Eien no yume: Soul of emptiness

Vol. II Capítulo 3: Eco

Volumen 2:"The frontier of reality."

En los albores de la historia, antes del abismo, antes del tiempo mismo... Una luz se movía entre un mar de infinita oscuridad, una lumbrera que iluminaba un vacío eterno, y de un momento a otro pues simplemente explotó...

El que existe desde el principio de la eternidad, su voluntad recorría los confines del infinito y dando lugar a su sueño eterno creo la Estrella Primogénita: Resplandecía y daba vida al universo, que no recibe nombre porque no existe como tal porque está nació en la cuna de la creación.

El vacío lo veía con codicia y quiso apoderarse de la estrella primogénita, pero su luz era tan fuerte que ni siquiera la oscuridad más cruel podía atravesar.

La Estrella Primogénita siempre resplandeciente, pero en la más profundo de su ser presentía que no podía hacerlo sola, algo en su interior atenúa su brillo, pero no podía dejar que el vacío tomará posesión de ella.

Su voz recorría la inmensidad del universo...

"El vacío no se puede destruir... El vacío se puede llenar con amor..."

Con el corazón afligido puso su mirada en aquel ser que la quería destruir.

Se sentía sola mientras el abrumador silencio se extendía por las ramas de la oscuridad, como si rompiera en llanto, y recorría cada frío rincón de las tinieblas.

Su creador la había puesto como guardiana de la luz y el pedestal de la existencia era su morada... La luz estelar cubría todo su ser, una corona resplandeciente estaba puesta sobre su cabeza, sus ojos eran como el amanecer, y su piel era como la porcelana más delicada...

La estrella primogénita tenía la libertad de elección... Su corazón era la cuna del amor y sus ojos eran la ventana de la verdad...

Tú que fuiste formada, que recibiste la vida y recibiste una misión.

Año 2084 d. C.

En el interior, en lo profundo, de un salón de entrenamiento algo se regía. Los ojos del capitán estaban dirigidos hacia una confrontación...

Dos cadetes, con bandas en el hombro rojo y azul, se pusieron en posición de pelea.

El de la derecha mostraba su incesante deseo de atacar, su respiración era más que nada agitada, frunció el ceño, apretó sus nudillos y se movía de lado a lado mientras esperaba la orden de atacar haciendo muestra que el color rojo de su banda no era un simple símbolo.

El de la izquierda se mostraba más pensativo y sereno, pero no podía negar que su adversario era más fuerte que él. Mantenía sutilmente la guardia mientras trabajaba de crear alguna estrategia para poder derribarlo, su banda azul estaba muy sujeta a su brazo.

Ambos soltaron un breve suspiro y sin que el de azul pudiera siquiera escuchar la señal ya tenía un puño dirigido a su cara. El de rojo no la pensó dos veces y al instante que dieron la orden se abalanzó sobre él y le aserto un contundente golpe que fue suficiente para tirarlo al piso.

El de la banda azul recibo un golpe directo que casi lo hace perder el conocimiento, se tambaleó por unos instantes antes de tocar el suelo, pero entonces trató de levantarse, pero sin piedad alguna los ojos de su adversario mostraban: "Ríndete o muere" mientras preparaba una patada dirigida a su estómago. No le tembló ni un músculo al ejecutar este segundo ataque, tensó su pierna al máximo y sin sentimiento alguno aplicó toda su fuerza en las costillas de su rival.