★40★

1K 207 55
                                    

Ese día había sido el esperado para JiMin y el temido para NamJoon; el día en el que el roedor conocería a la familia de su pareja.

JiMin estaba muy ansioso y emocionado, tenía la sonrisa más radiante de todas y se había vestido muy bien para la ocasión, queriéndole dar más que una buena impresión a la familia de su novio.

NamJoon era una persona muy tranquila, por lo que presentía que su familia también lo sería, así que mantenía notas mentales de cómo debía comportarse frente a ellos. Nada de imprudencias, comentarios desubicados y nada de tanta hiperactividad.

Todo estaba bien, él se sentía preparado para ese momento.

El viaje en auto fue quizás de unos cuarenta minutos, a JiMin empezó a entrarle el sueño hasta que su pareja le dijo que habían llegado.

Rápidamente el roedor se enderezó sobre su asiento, viendo los grandes portones que se alzaban frente a él. Volteó a través de las ventanas a ambos lados, dándose cuenta que prácticamente estaban en medio de la nada. Volvió al frente cuando los enormes portones se abrieron dejándoles pasar.

NamJoon avanzó despreocupado mientras que su novio por poco dejaba caer su quijada hasta el suelo ante lo que estaba viendo.

—¿Qué demonios? —exclamó JiMin, observando el inmenso jardín y la lujosa mansión que se encontraba frente a él—. Por Dios, ¿el esposo de tu hermana es narcotraficante o algo así?

De acuerdo, quizás no ser imprudente y no decir comentarios fuera de lugar sería más difícil de lo que pensaba.

NamJoon no respondió, solo rió bajo debido a las ocurrencias de su contrario.

Cuando llegaron a la entrada de la mansión y bajaron del auto, un chofer (mitad lepórido) les recibió. NamJoon le entregó las llaves de su vehículo sin ninguna preocupación. JiMin vio al hombre subirse en el auto para luego llevar a estacionarlo a otro lugar.

Su mirada cayó sobre su novio poco después, mostrándose repentinamente nervioso.

—¿Cómo me veo? —preguntó inseguro.

—Te ves increíble —llevó sus manos a las mejillas del contrario—. Pero, ¿sabes? Aún no hemos entrado, así que todavía tienes oportunidad para cambiar de opinión y...

—Joonie, ya llegué hasta aquí, no hay vuelta atrás —dijo convencido, a pesar de que por dentro estaba siendo un manojo de nervios—. Solo, por favor, dime que no hay ahí dentro un quirófano donde abren cráneos a personas de otro linaje, como en Get Out.

NamJoon rió y se acercó para depositar un pequeño beso sobre la frente de su pareja.

—Te aseguro que eso no va a pasar.

—Bien —asintió mientras exhalaba.

JiMin buscó bajar sus nervios en esos pocos segundos, cuando creyó haberlo logrado, entró con su pareja a la enorme casa.

La celebración se estaba llevando a cabo en el patio trasero. Cuando se detuvieron luego de pasar por la puerta corrediza, JiMin sintió hacerse más pequeño cuando notó que todos los invitados eran personas mitad reptil o sino, de un linaje que hacía sentir al roedor como una simple presa.

Los únicos de su linaje o de alguno parecido, eran los que hacían del personal del lugar; el chofer, los sirvientes y los que trabajaban de camareros e iban repartiendo las comidas y bebidas en una bandeja.

JiMin soltó un suave suspiro, realmente esa escena se le hacía algo familiar a la película que había visto.

—¿Te sientes bien? —preguntó NamJoon.

Instinct ✦ ≪JinSu≫Donde viven las historias. Descúbrelo ahora