mis mejillas se habían puesto rosadas por su comentario. —¿quién te dijo que no eras linda? porque dijo una mentira y mi mamá dice que es malo mentir.

—ellas. —dije señalando a las niñas que saltaban la cuerda a unos metros de dónde estábamos.

—ellas son las feas, tú eres muy linda ¿quieres ser mi amiga? —dijo sonriendo.

abrí mis ojos con sorpresa y luego sonreí para decirle que si con la cabeza, él me abrazó.

—por cierto me llamo Martín. —dijo sonriendo.

—yo me llamo lucia. —dije de la misma forma.

[...]

¡simón, simón! —llamaba con alegría mi nuevo amigo a otro niño, parecía tener unos 10 años. El más grande de volteó a verlo.— ¡mira! ella es mi nueva amiga, lucia.

—hola Lucia. —respondió el niño más grande que nosotros, sonreí con pena y lo saludé con la mano. —soy simón, el hermano de Martín, si necesitas algo puedes decírmelo.

2008, flashback: 12 años de edad.

¡¿qué, qué?! —se expresó martin con asco— ¡no puede ser lu!

—sshh —lo callé mientras le tapaba la boca con mi mano.— ¡cállese martín!

—¿le gusta Villamil? —dijo en voz alta— ¿de verdad? —me tiré sobre él y puse mi mano sobre su boca, nuevamente.

juan pablo villamil, mejor amigo de simón, cantaba como los ángeles tocaba varios instrumentos. Estaba en el equipo de fútbol y todas las niñas que le concían estaban enamoradas de él. Pero, era dos años más grande que yo.

—¿q quién le gusto? —apareció el ojiverde de catorce años en la habitación. Sentí la vergüenza en mi rostro mientras marto contenía sus ganas de reír.

—a nadie. —respondió Martín finalmente. Villamil sonrió y me vio, guiñó un ojo salió de la habitación, me fui contra mi mejor amigo para pegarle.

toma mi mano ; martín vargas [en edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora