Suspire frustrada, acaso es la semana de joder a Nia, todos se pusieron de acuerdo para fregarme la vida, primero mi padre, después el tal Michael y ahora esta tipa.
—lárgate— dije lo más serena que pude.
—¿Me tienes miedo?— alzó una ceja.
—si claro— dije sarcástica —estoy muerta de miedo.
—¿Sabes? Ese día que nos encontraste aquí mismo, el estaba exitado, estaba demasiado duro, como jamas lo habia sentido, unos segundos más y nos hubieras encontrado teniendo el mejor sexo del mundo-—su palabras soltaban veneno, era una víbora lista para atacar y yo era su víctima pero eso no se lo iba a permitir.
—ah si— respondí tranquila
—recuerdo que me dijo que se le ponía "demasiado duro" con las putas— me reí.—eres una estúpida— rodeo el escritorio —¡el fue mio mucho antes de que llegaras a su vida!— gritó frustrada, parecía dolida
—él tiene que volver a mi.—el ya no te quiere ¿No entiendes eso? ¿Sabes el significado de la palabra "dignidad"?— esta mujer me ponía los pelos de punta, no entiendo que le vió Taylor.
—el aun me ama, yo lo se— su voz se transformo en un susurro. Vi dolor en su mirada, pero aun asi no permitiría que me lastimara y pasara sobre mi.
—Estas loca— dije molesta, Samanta se acerco mas a mi y me abofeteó.
Me quede sorprendida, esta mujer me estaba alterando, me coloque firme y le devolví la bofetada, estaba tan enojada que le di tan duro que cayó al suelo, pude ver una gota de sangre en sus labios. Samanta me veía con lágrimas en los ojos y tocándose la mejilla ¿Que le pasa a esta chica? ¿Acaso no tiene dignidad ni amor propio? No se cuanto duro la relación de ellos, pero estaba segura de que Taylor ya no sentia nada por ella. ¿O el la haria hacerce ilusiones? Recorde el dia del funeral de su abuelo, ese abrazo que se dieron y luego aqui en su oficina. Sacudí la cabeza para sacarme esos pensamientos.
—ahora ya puedes lárgate— le dije con el tono mas frio que pude.
Tome mis cosas sin mirarla y salí de la oficina, ya no soportaba verla ni un minuto mas y creo que ella tardaría en reponerse de la bofetada. Ya afuera de la oficina de Taylor me acerque al escritorio de Lisa y la mire con mala cara.
—¿Porque no anunciaste a Samanta?— estaba molesta y alguien pagaría los platos rotos.
—ella es mi amiga— dijo apenada.
—si vuelve a pisar esta oficina tú estarás despedida ¿Entendiste?— sin despedirme salí del edificio. Todo parecía ir de mal en peor estos dias, y eso me hacía extrañar mas a Taylor.
Estaba demasiado enojada, mi mejilla ardía y sentía que se hinchaba. Subí a mi auto y salí directo a buscar a Louis. Una tarde de relajación me caería muy bien. Al llegar a su trabajo le mande un mensaje "ya estoy aquí". No quería que los empleados me vieran con la mejilla hinchada así que decidí esperarlo en el auto. Segundos después recibí la contestación "5 minutos" puse los ojos en blanco y suspire frustrada. Aun seguía molesta por mi encuentro con Samanta, me puse a jugar con mi teléfono y decidí mandarle un mensaje a Taylor.
"Espero toda vaya bien, te extraño demasiado, recuerda que me debes un día tirados en la cama. Te amo"
Se que no contestaría, ayer me habia dicho que estaria todo el dia ocupado, solo quería hacerle saber que lo necesitaba. Un pequeño golpe en la ventanilla del auto hizo que levantara la mirada, Louis sonreía y le abrí la puerta, entro al auto y después se inclinó para darme un beso en la mejilla. Encendí el auto y me dirigí a casa. Louis ya se veía de mejor humor, me platicaba lo que había hecho en el dia y los planes que tenían para un nuevo producto que saldría al mercado, se veía demasiado entusiasmado. Minutos después llegamos a casa, llame el ascensor y Louis se quedó fascinado con la seguridad del edificio.
—entonces si quiero entrar a robarte, tengo que cortarte el dedo— sonrió.
—si, y lavarlo bien porque la sangre impide que se lea bien la huella.
Mi amigo soltó una carcajada que resonó por todo el elevador, amaba verlo así y maldecía a la mujer que lo había hecho sufrir.
Mas tarde termine la comida y la serví en la mesa, Louis veia television en la sala mientras se tomaba una cerveza. Cuando la mesa estaba lista llame a Louis y juntos nos sentamos a cenar, seguiamos platicando de tonterías, reíamos como locos mientras comíamos y bebíamos cerveza. Había tenido dos días de mierda pero ahora toda estaba olvidado, estaba relajada y feliz (bueno, no tan feliz, me faltaba Tay). Terminamos de comer y regresamos a la sala, Louis ya estaba un poco borracho y eso lo se porque cuando se le suben las cervezas me llama "Nina"
—te luciste con la cena Nina.
—gracias— sonreí —sabes que siempre me ha gustado cocinar, pero con mis padres casi no podía hacerlo.
—ya me vas a decir que le paso a tu mejilla— no quería tocar ese tema y estaba rogando para que él no lo hiciera pero mis súplicas no funcionaron.
—no quiero hablar de eso…
—como quieras— se quedó pensando un momento y después volvió hablar. —Taylor se saco la loteria contigo.
Ahí es donde Louis se equivocaba, yo era la afortunada de tener a ese hombre a mi lado. No negaba que tenía un poco de miedo, las palabras de Samanta volvían a mi cabeza, esa mujer era peligrosa. El sonido del teléfono me distrajo, lo tome y era una video llamada de Taylor, oprimí aceptar y el hermoso rostro de mi esposo apareció en la pantalla.
—Hola— le dije con una enorme sonrisa.
—Hola nena ¿Qué tal tu día?— este hombre cada vez esta mas sexy, su mirada azul se apodero de la mia, si todo el día lo había extrañado, en este momento lo extrañaba mil veces más.
—bien, un poco alocado— reí.
Lo que realmente queria decir era "Pésimo", pero no quería estropear esta hermosa tarde con malos recuerdo, ya cuando estuviera aqui se lo contaría todo. De pronto Louis se colocó junto a mi y saludo a Taylor.
—Hola amigo— Louis agito su mano exageradamente para saludar a Taylor.
—¿Louis?— el rostro de Tay cambio, la sonrisa se borró y ahora tenía una expresión de molestia.
—no te preocupes por nada amigo, yo la cuido— de la nada me beso la mejilla, Taylor abrió los ojos sorprendido y yo solo reí nerviosa.
—Nia voy a marcarte por teléfono– dijo serio.
Louis se había levantado por otra cerveza, la mirada de Taylor me hacía entender que no le agrado nada que mi amigo estuviera aquí y mucho menos que me hubiera besado. Mi celular sonó en mi mano, tome la llamada y me levanté para irme al despacho a contestar.
—¿Qué hace él ahí?— definitivamente estaba molesto.
—lo invite a cenar— justo lo que había pensado, no quiere que esté aquí y seguimos con "el joderle el día a Nia".
—estas sola en el apartamento, ¿Como se te ocurrió eso?
—es mi amigo, no tiene nada de malo.
—¿Porque no me avisaste?— la reacción de Taylor comenzaba a molestarme.
—¿Que?— dije molesta por la actitud de mi esposo —¿Tengo que pedirte permiso para invitar a alguien a mi casa?
—Si… no… no lo quiero ahi contigo, se ve que esta borracho.
—el jamás me haría daño, tu no lo conoces como yo— no quería molestarme con él, pero sus comentarios no ayudaban.
—exacto, yo no lo conozco, ya es hora de que se vaya Nia.
—jamás pense que harías esto, me estas lastimando ¿Lo sabes? Louis es mi único amigo, la única compañía que tenía cuando me sentía sola, él es importante para mí— colgué la llamada sin esperar su respuesta.
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.Claudia Franco
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Un mal negocio
RomanceNia es una chica de negocios que quiere divertirse junto a su amigo Louis, sin esperarselo un hombre aparecerá en su vida con un negocio que cambiara todo en su entorno y las cosas no séran igual jamas, acompáñala a descubrir nuevas amistades, nueva...