Capítulo 18

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El aire estaba fresco, las personas se miraban felices y yo muy relajado dentro de todo.

- Creo que fue buena elección comer helado, que calor ¿no?

- Sí - respondí bajo.

- Hey, ¿qué tienes? - preguntó tierno.

Su maldita ternura me hacía débil, me hacía caer, me sentía atrapado.

- No es nada Chris - sonreí.

- Ven aquí.

Abrió sus piernas dejando espacio suficiente para que me siente, afortunadamente el césped estaba cómodo.

Mis mejillas comenzaron a arder, usualmente yo no hacía estas cosas y fue algo nuevo de experimentar.

- Cuéntame - abrazó depositando un beso.

- Antonia me siguió - solté.

Quería quitarla del camino pero sabía que eliminándola del mapa el sufrimiento de Christopher sería muy doloroso, mi única carta era alejarla.

- ¿Cómo que siguiendo? ¿Cuándo? ¿Dónde?

- Le dijiste en dónde trabajo.

- Pero no lo hice con la intención de que haga eso...

- Lo sé, tranquilo - interrumpí.

- ¿Qué demonios le pasa? La desconozco.

- Chris, yo sé que es tu amiga pero no deberías contarle más de la cuenta, me siento acosado - fingí.

- Perdón, no sabes cuánto lo siento - abrazó fuerte.

- Le dije que no te contaría, pero no puedo caer en mentiras contigo.

- Hiciste bien, yo arreglaré eso.

Me puse de pie apenas lo hizo, por dentro tenía una alegría enorme de la cual no podía demostrar frente a él.

- ¿Qué vas a hacer?

- Ponerle un alto.

- Vamos, no quiero que vayas solo - dije tomando su mano.

Estábamos cerca de su casa, nuestra salida seguramente no era lo que él esperaba pero si lo que yo quería.

- Pensé que tardarías un poco más.

- ¿Por qué seguiste a mi novio?

Su mirada inmediatamente se posó en mi, de seguro estaba deseando acabar conmigo.

- Ya le ofrecí disculpas a tu...novio.

- ¿Y crees que con eso lo solucionas todo? ¡Qué tienes en la cabeza! - reclamó.

- Tranquilo - dije para él.

- ¡Estoy harto de que todos se quieran meter en mi vida!

- Lo hago porque me preocupas, eres como mi hermano.

- Pero no lo soy - aclaró.

Los ojos cristalizados de aquella mujer estaban al borde de hacerme estallar en risa, aguantar eso era bastante complicado.

- Jamás me habías dicho eso - habló mientras sus lágrimas caían.

- Es la verdad. Ya no quiero que te metas en mis cosas, respeta mi espacio - exigió.

- No te preocupes, no volveré a molestarte.

Mi mirada la siguió hasta que desapareció de nuestras vistas, tenía que ser un buen novio y darle lo que necesitaba, apoyo.

- No me gusta que te pongas así Chris, ven.

- A mi tampoco me gusta que te sientas acosado, no lo mereces.

- Olvidemos eso, siéntate - invité.

- Siento que te doy demasiadas preocupaciones.

Una presión en el pecho me golpeó fuerte al ver cómo sus lágrimas caían, le di un abrazo sincero, Christopher realmente me gustaba.

- Te quiero - solté inconscientemente.

- Yo te quiero más.

- ¡Eso es mentira! - exclamé.

- ¡Claro que no! Te quiero demasiado.

- ¿Quieres apostar?

Ahí fue cuando una pequeña y muy cursi discusión se desató, me sentía bien pero a la vez con miedo, con temor a que eso me vuelva dependiente de su cariño.

- ¿Qué haces? - preguntó mi novio.

- Está claro que no quieres que sea un fastidio, te dejaré tranquilo - respondió con una maleta en mano.

- ¿A dónde vas?

- Ese es mi asunto y no te preocupes que vendré por lo demás lo antes posible.

Christopher me miró no entendiendo nada, no imaginé que alejarla sería más fácil de lo que esperaba.

- ¿No crees que estás exagerando?

- No. Aún así espero que no te quedes solo cuando él se vaya, conmigo no cuentes para nada - respondió dolida.

- Antonia espera, hablemos - pidió.

- No confío en ti y de alguna forma averiguaré quien mierda eres - amenazó para mi.

Sin Medida - ChriserickDonde viven las historias. Descúbrelo ahora