Me despedí de Paolo con la mano y vi su carro marcharse, me giré en dirección a la tienda y me quedé paralizada.
La motocicleta de Dior estaba afuera, antes de dar cualquier paso lo busqué con la mirada, sentí el corazón saltar cuando lo encontré en la otra esquina con los brazos cruzados, no supe descifrar lo que había en su mirada pero cuando comencé a acercarme vi claro la furia en ella, entonces recordé lo que acababa de suceder con Paolo.
—¿Hace cuanto tiempo estas aquí? —la voz me salio mas débil y asustada de lo que pensé.
—Lo vi todo, Ana —dijo sin rodeos, el tono gélido de su voz dejó claro que no le gustó lo que vió. Moví mis labios pero no supe que decir, no tenia que decirle nada, pero nada salia de mi garganta—. ¿Que tal tu novio, Leon? —pregunto con sarcasmo, bajó un poco su cabeza hasta tenerla mas cerca de mi—. ¿Acaso ahora le eres infiel?
Me llené de furia, yo no tenia que explicarle nada, trate de alejarme pero me tomo fuere del brazo y me hizo mirarlo.
—Sueltame, Dior.
—Pareces una niña —las palabras le saliero fogosas—, ¿estas jugando conmigo, Ana?
¿De que diablos esta hablando?
—No... entiendo.
—¡¿Que no entiende?! —exclamó con furia—. Dejame explicarte. Te confieso que quiero algo contigo y me dices que estas con alguien para rechazarme —no daba crédito a nada de lo que salia de su boca—, entonces te veo con otro tío. ¡¿Que pretendes?!
Aun tenia su mano sobre mi brazo.
—¡Nunca me has dicho que quieres algo conmigo! ¡Enrollarnos fue la palabra que usaste! —le reproché.
Se quedó en silencio.
—¿Por que has dicho que sales con Leon?
Y exploté.
—¡Porque si, Joder, si estaba celosa! —exclamé—. ¿Estas feliz? ¿Es eso lo que querías? ¿Que me avergonzara?. Si es eso —acusé—, querías retorcer el dedo en la llaga y que viera a Mónica entre tus sabanas para saber de lo que me he perdido. Bien, por que lo has logrado, felicidad.
Mis palabras salían ácidas.
—¡¿Estas loca?! —pense que se reiría o se burlaría de mi, pero hizo todo lo contrario, su cara estaba ligeramnete contraida y se habia puesto rojo—, no me puedo creer que pienses eso. ¿No recuerdas que evité que entraras? ¡Que la vieras era lo que yo evitaba!, ¿y sabes por que? —respiró hondo, pero no aparto los ojos de mi en ningún momento, llevó sus manos a cada lado de mi cara y la levantó—. Por que quiero estar contigo —comenzo a decir, su tono era suave, tranquilo e inmediatamente mi corazón comenzó a galopar con mas fuerza—, no ahora, ni en un rato, ni siquiera en varias horas. Quiero estar contigo, así de simple. Así de siempre.
Sus palabras estimularon las ganas de llorar, y las lágrimas no tardaron en salir.
—No te entiendo —gimotee—, nada de lo que haces o dices entiendo.
—Lamento haberte tratado como lo hice desde el primer día, lamento ser grosero contigo y sacarte de tus casillas, lamento que vieras lo que viste el sábado, y ¡Joder!..., lamento las palabras que te dije el domingo. Pero las que te digo ahora son cierta —con sus pulgares comenzó a limpiar mis lagrimas—. Me he dado cuenta de como tratas de alejarte de mi. Se tambien lo mucho que te cuesta —le mire sorperendido ¿siempre supo lo de mis sentimientos?—. Lo se, lo se porque yo también la siento, Ana, por ti.
Sentí mis piernas temblar, esa eran las palabras que esperaba hace tiempo, pero no eran sus palabras las que verdaderamente me creía, sino la expresión en su cara que me hacían sentirlas autenticas.
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Yo Soy Mujer.
RomanceLibro registrado en CEDRO bajo el código *5632 por @Nat087. Obra original. Creada por la Unión de Duig F Mery C bajo el seudónimo de Aroushten23z. No albergues, evoca tu imaginación y da rienda suelta a tus palabras. Deseamos suerte. Ana Austen es...