Capitulo 10

6 0 0
                                    

A la hora de la salida, los cuatro estábamos esperando la llegada de Marco al aparcamiento, no habíamos quedado en algún lugar fuera de el campus ya que el estúpido de Dior buscaría a Julet, esta estaba como un sol, feliz e intenso, y emocionada al mismo tiempo, se le veía muy ilusionada. No pensé jugarla porque al igual que yo le ha gustado un chico apenas conocerlo.

Julet y yo teníamos muchos cosas en común, nada en el fisico —esta claro—, pero en el fondo las dos pasamos por los mismo problemas, al menos en este momento, solo que su chico no es un completo idiota arrogante como el que a mi me gusta.

—Ya esta cerca —avisó Julet mirando la pantalla de su móvil.

—Te gusta bastante ¿no? —Jonh subía y bajaba sus cejas de manera picara.

—Perece estúpido pero si —si voz era toda una dulzura y su sonrisa era imposible de eliminar.

Cualquier que viera a Julet pensaría que es ese tipo de tía que se enrolla con quien quiera, pero era todo lo contrario, claro tiene el físico de una modelo, pero tiene buenos sentimientos.

—¿Nunca habías salido con nadie? —dice Leon con las manos entrelazadas debajo de su barbilla. Julet niega— Se nota. —suelta una carcajada y le doy un punta pie por debajo de la mesa por su comentario. Aunque a Julet no parece importarle.

—¡Alli está! —grita de pronto, provocando que me exalte. Ella se levanta de la banca y se acerca corriendo a Marcos que baja de un coche blanco —ni idea de marca—, otros estudiantes que están en el aparcamiento se le quedan mirando pero luego la ignoran y siguen en lo suyo. Siento una punzada de envidia cuando Marcos la envuelve en sus brazos y la separa unos sentimetros del suelo.

Jamas harás eso con Dior, me digo a mi misma para despejarme de cualquier ilusión.

Marcos se sienta junto a nosotros, Jonh, Leon y yo tratamos de darle lo mas parecido a espacio para que ellos pudieran conversar sin que se viera obligado o sacarnos conversación, si escuchamos la chorrada de cursilería que se decian pero nosotros hicimos como que no y hablábamos de cosas diferentes, tampoco es que nos apartáramos de ellos completamente, porque seguramente por golpe del destino llegara Dior, estábamos seguro de que mataría el chico.

Una hora mas tarde el coche de Dior se estacionó en el aparcamiento, menos mal que ya nos habíamos unido mas y estábamos hablando todos de Hitler y su amor por los jabones hechos de grasa de Judíos.

Julet se puso de pie y como de costumbre se despidió de cada uno con un beso en la mejilla, aunque a Marcos estoy segura que le beso la comisura de sus labios.

No quise mirar mucho al coche, o mas bien al que lo conducía. Yo decidí irme con Leon hasta que me entregaran mi coche. Cuando Julet entró en el coche esperé a que se marcharan y con toda la fé hice una oración para que no me esperaran, pero fue en vano. Julet se bajó y se acercó a nosotros, esta vez no se veía tan radiante y me pregunté que le habrá dicho Dior.

—¿Pasa algo? —pregunto Marcos. Se le notaba preocupado por su novia-amiga o que se yo en que hayan quedado.

—No, tranquilo —le sonrió con una mirada llena de amor,  luego se volvió hacia mi y solo vi inquietud en ella—. Lo siento Ana, dice mi hermano  que vengas con nosotros, tu hermano lo ha mandado a pasar por ti también. —su voz se veía nerviosa como si estuviese mintiendo, me pregunto si Dior le ha pedido eso. Negué con la cabeza.

—Jul, se que va a insistir si no me marcho con ustedes y tu vas de aquí para allá con recados y amenazas de muertes de ambos lados —solto una risa, pero es cierto—, dile que aun tengo clases y que no me podre ir con ustedes. Ya te he contado mi discusión con mi hermano y no pieso obedecerle mas. —ella apretó sus labios y me pregunto que estará pasando por su cabecita en estos momentos.

Yo Soy Mujer. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora