25. Aaron

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He llegado justo a tiempo para confirmar que mis sospechas eran ciertas.

A veces, si que resultaba una patada en los huevos tener siempre la razón. (finjamos que siempre la tengo)

Ian no iba a dejarla en paz y estaba en cada maldita parte.

Esa era la ventaja (desventaja en nuestro caso) de ser increíblemente popular, cualquiera que viera a Alyssa le diría su ubicación a Ian simplemente por una sonrisa y un seco "gracias". Eso los haría sentir más cerca de ser amigos de Ian, y a esta edad los chicos simplemente hacían de todo por ser aceptados, ¿quién podía culparlos? Nadie quería estar solo, realmente solo.

Pero eso significaba que Ian tenía ojos en todas partes, y, por lo tanto, iba siempre un paso adelante.

Me alegraba haber vuelto. Tenía que proteger a Alyssa y a Kim, pero sobre todo tenía que recuperar lo que hace mucho me habían robado.

—¿Cómo es posible que supieras donde estaba? —me preguntó Aly, curiosa como siempre.

Tanto ella, como Kim y yo, habíamos decidido saltarnos la última clase para poder hablar en paz, y ahora nos encontrábamos sentados sobre el césped bajo las graderías del campo.

Aquel era un lugar que solía visitar mucho, antes de que toda esta locura empezara, para sacar mis frustraciones.

Me gustaba la idea de estar haciendo algo diferente, para variar.

—Por pura coincidencia—admito—venía saliendo de la oficina de la señorita Thirwall cuando vi a Ian y decidí seguirlo, luego escuché tu tonta voz y las estupideces que decías, así que no tuve dudas de que necesitabas mi ayuda.

Alyssa sonrió como si la hubiese halagado.

—Pues qué bueno que estabas allí—admitió, mirándome con alegría—no tenía idea de que hacer, es como si la vida siempre nos juntara.

No pude evitar sonreírle de vuelta.

Si cerraba los ojos aun podía vernos en aquella pequeña habitación, cubiertos de sudor, haciendo el amor como si nada más importara.

Debo haberla estado mirando largo rato como un idiota, porque Kim se aclara la garganta para llamar nuestra atención.

—A mí también me alegra mucho que aparecieras—me dice—¿y ya estás de vuelta? ¿es oficial?

Pienso en la fatídica reunión que acababa de tener lugar con mis padres, la junta académica y la señorita Thirwall, y me da dolor de cabeza.

—Sí—anuncio y miro a mi alrededor para asegurarme de que no hay nadie más antes de añadir—pero esta es realmente mi última oportunidad, y al mínimo problema que de estaré fuera. Debo ser excelente en todo, y jurar asistir a todas mis terapias.

Aly se acostó sobre el césped y sonrío con satisfacción.

—Me parece más que bien—dijo.

—No puedo decir que no sea justo—accedo.

Kim, mientras tanto, está mirando a Alyssa con preocupación.

—No quiero reventar tu burbuja, chica—le dijo—pero te ves muy feliz para ser alguien que acaba de tener un encuentro traumático.

Alyssa volvió a sentarse y se pasó una mano por los rizos, quitando distraídamente las hojas que se habían enredado en estos...

Había algo tan cautivante en aquel gesto.

—No es que no esté nerviosa—comentó—¡Pero ahora estamos juntos! ¡Los tres! Realmente tenemos una posibilidad.

Kim me miró con preocupación.

Aaron & Alyssa. |COMPLETA|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora