Instinct ✦ ≪JinSu≫

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HoSeok y JungKook habían esperado un buen tiempo a que la otra pareja se hiciera presente en la salida del hotel, donde habían acordado verse a cierta hora para ir a cenar. Sin embargo, ellos nunca llegaron.

El cérvido le marcó a YoonGi, pero él no respondió. Estuvo dispuesto a ir hasta su habitación, mas JungKook lo detuvo, tomándolo de la muñeca.

—Ni se te ocurra ir.

—¿Por qué no?

—Seguramente están ocupados. Mm... si sabes a lo que me refiero.

—Por supuesto que sé a lo que te refieres —se soltó suavemente del agarre—. ¿Pero qué te hace pensar que están en eso?

—¿Por qué no lo pensaría? —se alzó de hombros—. No están aquí y YoonGi no te responde las llamadas. Además, ¿por qué lo ves tan poco probable? Hace unos minutos tú y yo estábamos en eso.

—Sí, pero somos responsables —se defendió—. Estamos aquí a la hora que dijimos.

—Venga, déjalos hacer lo suyo. Podemos ir a cenar solo tú y yo —entrelazó los dedos de sus manos—. Tengamos una cita en Ulleungdo —dijo, sonriente.

HoSeok hizo un pequeño mohín, muy pensativo. Aunque al final terminó siendo persuadido por su novio y aceptó salir a cenar estando solo ellos dos. Ya a la mañana siguiente tendría tiempo para reclamarles.

Aunque por supuesto, eso no pasó.

HoSeok y JungKook volvieron a esperar a la pareja para salir a desayunar, pero ellos no se hicieron presentes. No hubo mensaje, ni llamada, simplemente no dieron señales de vida en toda la bendita noche y parte de esa mañana.

JiHyun, también preocupada porque su hijo no atendía su celular, llamó a HoSeok, preguntándole si todo estaba bien. Debido a esa llamada, esta vez el cérvido había tomado la seria decisión de ir hasta la habitación de aquellos dos insolentes.

No obstante, cuando HoSeok llegó a la puerta de la habitación, esta junto con las paredes parecían estar hechas de papel porque se escuchaban claramente los jadeos de SeokJin y los graves gemidos de YoonGi.

HoSeok se quedó de pie, un poco desencajado y sin saber cómo reaccionar hasta que escuchó la voz del felino.

—Sí, sigue así —gimió YoonGi—. Se siente tan bien tenerte dentro, Jinnie.

—Dios, ¿por qué siempre me haces escuchar estas cosas? —murmuró el cérvido. Bajó la mirada hacia su celular con la llamada de JiHyun aún activa. Por suerte había silenciado el micrófono y la mujer no había tenido que escuchar nada de lo que su descarado hijo estaba diciendo—. Mm, sí, Señora Min —respondió cuando ya se había alejado unos metros de la habitación, regresando a donde había dejado a su novio—. Puedo asegurarle que YoonGi se encuentra muuuy bien —soltó una risita nerviosa.

⚠️

YoonGi sujetó la sábana con algo de fuerza, sintiendo a SeokJin entrando y saliendo una y otra vez en un ritmo e intensidad que realmente le hacían sentir como si estuviera en el cielo.

Ellos no habían dormido casi nada desde que hicieron el amor por primera vez la noche anterior.

Esa primera vez fue cariñosa, delicada, llena de amor y pasión. Pero el al fin estar juntos después de tanto tiempo había despertado mucho más el deseo por el otro, de una manera desmedida, y gracias a que se habían dejado llevar completamente, su instinto animal era quien les estaba dominando en ese momento. Volviendo las otras rondas de sexo más rudas y quizás basadas un poco más en la lujuria.