❝Un mundo moderno y sano, con individuos civilizados a pesar de ser mitad humanos y mitad animal, pero siempre dominando más el lado humano.
Todo estaba bajo control, menos para YoonGi.
Min YoonGi era un joven mitad humano y mitad felino, quien la...
—Jin, lo siento, ¿sí? No quiero que estemos mal por algo tan absurdo. Por favor, responde a mis mensajes o llámame —cortó luego de esas palabras y se quedó observando la pantalla de su celular.
Dos días. Habían pasado dos malditos días sin que YoonGi supiera algo de SeokJin. No lo había vuelto a ver y el cánido no respondía a ninguno de sus mensajes ni llamadas. A ese punto YoonGi estaba seguro de que ya estaría cerca de llenar su buzón de tantos mensajes de voz.
Podía parecer algo exagerado, pero ya estaba acostumbrado a que su novio le escribiera o se vieran casi todos los días. Pero hasta ahora, no habían rastros de él.
Se preguntaba si de verdad estaba tan molesto con él por TaeHyung, pero algo en su interior le decía que no era eso. Hacía dos días YoonGi había iniciado a sentirse extraño, tenía una gran necesidad de ver a SeokJin y también sentía que SeokJin lo necesitaba a él. Pero había tratado de resistirse a ese impulso de salir a buscarlo y de alguna manera eso dolía en su interior. Sin embargo, no hacía nada al respecto porque hasta ese momento, YoonGi no sabía qué le estaba sucediendo.
El felino estaba sentado a la orilla de su piscina, manteniendo sus piernas cruzadas. No quería entrar al agua, solo quería mantenerse viéndola ya que le daba tranquilidad y esos últimos días había estado teniendo ansiedad.
—El almuerzo está listo —le avisó YeJin, haciendo acto de presencia dentro del mismo lugar.
—No tengo hambre —le dijo, sin siquiera voltear a verla.
—¿Qué sucede? —caminó hacia el felino, sintiéndose preocupada—. No has comido bien y has estado desanimado.
—No estoy seguro. Yo... Creo que SeokJin y yo hemos tenido nuestra primera discusión —soltó sin más.
—¿Qué pasó?
—No quiero hablar contigo de eso —se puso de pie.
—Oye, soy tu madre.
—Precisamente por eso —comenzó a caminar hacia la puerta, decidido a regresar a su habitación.
—Creí que había confianza entre nosotros.
—¿Desde cuándo? —se detuvo para voltear a verla—. No hemos hablado en días y últimamente este lugar había parecido más un hotel para ti que tu propio hogar... ¿Qué? ¿Crees que no lo había notado? No soy tan ingenuo como todos creen, madre —Esperó por una respuesta, la cuál nunca llegó—. Pediré un taxi e iré al Café —le avisó antes de retirarse por completo.
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—Un macchiato y un americano —dijo HoSeok, colocando el primer café frente a JiMin y el segundo frente a NamJoon—. Que lo disfruten —sonrió cortés antes de retirarse.
JiMin esperó a que el mesero se fuera para dirigir su mirada hacia la persona que estaba sentada frente a él.
—¿Y bien...? —acercó un poco más la taza hacia él—. ¿Vas a decirme por qué estamos aquí?
