CANCIÓN SUGERIDA: Thinking about you - Loving Caliber.
Ahora que están las dos verdades fuera. Los dos sentimientos fuera. A pesar de lo duro que fue. Nos ha permitido acercarnos mucho más.
Mis manos pasaban por la cobija suave de su cama. Y mis ojos por cada parte de ella. Hemos estado en silencio durante casi una hora. Solo observándonos.
–Me gusta tu cama– le digo, y me ha sonreído.
–También a mí. Es hilo italiano. Si gustas, puedes dormir.
–Ya sabes que me cuesta dormir contigo a mi lado.
–Pero te dormiste enseguida mientras te cuidaba.
–Fue debido a la fiebre– me excuso.
– ¿Cómo te sientes ahora?
–Mucho mejor.
Kate se queda mirando el techo y yo hago lo mismo. Aun siento que tiene miedo de hacer físico lo que ya me ha confesado. Y tomo su mano, entrelazando nuestros dedos. Me mira, pero me permite hacerlo. Siento que mueve sus dedos entre los míos, y los mira detenidamente. Como si necesitara creérselo. Yo solo me relajo y cierro mis ojos por varios minutos.
– ¿Te dormiste?
–No.
– ¿En qué piensas? – me pregunta.
–En ti– respondo sin moverme.
– ¿Piensas también que lo he jodido todo? – le miro enseguida.
–No. No he pensado eso. Al contrario– digo, y me acerco a ella–. Estaba pensando en que había esperado mucho por esto.
–No es tan sencillo.
– ¿Por qué? Son sentimientos. ¿Qué hay de equivocado en expresarlos?
–Hay situaciones que lo prohíben.
– ¿Todavía piensas en la diferencia de edad?
–Sí.
Su respuesta me agarra cansada. Y suelto un suspiro con el mismo brío.
–Entonces dime que no vuelva a molestarte. Dime que deje de insistir. Que te olvide para siempre.
Kate me mira, sin siquiera pestañear. Y vuelve su mirada al techo. Sigo esperando que diga algo. Sin embargo, la habitación con poca luz, seguía en un completo mutismo.
–A ver, Kate– me reposo sobre mi codo y hago que me mire con mucha atención–. Sé que te gusto.
– ¿Otra vez con tu ego, Charlie Rose?
–No. La verdad es que no– le digo sin más.
–Mira la hora. Ya casi es la una de la mañana. Lo que deberíamos hacer es dormir.
–No tengo sueño. Duerme tú.
–No podré dormir si tú no lo haces.
– ¿Me quieres presionar?
Se ríe.
–Bien. Vamos a mirar el techo– dice. Y me quedo en silencio un momento.
–Te quiero– le digo claramente. Su mirada se congela ante mi imprevista declaración. Y puedo sentir su corazón ir de prisa. El mío también se ha acelerado. Primera vez que se lo digo mientras estamos conscientes. Me acerco juntando nuestros cuerpos, que se han calentado con el sentimiento. Y ella me lo ha permitido. No puedo evitar temblar. Su energía con la mía es prodigiosa. Le aparto un poco el cabello, y entro en su cuello, respirando su olor–. ¿Sabes que ya puedo olerte?
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Kate
RomanceCuando se muda junto a mi casa, no puedo evitar expresar mis sentimientos de forma genuina hacia Kate. Sin embargo, ella intenta detenerme para mantener sus razones morales intactas. Obra registrada bajo el número: 2105067761906 TODOS LOS DERECHOS R...