—hola— salude por compromiso, no porque me naciera saludarlo.
—¿Tu quien te crees que eres? No has llamado, ni siquiera te dignas a venir a la casa— ni hola, ni ¿Como estas? Solo soltó su furia sin mas.
—¿Es en serio?— no pude evitar burlarme de sus palabras —me vendiste papá.
—no te veo muy mortificada... ¿crees que no me entero de las cosas? Estas disfrutando de los millones de ese idiota, hasta te compro un auto nuevo, mejor que el que tenías.
—eres un...— me cubrí la boca para que la palabra no saliera de mis labios.
—cállate, no te atrevas a faltarme al respeto.
—¿Qué quieres papá?— le dije frustrada.
—tienes que venir a la fiesta de aniversario, ya más gente sabe de tu boda y quiero que los vean aquí.
—no lo se, tenemos mucho trabajo– mentí.
—pues has lo posible, además irá Demian y le dije que estarias ahi, quiere verte.
Maldije por mis adentros, mi padre sabe cual es mi punto débil y está usando a mi hermano para que vaya a su estúpida fiesta. ¿Porque mi padre me trata como una mercancía? A veces pienso que ellos me tuvieron por accidente y que llegue a arruinar sus vidas. Mi padre seguía despotricando por el teléfono y yo solo lo escuchaba.
—¡Esta bien!— alce un poco la voz —ire...
—asi me gusta, que hagas lo que yo diga, debes llegar a las 7 para que recibas a la gente junto con nosotros y Demian.
—esta bien...— dije de mala gana.
—te veo el sábado— cuelga.
Suspire frustrada. Mi padre jamas cambiara, solo busca su beneficio y conveniencia y para lograrlo nos arrastra a mi y a Demian a sus mierdas. Seguí trabajando para olvidarme de mi padre. El telefono volvio a sonar, ahora Lisa me avisaba que tenía una visita de Michael Jeff, no tenía idea de quién era, no era cliente de Taylor y menos un nuevo prospecto. El hombre entró a la oficina, no era muy alto (solo algunos 5 centímetros más que yo), cuerpo atlético, pelo negro y ojos color cafe. Vestía de traje, me tendió la mano y pude ver un reloj de oro en su muñeca, demasiado llamativo para mi gusto, el hombre parecía mayor, pero no tan viejo. Lo salude y le indique que se sentara.
—¿En qué puedo ayudarle?— le dije con mi tono más servicial.
—quería ver a Taylor, el y yo tenemos un asunto pendiente— su voz era áspera y no dejaba de tocarse la solapa del saco.
—el no se encuentra, pero dígame qué asunto pendiente tiene.
—¿Jamás habias escuchado de mi verdad?— me dijo alzando una ceja burlón.
—No... ¿Debería?— a simple vista el hombre no me agradaba, pero ahora que lo había escuchado hablar tan fresco me cayó muy mal.
—pensaba que si, pero ahora veo que tu esposo no te cuenta todo.
La actitud de este hombre no me gustaba mucho ¿Que tendra que ver con Taylor? A lo mejor tiene negocios con el. Será algo relacionado al bar, jamás me he metido en esos asuntos porque pensé que no necesitaba ayuda, además de que Taylor jamás me ha dicho que tenga dificultad con el bar o que necesite mi ayuda.
—soy su esposa, no su dueña ni su mamá— me encogí de hombros
—¿Usted le cuenta todo a su esposa o pareja?—No tengo esposa, pero si lo tuviera tampoco lo haría— me sonrió y alzó una ceja —Taylor me debe dinero, habíamos quedado de vernos hoy para que me liquidara.
—¿Cuanto es?— Taylor no me había mencionado que le debía dinero a nadie. De hecho me parecía raro, mi esposo pagaba todas las facturas de inmediato, no le gustaba deber a nadie.
—es una suma millonaria— se burló —¿No me vas a preguntar a cuenta de que es la deuda?
—algún negocio— me encogí de hombros, era lo más lógico.
—algo parecido— me miro esperando una señal para animarlo a continuar con su plática, pero como no lo hice continuo con su narración —el me ofreció dinero para retirar la oferta que le había hecho a Joseph Mcallister.
—¿Mi padre?— dije sorprendida —¿usted que tiene que ver con mi padre?
—el me ofreció casarme contigo a cambio de una gran suma de dinero, te me hiciste muy guapa, de buen cuerpo, asi que acepte y le ofrecí una cantidad, pero cuando Taylor entro al juego le ofreció a tu padre mas dinero del que yo iba a darle y a mi una buena cantidad para que yo no subiera la suma y saliera del juego... y aquí me tienes.
Las palabras de aquel hombre había dado justo en el corazón, mi padre me ofreció a varios hombres a cambio de dinero, los ojos se me llenaron de lágrimas. Ya no había duda, él me había vendido, busco a los hombres más ricos de la ciudad y me ofreció como mercancía. Las palabras de Taylor vuelven a mi cabeza "creeme es lo mejor para ti" ¿Qué hubiera pasado si Taylor no entra al juego? ¿Con quien estaría casada ahora? El hombre sentado frente a mi era atractivo, pero se notaba que no era una buena persona, para empezar esta lastimandome con lo que dice y al parece divertirse.
—yo...— el nudo en la garganta me impedía hablar. —yo no puedo hacerte un cheque— quería que aquel hombre se largara de la oficina —¿Puedes venir otros día? O llama a Taylor por teléfono para que te haga un depósito.
—¿Se llevan bien he? Lastima que no ofrecí mas, estas muy buena...
—lárgate...— le dije molesta.
—nena, no te alteres, conmigo hubieras tenido mejor vida y no tendrías necesidad de trabajar. Vivirías como reina metida en mi cama y yo cogiendote todo el dia.
—¡lárgate!— le grite y me puse de pie para enfatizar mis palabras.
El tipo se burló y salió de la oficina, cuando Lisa escuchó los gritos entró y se acercó a mi.
—¿Está bien señora?—dijo asustada.
—no— ya había rompido en llanto.
La chica me abrazó y me consoló, pero no servía de nada. Confirmar que mi padre me había vendido fue lo peor del mundo, cuando tenia la duda no dolía tanto, pero ahora que se la verdad, me quema el alma y el corazón. Un poco más tarde decidí irme a casa, no estaba en mas mejores condiciones para seguir en la oficina, lo bueno que ya había atendido todas las citas, lo demás lo haría desde casa. Llegue a nuestro apartamento y al sentirme sola comencé a llorar otra vez, me tire en el sillón y me hice un ovillo, hoy más que nunca necesitaba a Taylor. Muy dentro de mi agradecia que el hubiera pagado mas y no tener que terminar con un hombre como Michael Jeff.
Sin darme cuenta me quedé dormida llorando, tenía que hablar con mi padre y preguntarle porque había hecho todo eso. Nunca fue tan cariñoso conmigo, pero jamas me imagine que llegara a hacer algo así. El timbre del celular me sacó de mi sueño, me levanté del sillón y saque el celular de mi bolso, era una video llamada de Taylor, limpie mi rostro que aún estaba a manchado por las lágrimas y conteste.
—Hola hermosa...
—Hola— sonreí triste.
.
.Si quieren doble, el capitulo tendra que llegar a 15 comentarios referentes a la novela, no emojis, gif, puntos y los comentarios repetidos no cuenta, un comentario por cuenta por favor 😘😘😘 gracias a todas las que leen.
.
.Claudia Franco ❤️
ESTÁS LEYENDO
Un mal negocio
RomanceNia es una chica de negocios que quiere divertirse junto a su amigo Louis, sin esperarselo un hombre aparecerá en su vida con un negocio que cambiara todo en su entorno y las cosas no séran igual jamas, acompáñala a descubrir nuevas amistades, nueva...