Capítulo 4

1.1K 143 31
                                    

Cualquiera que me viera solo podría tener la iniciativa de hacerme daño, nadie en su sano juicio estaría esperando a altas horas de la noche por una persona, pero él lo valía.

Era desconfiado y cuidadoso, seguramente eso tenía su por qué, quería saberlo, necesitaba hacerlo.

- Con que número falso - hablé.

- H-Hola, no...no te esperaba aquí, es tarde - respondió avergonzado.

- Me debes una salida, el que hayas aceptado y a la vez mentido no es algo cordial Christopher.

- Lo lamento, podemos organizar algo para otro día si gustas.

- ¿Otro día? ¿Y arriesgarme a qué hagas nuevamente lo mismo? No, nuestra salida será ahora.

- Son las tres y media, debo llegar a casa.

- Saliste media hora antes, por qué desaprovechar ese tiempo.

- ¿Me estás...?

- Oh no pienses mal, como te dije vengo frecuentemente y sé que el cierre es a las cuatro - mentí.

- ¿Y qué haremos? No hay nada abierto a estas horas.

- Vamos - ordené.

Era un chico complicado, no era la típica persona que se deslumbra ante cualquier cosa, captaba mi atención.

Quieto al otro extremo del auto batallaba por saber si subir o no, debía ser cordial.

- No creo que sea una buena idea, como te dije no te conozco.

Mis pasos se acercaron a él, ahí estaba nuevamente ese movimiento de manos, muy predecible para mí.

- Erick Brian Colón, veinticuatro años...hmmm, me gusta el helado de chocolate y creo que comería uno en estos momentos - reí.

- Christopher Vélez. Tenemos la misma edad y creo que comería pizza - rió de igual forma.

- Bingo. Creo que di en el punto.

- ¿En el punto?

- Súbete, prometo no hacerte nada.

Abrí la puerta siendo un completo caballero, que haya accedido a subir ya estaba siendo un gran paso.

Lo que manejé fue la nada misma, si algo tenía esta parte de Estados Unidos eran zonas en la cual poder compartir a gusto.

- ¿Qué se supone que haremos aquí? - preguntó confundido.

- Tendremos un picnic, algo sencillo. ¿Querías pizza no? Sorpresa - enseñé.

- ¿Eres adivino?

- Yo no lo llamaría así. Ven.

Extendí un pequeño trozo de tela, uno que nos permitiera estar lo más cerca posible.

- Perdón por dudar - pidió.

- No te preocupes, es lógico que sientas desconfianza. ¿Alguien te dañó?

- ¿Qué?

- Tu desconfianza es excesiva, no te atreves a mirar fijamente a las personas y tu mirada habla por si sola.

Bajó la cabeza sin responder, claramente había dado en el punto.

- Algo así, no te ofendas pero prefiero no hablar de eso.

- Como quieras Chris.

- ¿Qué haces por la vida? Me gustaría saber.

- Actualmente soy administrador de una empresa en crecimiento.

- ¡Wow! ¿Que estudiaste?

- ¿Me creerías si te digo que no hice una carrera? Llamemos a esto suerte, estoy aprendiendo de a poco, el estudio no fue lo mío.

- Tenemos algo en común, tampoco fui bueno para eso.

- ¿Tienes algunos gustos en particular? - consulté.

- Varios, me gusta conocer lugares nuevos, las aventuras...

El arte, la música y el dibujo, sus gustos más particulares.

Sus labios me daban indicios de que seguía hablando, pero mi mente estaba tan bloqueada que solo era capaz de verlo.

- Te gustan muchas cosas.

- Me gusta dibujar, a veces hago o intento mejor dicho hacer retratos.

- ¡Oh qué cool! - dije fingiendo no saber.

- Sí.

- ¿Ya no sientes miedo?

- Estoy un poco más relajado - contestó.

- Perfecto, porque esta será nuestra primer cita.

Sin Medida - ChriserickDonde viven las historias. Descúbrelo ahora