Instinct ✦ ≪JinSu≫

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Todos los estudiantes que irían a la excursión se encontraban haciendo fila para subirse al autobús que los llevaría al famoso laboratorio.

TaeHyung veía a los lados, teniendo una pequeña esperanza de que YoonGi se apareciera, pero nada estaba pasando como él hubiese querido.

Él solo quería verlo para disculparse, para que todo volviera a ser como antes y que YoonGi no lo evitara o no se sintiera incómodo estando al lado suyo. Pero al parecer, una vez más, eso debía de esperar.

De entre los amigos, primero subió HoSeok al autobús, luego subió JungKook y cuando fue el turno de TaeHyung, decidió voltear una última vez hacia su izquierda. En sus ojos apareció un leve brillo cuando vio a YoonGi caminar en dirección a donde ellos estaban. El chico mitad grifo no dudó en abandonar la fila para acercarse a él.

—Sí viniste —dijo, entre feliz e incrédulo.

—Estoy cumpliendo con mi palabra.

El felino pasó al lado del chico, con intenciones de ir al autobús. Pero TaeHyung le tomó del brazo para detenerle.

—YoonGi...

—TaeHyung —le interrumpió—. Vine porque te dije que lo haría, pero sinceramente no estoy de humor para conversar sobre eso.

Esas palabras lograron hacer que el grifo lo soltara. Sin decir nada más YoonGi se encaminó hacia el autobús, y TaeHyung no tuvo de otra más que hacer lo mismo.

El camino fue muy largo para ellos. A pesar de que YoonGi iba al lado de HoSeok en un asiento y JungKook iba junto con TaeHyung en otro, se seguía sintiendo la tensión entre ellos.

YoonGi no habló en todo el camino, ni siquiera con su mejor amigo, solo se mantenía viendo el exterior a través de la ventana. El felino tenía sueño y se sentía muy cansado a pesar de que consideraba que había dormido bien la noche anterior.

El autobús se detuvo en el estacionamiento al que había sido asignado. El docente que los acompañaba y todos los estudiantes, que eran cerca de unos veinte, se bajaron del autobús y en orden entraron a uno de los edificios, ciertamente al único al que un visitante tenía permitido entrar.

Algunos estudiantes observaban el interior de lo que podía considerarse como una recepción, otros cuchicheaban acerca de ello, incluso HoSeok y JungKook comentaron algo, ya que también se decía muchas cosas de ese lugar.

Pero el felino no escuchaba nada, al menos no de forma comprensible, para él las voces se estaban volviendo lejanas. De repente sintió que su respiración se estaba volviendo más pesada y por un momento creyó que entraría en una crisis si no fuese porque una voz familiar le hizo levantar la vista.

—Buenos días —saludó cordialmente, segundos después recibió respuesta por parte de los estudiantes—. Soy el doctor Kim SeokJin. Él es el doctor Kim NamJoon —señaló al hombre al lado suyo—. Seremos quienes les daremos el recorrido de algunos lugares del edificio. También nos acompañarán mis otros dos colegas —señaló a unos metros de él a los otros dos jóvenes que estaban más cerca de los estudiantes—. El doctor Park JiMin y el doctor Cha EunWoo.

Todo estaba de lo más normal para el cánido, hasta que, de entre tantos aromas, sintió uno que conocía a la perfección. Su mirada no tardó en buscar entre los estudiantes hasta toparse con la mirada de YoonGi.

El felino agachó la cabeza cuando su novio posó su mirada en él. YoonGi ya sabía que inevitablemente lo vería en esa excursión, pero SeokJin no esperaba eso, menos después de lo que le había dicho.

—Síganme, por favor —habló NamJoon al notar que el cánido parecía haber quedado mudo.

Se suponía que SeokJin debía caminar al lado de NamJoon, pero no lo hizo, esperó a que algunos de los estudiantes pasaran a la par suya hasta que YoonGi también lo hiciera. Cuando así fue, el cánido le tomó sutilmente del brazo, acercándolo a él mientras caminaban.