Capítulo 3: El Cómplice

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Mondo.

Terminaba de afeitarme la cara, joder como odio esta maldita barba.

Salí del baño y me encontré con Daiya, estaba tomando una taza de café.

- Al fin sales, creí que no terminarías nunca.

- SI SI Que gracia – dije sin gracia y tome mi mochila – tengo examen así que me voy ya.

- Si quieres puedo llevarte – me ofreció.

- No, gracias pero no, prefiero caminar – concluí caminando a la puerta – así veo si toda esta mierda del examen me entra.

- Como quieras – Daiya alzo los hombros y se volvió a la cocina – salúdame a ese amigo tuyo.

- Seguro, nos vemos – dicho esto cerré la puerta de golpe.

Llevaba en la mano una hoja que Kiyotaka había escrito, la verdad es que me parece que tiene bonita letra para ser un chico, mi letra es del asco.

La hoja tenía descripciones de cómo usar los complementos y esas cosas, como hacer cuando las oraciones fueran negativas o interrogativas.

Una cosa es segura, voy a reprobar ese examen.

El sol comenzaba a salir al horizonte, sentía el día un poco pesado.

Rato más tarde ya me encontraba en la academia, esperando a que abrieran para entrar, lo que me pareció curioso es que Kiyotaka no había llegado, mire por todos lados pero no lo encontré.

- ¡EH MONDO! – Escuche un grito, me gire y pude ver a Taka.

Una pequeña risa se me escapo, estaba arrastrando a su primo Touji, ahora entiendo porque llego tarde.

- Que hay Taka – le salude – Ishimaru (Aquí se refiere a Touji)

- Siento llegar tarde – me dedico una gran sonrisa – este que traigo aquí no quería levantarse.

- Destruiste lo que más amaba – se quejo Touji nostálgico.

- Distriiste lo qui mis imibi – se burlo Taka, lo cual me causo gracia, nunca lo había visto haciendo eso – era solo un sueño.

- Era muy real – siguió.

- Como sea – Taka soltó a Touji y este se fue.

- Ya los veré luego – se despidió melancólico.

- Seguro – despedí – Oye Kiyo ¿Por qué es así?

- Se paso la mayor parte de su vida escuchando que le dijeran inútil – comenzó – antes no era tan así, supongo que luego de un tiempo para acá la cosa empeoro, pero aun así hoy está aquí, en una de las academias más prestigiosas del mundo.

- Ahora creo que lo entiendo, no debe ser muy bonito que te llamen inútil – dije observando el suelo.

El comentario de Taka me trajo recuerdos, una vez Daiya me llamo inútil, aunque termino disculpándose, eso de verdad me afecto.

- Oye Mondo, ¿estudiaste un poco? – Kiyotaka me observaba emocionado al ver que sostenía la hoja que me había dado la noche anterior.

- Si, solo un poco – sonreí – pero esto no es lo mío.

- No te preocupes, tengo un plan – asintió con sus brazos en su cintura – te pasare las respuestas.

- Que tu... ¿¡QUE!? – eso me tomo por sorpresa, en los tres años que había visto e interactuado con él, nunca había visto que hiciera semejante cosa - ¿Por qué?

- Porque somos amigos, además, quiero saber que se siente romper las reglas.

- No sé qué decir... me dejaste sin palabras.

THE MOMENT WHEN TENSION BREAKS『ISHIMONDO』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora