Vol. I Capítulo 6: Cadenas

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Volumen 1: "Singularity zone"

Me duele haber corrido para no llegar... El vaso no está ni medio vacío ni medio lleno, el vaso está a la mitad, esa es la realidad irrefutable.

De la mano del bien y el mal solo se puede esperar un resultado diferente, la ignorancia puede llegar a lastimar aún más que la propia maldad... No es solo es cuestión de ignorancia, a veces es mejor no saber nada para no sentir culpa alguna. El conocimiento es poder, el conocimiento no conoce lo bueno o lo malo, el conocimiento no es nada más que conocimiento. El poder o es nada más que poder.

¿Qué es la fuerza?

No era una simple tormenta... El cielo estaba totalmente bañado en un frío calor carmesí y de lo más profundo de sus entrañas expulsó un rugido devastador. Los vientos eran tan fuertes como las garras de una bestia, el gélido ambiente era como su presencia y el majestuoso cielo carmesí era como sus grandes fauces. La figura de una inmensa criatura se aproxima de entre las nubes rojas de tormenta. La furia del firmamento en un pequeño lugar comparado con la inmensidad del Universo y su crueldad.

Se precipito una infame lluvia de color plateado que era simplemente transparente, eran como diamante que caen del cielo, pero en vez de verse sublime, lo único lo que se podía presencia era la ruptura de los cielos. Lluvia envuelta en sangre de plata.

En medio de la lluvia... dos seres de realidades diferentes daban una plática poco común. Uno le propuso escapar y el otro simplemente se quedó callado intentando asimilar sus palabras para dar una respuesta. La conciencia de Mikio intentaba contener sus recuerdos, pero parte de su personalidad creció albergando dolor en su interior, al final todo colapso al igual que la gran tormenta a su alrededor.

Aquel humano estaba llorando sin saber exactamente la razón y no eran más que lagrimas que representaban como sus recuerdos se desprendían de su alma, todo era simbólico excepto el dolor que en ese momento sentía.

Finalmente, el clímax había llegado. No era sólo por lluvia... Azotando contra la tierra, tan fugas y efímero como la vida, dejando un cráter en el suelo de hielo. Un relámpago escarlata. El destructor rojo que retumba todo este infernal páramo de hielo y es una fuerza de destrucción pura en su máxima expresión.

El que se decía ser un Ente dijo: Se lo que tratas de hacer... no, esta vez no te funcionará.

Esas palabras fueron tan afiladas como una espada y tan sólidas cual escudo impenetrable.

Pero en vez de recibir una respuesta inmediata, el Ente, recibió un extraño gesto en lo profundo de los ojos de este humano cuyo nombre era Mikio. Algo era diferente, porque la forma de ver de Mikio dejo de ser la de un humano normal.

Entonces el Ente respondió a este gesto: Las decisiones rompen voluntades y en tu caso el tuyo se partió por la mitad y a pesar de eso todavía quieres enfrentarme con ese cuerpo.

Los movimientos de Mikio eran erráticos y torpes: Su cabeza miraba el suelo, pero sus ojos miraban otra cosa, era un choque de voluntades, que se hacía cada vez más grande como la tormenta que los rodeaba, cada uno por su lado, ambos seres permanecieron inertes por como diez segundos y luego, pues...

Estaba claro que algo no andaba bien ya que no era Mikio del todo. En un mundo frio donde el brillo solar no existe, la desesperación nace y los sueños se transforman en otra cosa al chocar con la pared llamada realidad.

El humano simplemente se movió a gran velocidad, sus balbuceos no se entendían, pero sus ojos eran fuego que consumía toda la esperanza. Mikio atacó a gran velocidad, agachó su cuerpo y lo golpeó con toda su fuerza apuntando al abdomen de aquel Ente. Mikio se quedó en silencio en medio de todos sus erráticos movimientos.

Eien no yume: Soul of emptinessDonde viven las historias. Descúbrelo ahora