Kate

Capítulo 5

-Buenos días, papá.

-Buenos días, cariño -me marca su habitual beso en la frente, y continúa con su café y el periódico.

Es domingo, lo cual todo es más familiar y relajado. Aunque suelo siempre estar en mi propio mundo. Antes de Kate, estaba acostumbrada principalmente a tener en mi mente las noticias, pagar las cuentas, investigar sobre la universidad en donde ya tengo una beca. También buscaba algún libro y me perdía en ellos por horas. Estudiaba las mil posibilidades de estar y no estar. Pero ahora solo he pensado mucho en la arritmia de este sentimiento.

- ¿Y mamá? -pregunto, al extrañarme de no verla junto a mi padre en las mismas.

-Ha salido con Kate. Parece que ahora tu mamá nos abandonará constantemente.

- ¿A dónde fueron?

-Era algo sobre algún estudio de fotografías que Kate abrirá -recuerdo enseguida las fotos que encontré en una de las cajas, y aquella pantalla fotográfica en su sala.

Me parecieron fotos profesionales, pero el nerviosismo de Kate al quitármela de las manos, no me dejó preguntar acerca de nada al respecto.

Dos horas después, me encontraba terminando algunos ensayos. Había ocupado el tiempo mientras no podía hacer nada más que esperar el regreso de Kate.

Margi ha llamado como de costumbre todos los fines de semana, haciéndome saber que en diez minutos estaría tocando a mi puerta. En su llegada nos cambiamos de ropa por trajes de baños de dos piezas, con el plan de nadar un rato en la piscina.

-Daniel quiere invitarme al baile -dice Margi, sentada a mi lado en el borde de la piscina con los pies dentro del agua. No digo nada. Estoy bastante relajada con la cabeza hacia atrás tomando el sol-. Pero dice que no quiere hacerlo porque prefiere la amistad con mi hermano antes que enfrentarlo por mí. ¿No es idiota?

-Está eligiendo. Tú deberías elegir también -le miré-. Tienes a muchos chicos más invitándote al baile.

-Es que quiero ir con Daniel. ¿Lo entiendes? -en mi mente le respondo que sí, que la entiendo-. No sé si soy yo la idiota o lo es él.

-La segunda opción -la defendí-. Aunque si quieres ir con él, invítale tú. ¿Qué puedes perder? Tal vez, hasta consigas que tu corazón se calme, aunque sea prohibido.

De pronto, caigo en cuenta de lo que he dicho y que en cada palabra el nombre de Kate reluce por todas partes.

- ¡Madre mía! ¿Qué has dicho?

-Nada.

-Tu voz ha sonado hasta poética. Como un Romeo pensando en su querida Julieta. ¿Acaso ya conociste a alguna?

-No es para tanto. Lo he sacado de un libro.

- ¿Acaso estás leyendo historias de amor?

- ¿Acaso tendría algo de malo?

Comienza a reír.

-No podrías estar leyendo novelas de amor cuando ni siquiera eres capaz de aceptar una cita.

-No comiences con la cita. Suficiente tengo con el trato de mi madre y Kate para convencerme del baile.

- ¿Quién es Kate?

-Es la hija del señor Benson.

- ¿El señor Benson tiene una hija?

-Sí, y es amiga de mis padres.

-Hola -reconozco esa voz y subo la vista de inmediato. Mi corazón se entierra en mi garganta cuando la veo. Hoy está más hermosa que ayer, y no hago más que mirarla desde aquí abajo, sin poder decir nada-. ¿No vas a saludarme?