El tren se marchó y junto con el se fue el pequeño chico que le iluminaba los días oscuros de Jungkook, lo único que lo confortaba era saber que en poco tiempo volvería a verlo.
—Lo lograste—habló Yoongi haciendo que Jungkook se girara a verlo.
—Fue difícil pero lo hice, lo hice por él —respondió viendo al rubio mientras colocaba sus manos en las bolsas de su abrigo.
—Me alegra verlo feliz
—¿Y tú? ¿Eres feliz?— interrogó Jungkook sabiendo que estaba indagando demasiado en la vida del rubio.
—Lo soy— Yoongi respiró profundo encarando al pelinegro—No como pensé pero lo soy, la música siempre fue mi más grande pasión y aunque dejé muchas cosas para conseguirlo no me arrepiento
—¿Seguro?
—Si— sonrio de lado volviendo a desviar su vista—Gracias a que me fui en busca de mi música Jimin logró encontrar a alguien que lo ama y lo hace feliz, si yo me hubiera quedado con él probablemente ambos hubiéramos sido infelices
—Tienes razón, ahora él está bien y yo me encargaré de que sea feliz.
—Más te vale Jeon— sonrio extendiendo su mano frente al pelinegro—Suerte en todo
—Igualmente Min, suerte.
Ambos chicos entrelazaron sus manos para luego suspirar pesadamente. Estaban seguros que ambos habían tomado el camino correcto, un camino que los llevaba a su destino.
El destino de Yoongi era ser un gran productor y triunfar en la música. El destino de Jungkook era encontrarse con el chico que lo había captura desde la primera vez, su destino era encontrarse apesar de las circunstancia, Jimin era el brillo que Jungkook necesitaba para poder ser feliz.
Ahora ellos dos empezarían a forjar su futuro, ambos tenían muy en claro que querían seguir juntos y lograrar cada una de sus metas, pero todo sería unidos.
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Horas después Jimin se encontraba llegando a su dormido, el lugar donde después de varios años se reencontró con su primer amor.
Todo el lugar seguía como lo habían dejado el último día que se fueron, todo el lugar le recordaba a Jungkook y a todo lo que pasaron ahí.
Los recuerdos de todos los momentos vividos ahí lo atacaron, estaba feliz de haber tenido a Jungkook como su roommate.
Su habitación era el lugar donde más tiempo pasaban juntos, las innumerables veces que durmieron juntos, las veces que Jungkook lo besó y le hizo el amor ahí eran sus más preciados recuerdos.
Estaba feliz, feliz de estar viviendo la mejor historia de amor que imaginó.
(...)
Esa noche durmió abrazando al peluche que le recordaba a Jungkook, durmió feliz sabiendo que cada minuto que pasaba faltaba menos para ver a su novio.
Durmió feliz sabiendo que nada podía arruinar su felicidad, habían logrado sobrepasar obstáculos y así sería de ahora en adelante. Ambos se habían prometido que no dejarían que nada arruinara lo suyo, siempre iban a hablar con la verdad y discutir cualquier cosa que les disgustara.
🍃
Estaba entrando al edificio donde sería su primer clase, como siempre estaba llegando a tiempo. Mientras caminaba por los pasillos observaba todo detenidamente, era el último año en esa universidad y después de eso no volvería a verla jamás.
Durante 4 largos años jamás se tomó el tiempo de hacer más amigos que no fuera Taehyung, pasó la mayor parte del tiempo metido en la biblioteca leyendo innumerables libros, aunque fue bueno para él ahora se arrepentía un poco por no haber disfrutado más su etapa aquí.
No podía regresar el tiempo, pero si podía disfrutar el último año que le quedaba aquí. Lo iba a disfrutar junto a la persona que lo hacía más feliz, Jeon Jungkook.
—¡Jimin!— un grito agudo hizo que frenara sus pasos y se girara a ver a la chica a su espalda. Realmente había olvidado a MinHyo, pero le sonrió amablemente cuando la vio.
—Hola MinHyo, ¿pasa algo?
—Oh no, te extrañé —sonrio lanzándose a abrazarlo. Ella no se daba por vencida.
—Ah si—Jimin se alejó de ella. Se sentía incómodo por la chica.
—Jimin— ahora era Taehyung quien lo llamaba mientras se acercaba a ellos—Tengo algo que decirte, vamos
—Hmm, que no— MinHyo intentó hablar para que no se fuera pero Taehyung no le dio tiempo ya que se llevó a Jimin de arrastras.
Lo arrastró hasta la cafetería donde Hoseok los esperaba en una de las mesas con tres capuchinos y una enorme sonrisa.
—¿Que es lo que pasa Taehyung?—preguntó Jimin tomando asiento.
—Nada, vi como esa chica te abrazaba y hasta yo noté tu incomodidad— hizo una cara de desagrado y tomó un capuchino.
—¿Chica? ¿No es una que pasaba tras de ti siempre?— Hoseok le extendió un capuchino para que tomara.
—Si, ya le había dicho que estoy saliendo con Jungkook pero no se cansa
—Con razón Jungkook se ponía de intenso cuando estaban juntos, la chica es una tortura—habló Hoseok riendo levemente.
—No te preocupes, cualquier cosa me llamas y yo te salvo de ella —dijo Taehyung dándole un guiño.
—Esta bien, por ahora tengo que irme. Las clases van a comenzar.
—Esta bien, adiós— la pareja se despidió del castaño y él volvió a los pasillos con dirección a su salón.
Iba perdido en sus pensamientos hasta que el sonido de su celular hizo que los abandonara y empezara a buscar el apartado entre sus cosas.
Cuando lo encontró una sonrisa enorme apareció en su rostro al ver quien llamaba.
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—Hola— dijo en cuanto respondió la llamada.
—Hola, ¿se encuentra el amor de mi vida?
Jimin sonrió como tonto y sus mejillas ardieron al escuchar las palabras de Jungkook. Incluso a la distancia él hacia que el castaño se sonrojara
—No, creo que te equivocaste de número— bromeó Jimin escuchando la tierna risa de Jungkook.
—Jamás me equivocaría, conozco muy bien al amor de mi vida— respondió acelerando el corazón del castaño.
—Te amo y te extraño mucho—dijo Jimin suspirando con tristeza.
—Yo te extraño mucho más Minie, volveré pronto. No te preocupes
—Esta bien, confío en ti
—Y cuéntame, ¿cómo te está yendo en tu primer día? ¿Llegaste a tiempo?
—Claro, soy un chico puntual. Además que esta vez no me entretuve con mi roommate—río bajo mientras entraba al salón para sentarse hasta el final y seguir hablando con Jungkook.
—Aprovecha ahorita porque cuando tu roommate vuelva te entretendras mucho
—Ok, no me niego—sonrió como tonto—¿Y a ti? ¿Como te va con tu mamá?
—Bien, estoy tratando de arreglar todo lo antes posible
—Esta bien, tómate el tiempo que necesites yo estaré esperándote siempre
—Te amo —soltó haciendo que Jimin volviera a sonreír por milésima vez desde que empezaron a hablar.
—También te amo Jeon
—Oh, ya escuché a la maestra. Te hablo en la noche, adiós Minie
—Adiós Jungkook— dijo para luego finalizar la llamada.
En realidad lo extrañaba mucho y solo quería verlo y abrazarlo.