Capitulo 26

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Me extrañó mucho que no llegara junto a Julet, me mordia la lengua para no preguntarle donde estaba. Me parecía absurdo que no le permitiera venir, joder, es mi amiga. Mis padres nunca me dejaron socializar con las personad de mi barrio, según ellos porque era muy pijos y remilgados. Así que no conozco a nadie de aquí cerca,—a excepción de Dan y es solo un conocido de mi edad— mis amigos están a kilómetros de distancia y después de salir del instituto dejamos de comunicarnos constantemente.

Así que esto no era un fiesta, era simplemente una reunión privada.

Escuché el escándalo, antes de sentir un montón de peso sobre mis, reconocí sus voces, Leon, Lisa y Jonh, luego de apartarse cada uno y de darme mis felicitaciones y regalos, vi detrás de ellos a Julet.

Oh dios.

Sonrió, claramente de forma forzada, debajo de sus ojos habían unas pequeñas bolsas oscuras y apreté los puños, yo conocia la razón de su estado, ambas nos acercamos y nos abrazamos, me sentí tan bien, no podía hacer gran cosa por ella, pero al menos sabría que estaré para ella siempre. Escuche como ahogó un sollozo y eso me hizo querer acompañarla en el dolor, y era claro que yo también estaba dolida, pero me negaba a llorar mas.

Necesitaba darle animo.

La apreté mas contra mi, no musitó las felicitaciones, y tampoco la culpaba por ello.

—No será el único. Esto pasara. —aseguré

—Duele —habló. Sus palabras salieron roncas, tartamudeó.

—Lo se.

Nos separamos y mis ojos se posicionaron en los de Dior, nos miraba a ambas, viendo el panorama que mostrabamos, sus cejas estaba ligeramente hundidas, escudriñando e indagando las posibles razones por las que su hermana estaba decaída.

Nos apartamos y la presento en mi familia, ya que no la habian conocido debido al sobre protector de su hermano. No me paso desapercibido la forma en la que ella y Riad se miraba, el follandosela con los ojos y ella con las mejillas sonrojadas, no de vergüenza mas bien de atracción. Sabia que si no hablaba con ella traería mas problemas de los que pensaba, pero preferí dejarlo por hoy, y también hablaría con el prostituto de mi hermano.

Los amigo de Ríad llegaron, incluyendo a Jose, Alex, hasta Dan, y otros cuyos nombres desconocia...

La reunión comenzó a llenarse, de pronto mi padre se levantó emocionado de su puesto y entró a la casa. Fruncí el ceño por su reacción y mire a mama en busca de mis respuestas, ella se limito a encogerse de hombros.

A los pocos minutos mi padre regresó, pero esta vez acompañado. Todo, absolutamente quedó en silencio cuando llegó junto con Diego.

Casi me ahogo con el jugo, sus ojos van directamente a mi, siento que el corazón se me encogerá. Un gruñido escapa de los labios de Dior y veo que disimula.

Mierda.

Esto es demasiado.

No es que aun sienta atracción hacia Diego, no, aunque me duela decirlo eso ya pasó. Pero su presencia me es desconcertante. ¿Mi padre lo invitó? Para que me pregunto eso, es claro que a mi padre siempre le ha caído bien.

El sigue a papá hasta que lo deja frente a mi, esto es demasiado incómodo, me siento como si estuviera a punto de casarme y el sea el prometido. Todos los ojos están en nosotros.

Me abrazó, pensé que me sentiría tensa, pero fue todo lo contrario, su abrazo fue pasivo, sin apretarse demasiado a mi y dándome comodidad. Me sentí bien, con el siempre fue cariño, nunca resultó nada, incluso nunca me sedujo de forma vulgar, tal vez porque eramos amigos desde que entre en la preparatoria y ya teníamos bastante confianza. Le correspondí de inmediato, causándo que una sonrisa brotara de sus labios.

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