—por favor, me agradaría mucho.
—trata de descansar aunque se que no será fácil.
—gracias...
—no agradezcas.
Taylor me sonrió tristemente y se sentó sobre la cama, me tomó de las manos y las acaricio, su tacto era cálido y suave, una dulce sensación recorrió mi cuerpo, no podía negar que su tacto me gustaba. Me solté de su agarre y me levanté de la cama, no podía olvidar que aun estaba molesta con el.
—trata de descansar, mañana será un día difícil— camine hacia la puerta para salir de la habitación.
—tu y yo, tenemos una plática pendiente— me dijo antes se salir.
—no quiero hablar de eso, descansa.
El hombre que estaba sobre la cama movió la cabeza en forma afirmativa, se acomodó de nuevo y yo salí de la habitación. Me fui directamente a la cocina y guarde las cosas que Taylor había sacado del refrigerador para hacer la cena, después saqué un plato con fruta y empecé a comer, tenía un poco de hambre pero no quería cenar mucho, tambien deberia descansar ya que mañana sería un día difícil, no dejaría a Taylor solo mientras pasará por estos momentos tan dolorosos.
Nos levantamos muy temprano para alistarnos para el funeral, el cuerpo llegó a las 7 en punto y lo llevaron directamente a la funeraria. Los papás de Taylor había arreglado todo desde Londres, ellos habían viajado desde la madrugada para llegar temprano. Baje las escaleras para buscar a Taylor pero no lo vi por ningun lado, volví a subir y toque en su habitación, nadie respondió así que abrí la puerta y entre. La cama aun seguía desareglada pero Taylor no estaba en ella, camine hacia el baño y abrí la puerta, Mi esposo estaba sentado sobre la tasa del baño (retrete), con la cabeza agachada y las manos cubriéndose el rostro. Me acerque muy despacio y me arrodille frente a él, mis manos acariciaban sus rodillas.
—Taylor...— lo llame con voz muy baja.
El hombre frente a mi se quito las manos de la cara y levantó la cabeza para mirarme, sus ojos azules estaban hinchados por el llanto, su expresión era triste, me dolía verlo asi, el poco tiempo de llevaba de conocerlo siempre estaba alegre y sonriente y ahora estaba destrozado.
—no te has arreglado...— mi voz era suave y dulce.
—no puedo con esto, no voy a poder afrontarlo.
—hey... tu eres fuerte, además tu familia te necesita.
—no lo se...
Taylor iba a volver a cubrirse el rostro pero se lo impedí, le sonreí tristemente y acaricie su mejilla, sin saber porque me acerque más a él muy despacio y comencé a besarlo, fue un impulso repentino, sus labios eran muy suaves y dulces y encajaban perfectamente con los míos, Taylor me abrazo por la cintura y yo tomé su rostro con ambas manos, me perdí en ese dulce beso y en sus labios cálidos. Ambos nos separamos para tomar aire, abrí los ojos y vi a Taylor con lágrimas rodando por sus mejillas. Era un error lo que acaba de hacer, pero se sentía tan bien, Taylor aun no abría los ojos, bese sus mejillas y después acaricie su cabello.
—debes prepararte.
Taylor se puso de pie y yo hice lo mismo, pense que entraría a la ducha pero no fue asi, me tomo de la cintura y me pego a su cuerpo, era mucho más alto que yo, así que yo estaba de puntitas para alcanzarlo, le rodee su cuello con mis manos y después comenzó a besarme de nuevo y yo deje que lo hiciera, comencé a jugar con su cabellera dorada. Sus besos eran perfectos y me hacían sentir muy bien, el ritmo era lento, como si mi esposo quisiera grabarse mi sabor, volvimos a separarnos y me aleje un poco de él, todo esto estaba mal.
—debemos irnos, te espero abajo.
Salí del baño y despues de la habitación, mi corazón aún retumbaba como taladro en obra de construcción, ese beso jamas debio existir y yo no debo estar sintiendo esto. Llegue a la sala y me senté en uno de los sillones. "Soy tan estúpida" pense, me besé con el hombre que me compro como una mercancía, pero tampoco podía negar que sentí algo hermoso. Mi cabeza estaba hecha un lio, pero ahora no era el momento de pensar en esas cosas, el abuelo de Taylor había muerto y él me necesitaba a su lado. Minutos después mi esposo bajó las escaleras duchado y vestido con un traje negro.
—ya es hora— dijo cuando llegó a la sala, le dije que si con la cabeza y tomé mi bolso, yo vestía también de negro, un vestido que Taylor me había comprado aquella vez en la boutique, aunque creo que él nunca pensó que me lo pondría en una ocasión tan triste. El vestido era hasta la rodilla, manga de ¾ y un poco de vuelo en el faldón.
Salimos de la casa, aun no me atrevía a mirarlo a los ojos, estaba un poco avergonzada de lo que había pasado. Subimos al coche de Taylor y nos dirigimos directamente a la funeraria, antes de llegar Taylor detuvo el coche.
—¿Puedes quitarte el anillo de bodas por favor?
—si claro— inmediatamente me lo quite y la guarde en mi bolso.
—gracias
Volvió a encender el auto y rápidamente llegamos a la funeraria, Taylor detuvo el coche pero no se movió, las manos estaban en el volante y pude ver que temblaba un poco. Se veía muy nervioso, comenzo a respirar rápidamente. Taylor estaba asustado, parecía un niño pequeño, tome su rostro con mis manos y lo obligue a mirarme.
—tienes que ser fuerte— me dolía verlo asi, se veia tan dolido.
—jamás volveré a verlo— dijo triste, se dificultaba hablar.
—lo se... pero tienes que despedirte, creo que a tu abuelo no le gustaria verte asi.
Cuando estuvo listo bajamos del auto, la funeraria estaba en su máxima capacidad, habia mucha gente y era lógico, el señor pertenecía a una de las familias más ricas y conocidas del país. Tome de la mano a Taylor, solo esperaba que alguien no mencionara lo de la boda ya que la familia de Taylor no sabían nada. Llegamos directamente con sus padres, me hubiera gustado conocerlos en otra ocasión pero eso es algo que no se pudo. Nos acercamos a donde estaban los padre de mi ahora esposo, cuando nos vieron, la madre de Tay lo abrazó rápidamente y comenzó a llorar, le decía algunas cosas a mi esposo en el oído y el solo asistía, después abrazó a su padre, cuando terminaron Taylor se animó a hacer la presentación.
—mamá... papá, ella es mi novia— le dijo Taylor a sus padres.
—Nia Mcallister— les dije cuando les extendí la mano.
—un gusto nena—dijo la madre de Tay aun con lágrimas en los ojos. —hemos escuchado mucho de ti— se quedó observando mi mano —¿Están comprometidos?
—si mamá, iba a darles la noticia invitándolos a comer, pero...— Taylor se quedo cayado.
—siento mucho lo de su padre— le dije a la madre de Taylor.
—gracias... fue el mejor padre que pude tener.
Me acerque a ella y la abrace, me daba tanta pena que quería hacerla sentir bien, ella correspondio el abrazo y despues me regalo una sonrisa. Los padres de Taylor se disculparon y se fueron a seguir atendiendo a la gente, voltee buscando a mi esposo pero habia desaparecido de mi lado, comencé a caminar buscandolo pero había demasiada gente, seguí caminando y sin darme cuenta me tropese con alguien, me disculpe con el hombre y este me sonrió.
—lo siento... no mire por donde iba— el hombre era alto, cabello rubio muy corto y una inmensa barba y músculos bien definidos, era muy masculino.
—no te preocupes, ¿Eres familiar del señor Will?— me pregunta el hombre.
.
.Claudia Franco ❤️
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Un mal negocio
RomanceNia es una chica de negocios que quiere divertirse junto a su amigo Louis, sin esperarselo un hombre aparecerá en su vida con un negocio que cambiara todo en su entorno y las cosas no séran igual jamas, acompáñala a descubrir nuevas amistades, nueva...