—Jiminshi, ¿cuando seamos grandes me seguirás queriendo?
—Claro que si Kookie, nunca te olvidaré
—Jungkook, ¿qué te dije que venir aquí? —gritó su padre tomando al niño de la mano.
—Mamá me dejó venir, suéltame—dijo luchando para soltarse del agarre de su padre.
—No, no volverás a ver a este niño así que vámonos
Su padre se llevó a Jungkook mientras él niño gritaba para que su padre lo dejara al menos despedirse de su amigo, Jimin solo lo observaba desde donde estaba sentado, se sentía mal por ver con el señor Jeon no le permitía a Jungkook jugar con él.
Ese fue la última vez que Jimin de 7 años vio a su amigo. Después de ese día él siguió llegando al parque con la esperanza de volver a verlo pero no fue así, los días pasaban y no habia ni rastros de Jungkook.
Fue tanta su tristeza que incluso su mamá se preocupó por él, estaba muy triste y pasó varios años preguntandole a su madre si algún día volvería a ver al chico.
~*~
El recuerdo del momento en que Jimin se encontraba junto a Jungkook cuando eran pequeños volvió a él, no podía creer como había olvidado eso.
Jungkook quien se encontraba sentado junto a Jimin lo observaba sin entender, el chico estaba perdido en sus pensamientos mientras algunas lágrimas salían.
—Minie, ¿estas bien? ¿por que lloras?— Jungkook estaba sorprendido, no entendía nada así que solo lo abrazó.
—Te extrañé tanto—dijo Jimin abrazando con fuerzas a Jungkook mientras sollozaba en su hombro.
—Tranquilo—Jungkook se alejó de él para limpiar sus lágrimas y sonreírle para tranquilizarlo.
—E-se niño, soy yo—soltó haciendo que Jungkook quedara en shock.
El tenia recuerdos sobre su único amigo de su infancia pero nunca logró recordar el nombre de aquel niño, solo recordaba a ellos dos jugando felices en aquel parque donde todas las tardes se reunía con su pequeño amigo
—¿Que?
—Creo que es momento de que les cuente algo—dijo su mamá haciendo que ambos se girarán a verla.
—Mamá, ¿qué está pasando?
—Siempre fuiste un niño muy reservado— comenzó su mamá. Ambos chicos la vieron atentamente—No tenías muchos amigos hasta que me contaste que conociste a un niño al que llamabas Minie, siempre me hacías llevarte al parque a jugar con él hasta que un día me preguntaste si estaba mal que sintieras cosas extrañas por tu amigo
La mujer hizo una pausa y se dedicó a ver a su hijo a los ojos, se sentía mal por no haber ayudado a como se debía a su hijo en aquel entonces
—Me preguntaste si era normal que tú sintieras que te gustaba tu amigo, me dijiste que querías estar con él hasta grandes y que incluso querías darle un beso porque era muy lindo
Jungkook se quedó en silencio sin decir nada, Jimin estaba igual a él aunque un poco conmovido por lo que la señora Jeon acababa de decir.
—Ese día tu papá escuchó todo y se alteró mucho, dijo que su hijo no podía tener esos gustos y que lo mejor era que no te volvieras a acercar al niño porque tú eras un hombre y te tenían que gustar las mujeres
Jungkook empuño sus manos tratando de controlarse, ahora estaba más enojado con su padre. Él había arruinado su vida desde pequeño
—La última vez que viste a Jimin fue cuando él te llevó a pasar algunos años donde tu abuela y yo no hice nada para evitarlo —bajó su cabeza mientras limpiaban sus lágrimas.
—Él siempre se empeñó en querer cambiarme, por su culpa mi vida se volvió un desastre— dijo furioso.
—Perdón hijo, yo debi hacer algo
—Si mamá, debiste hacerlo—se puso de pie marchándose de ahí.
La mujer lloró, se sentía muy mal por todo. Ellos habían sido los culpables de que Jungkook sufriera por varios años. Era solo un niño cuando se papá lo alejó de su madre y de su único amigo solo para llevárselo donde su abuela porque según su padre alejandolo de Jimin, él iba a olvidarse de sus gustos.
—Tranquila, yo hablaré con él —dijo Jimin poniéndose de pie para ir a donde Jungkook.
Jimin buscó a Jungkook por toda la casa hasta que lo encontró en su habitación, estaba sentado en la orilla de su cama, sostenía un juguete en su mano y lo observaba detenidamente
—Toc, toc— dijo Jimin tocando la puerta aunque estaba abierta. Jungkook alzó su vista para verlo unos segundos y luego volver a bajarla.
Jimin no dijo nada más y se sentó junto a él. Solo acarició la espalda del pelinegro y recostó su cabeza en el hombro de Jungkook.
—Esta bien, todo estará bien, yo estoy contigo— dijo tomando la mano de Jungkook para entrelazarla con la de él.
Talvez podían ser simples palabras pero para Jungkook significaban mucho, Jimin era el motor de su vida, quien había llegado a darle luz a todo y apreciaba mucho que él siempre estuviera a su lado.
—Todo hubiera sido mejor si no me hubieran alejado de ti—dijo sin despegar su vista del juguete que tenia en sus manos. Su papá se lo había comprado porque todos los niños debían tener uno.
—A veces los padres pueden equivocarse, piensan que es un bien para ti aunque no sea así. Todos cometemos errores, solo tienes que aprender a perdonarlos y vivir tu vida tranquila.
—A mi padre no creo poder perdonarlo—dijo soltando el muñeco en sus manos dejándolo caer de golpe al piso—A él no le bastó con arruinar mi infancia si no, también me adolescencia, ¿sabes?— él seguía sin ver a Jimin a los ojos, solo empuño sus manos y respiró profundo—Siempre me presentaba a las hijas de sus amigos, me llevó incluso a prostíbulos para que según él "aprendiera a ser hombre"
Jimin no sabía que decir, incluso él se sentía enojado por saber todo lo que había pasado Jungkook solo por el simple hecho de gustar de otro hombre.
—Si me gustaban las mujeres —siguió—Lo que no me gustaba era que él quisiera cambiar que también me gustaban los hombres— Jungkook enderezó su cuerpo respirando profundo— Lo peor de todo fue que él nunca me aceptó, seguía pensando que era un bicho raro por ser bisexual
—Ahora todo estará bien, eres un hombre adulto y él ya no te hará daño— ánimo Jimin tomando su mano.
—¿Sabes que es lo mejor de todo esto?— él se giró para al fin ver a los lindos ojos de Jimin, esos ojos que lo hacían olvidar todo lo malo.
—¿Que?— preguntó Jimin con una sonrisa mientras limpiaba las mejillas de Jungkook.
—Que estas conmigo—respondió acariciando el cabello del chico.
—Siempre estaré contigo, pase lo que pase—lo abrazó y Jungkook rápidamente correspondió a su abrazo.
Le encantaba como él podía cambiar su estado de ánimo con solo sonreír, sin duda alguna podía decir que Jimin era su catalizador, la luz de su vida y su más grande amor.