Capítulo 2.

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Yuk Hei se detuvo al final de la escalera, viendo a sus papás abrazados sobre el sofá, mientras fingían ver una serie en la televisión. Taemin le contaba a Min Ho que su socio estaba pasando por el proceso de divorcio, y le daba la razón a éste, después de todo su esposo no era más que un celópata, y ni siquiera la terapia de pareja había ayudado, porque Yuan no cedía, sus celos parecían crecer día a día.

—Taemin —interrumpió Min Ho a su esposo.

—¿Uh?

—Eres un chismoso —Taemin vio indignado a su esposo por lo que acababa de decir —un chismoso al que amo.

Min Ho posó una mano en la mejilla de su esposo y luego se inclinó hacia éste, besándolo lentamente, y los brazos de Taemin pasaron sobre el cuello de su pareja atrayéndolo más cerca, en un beso que con los minutos parecía volverse más apasionado, más si Lee había comenzado a desabrochar los botones de la camisa de su esposo.

—¡Papi! —gritó Yuk Hei.

La pareja se separó, viendo a su hijo ingresar en la sala de estar, quien casi corrió hasta ellos y forjó un lugar entre ellos, siendo Taemin quien retrocedió para que Yuk Hei se acomodara ahí, viéndolo reír.

—¿Qué ven?

Yuk Hei fingió interés por lo que había en la televisión a pesar de saber que sus papás estaban viendo una serie de detectives, de la cual pasaban un capítulo cada día y ellos no se lo perdían ninguno, era algo interesante, aunque en ese momento él no estaba ahí para ver eso.

—No importa —continuó —papi —miró a Min Ho —¿puedes prestarme el auto?

Sí, ahora su papá tenía un auto negro.

—¿A dónde vas? —inquirió Min Ho frunciendo el ceño —¿y con el permiso de quién?

—Papi, ¿me das permiso de ir al cine con mis amigos? —utilizó la voz más tierna que pudo.

No importaba si Yuk Hei tenía veinte años, a veces podía comportarse todavía como un niño y más si se trataba de tener la atención de sus papás, y aunque muchos creían que a su edad debía de ser un joven independiente y hasta un punto maduro, él amaba que sus padres lo consintieran, casi igual que a su hermana.

Min Ho pudo ver la sonrisa un poco burlona en Taemin cuando él suspiró, porque su esposo sabía que iba a ceder al pedido de su hijo, ya que parecía que Yuk Hei podía tener un poder de convencimiento incluso sin esforzarse demasiado, eso lo sabía desde el día que su hijo se presentó en la puerta de su casa diciendo que él era su papá, y terminó preparándole una taza de chocolate.

—¿A qué hora regresarás?

—Tenemos entradas para la película de media noche.

—¿Por qu...?

—Min Ho —intervino Taemin —si al final no quieres hacerlo, sólo di que no, igual Yuk Hei se escapará e irá con sus amigos.

Yuk Hei separó sus labios con intenciones de defenderse, pero nada salió de su boca, después de todo su papá tenía razón, él no iba a quedarse en casa, con la diferencia de que tendrá que irse en taxi y de la misma manera regresar, y ya que sería en la madrugada sería un poco más difícil encontrar uno vacío, esa no sería la primera vez que saldría tarde.

Min Ho suspiró y su mirada se encontró con la de su esposo antes de rendirse.

—Está bien, ve en el auto, pero no llegues tan tarde, sino vas a estar castigado.

—Sólo iré a ver una película, volveré en cuanto ésta termine.

Yuk Hei besó la mejilla de sus padres como despedida y luego tomó se levantó del sofá, yendo hacia la puerta, en dónde tomó las llaves antes de salir, sonriendo un poco travieso, porque sus padres no tenían que saber que realmente no iba a ver una película con sus amigos, sino que saldría con estos pero a una discoteca, y si no les dijo la verdad, era porque sabía que hubieran querido ir a dejarlo y así mismo recogerlo, pero él ya no era un niño, podía ir solo y regresar de la misma manera.

InesperadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora