¡Feliz cumpleaños a ti!
Terminan de cantar todos y me inclino en la mesa para soplar las velas. Cuanto estoy erguida miro a mi madre y sus ojos ahumados, papá me alza en brazos y comienza a darme vuelta. Es fuerte.
Siento unas fuertes ganas de llorar. Dios, ya tengo 18, y aun tengo horario de llegada.
Es aquí donde comienzo a maquinarme como sera mi futuro si aun elenco de mis padres, debo de independizarse y ser capas de conseguir las cosas por mi misma.
Cuando ya me deja en el suelo, acomodo mi vestido y lo abrazo, lo amo tanto. Mamá corre a mi con lágrimas cayendo como cascada causándo que me de mucha gracia, papá ríe.
•••
—Tienes un cuerpo espectacular.
Mis padres me compraron un hermoso vestido color vino de tirante, diamante artificial en la parte del corpiño y regado hacia la cintura, a conjunto con un par de zapatos dorados. Me encanta. Mis ojos están delineado con una raya fina, con negro, marron y dorado en los párpados, apliqué rímel en las pestañas, rubor en las mejillas y labial color carmín en los labio. El cabello lo conservo suelto y solo hago una ondas en las puntas.
Sonrio y miro el reflejo de Julet.
—Deberias colocarte algo mas atrevido.
Se ruboriza y niega con la cabeza.
—Mi hermano no lo permitiría.
Me pongo de pie y me acerco a ella, tomo su mano derecha.
—Yo te defenderé —la arrastro conmigo hasta mi pequeño closet—. Escoge algo —le digo, ella parece estar debatiendo si hacerlo o no, pero yo busco uno de mis mejores vestidos ajustados y lo pongo frente a ella.
Uno es color coral, sin nombró y arrugado al costado.
El otro es color celeste, y una capa de encaje. Es muy, muy corto.
El ultimo, es el que usé para la fiesta en la su conocí a Dior.
De pronto los recuerdos de esa noche llegan como ráfaga, Julet frunce el ceño cuando nota que me he quedado mucho tiempo viendo el vestido. Ojala no escoja ese.
Me lleno de alivio cuando señala el vestido coral, se lo doy y la empujo hacia el baño.
Vuelvo a colgar los vestidos, pero me quedo admirándolo unos minutos.
—¿Que tal? —me vuelvo hacia el baño al escuchar la aguda voz de Julet.
Se me cae la quijada, Dios, parece una modelo de Calvin Klein. El vestido a mi me queda unos pocos dedos sobre la rodilla pero a ella le queda perfecto, dejando ver sus palidas y delgadas piernas.
—¡Joder! —la miro, parece que quisiera desaparecer, le sonrio—. Estas buenisima Julet.
Se ruboriza.
—Ven —camino hacia el tocador y ella me sigue, sentándose donde yo estaba anteriormente.
Duro aproximadamente diez minutos haciéndole un maquillaje sencillo, y me alegro de haber practicado con los tutoriales que vi en YouTube. Su cabello cae en cascada dorada y a petición de ella lo dejo así. Agradezco que seamos de la misma talla de zapatos, aunque creo que le quedan un pelin pequeños.
Una vez lista ambas estamos frente al espejo, y no puede ser mas claro lo diferentes que somos físicamente. Ella es altas y yo baja. Ella es delgada, soy voluptuosa. Sus ojos son azules, los mios verdes. Su cabello dorado, el mio es sangre. Ella es pálida, yo estoy mas bronceada. Ella es Kendall Jenner yo soy Kylie Jenner, nótese el sarcasmo.
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Yo Soy Mujer.
RomanceLibro registrado en CEDRO bajo el código *5632 por @Nat087. Obra original. Creada por la Unión de Duig F Mery C bajo el seudónimo de Aroushten23z. No albergues, evoca tu imaginación y da rienda suelta a tus palabras. Deseamos suerte. Ana Austen es...