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Me desperté gracias a un celular que estaba sonando. Era el mío.

Eran las 5 de la tarde y me había quedado dormida de tanto estudiar. Se venían los exámenes finales dentro de dos semanas y tenía demasiado para estudiar. Luego de eso vendrían las vacaciones lo cual agradecía firmemente, esto de estudiar a cada rato no me simpatizaba.

Miré mi celular, mi novia, Momo.

-Hola bebé-. Escuché del otro lado una dulce voz-.

-Hola amor-. Respondí adormilada-.

-Perdona si te desperté, solo quería preguntarte si querías venir a mi casa a estudiar.

"Estudiar". Eso no terminaría en estudio, yo lo sabía. Ya nos había pasado, y no es que me molestara siempre culminar en una sesión de besos, es que ahora sí que necesitábamos estudiar.

-Hoy solo estudio, tengo mucho que estudiar todavía-. Advertí-.

-¡Claro que sí! Yo también, nada de otra cosa por hoy.

Ya hace dos meses que estamos saliendo con Momo. Es una chica muy dulce, como siempre lo ha sido. Sí, ella me gusta, y no me arrepiento de haber aceptado ser su novia. Desde que anunciamos nuestra relación, Jihyo siempre ha estado bromeando, Tzuyu no parece muy contenta con la noticia, pero desconozco el motivo. Mi madre me ha felicitado diciéndome que lo sabía desde un principio, Hiroshi siempre me da algo de dinero para que le compre algo a Momo.

Y Sana... Bueno ella no me ha hablado desde entonces. A menudo noto sus ojos sobre mí, su mirada penetrándome de forma intimidante. Y no, tampoco sé el motivo. Si soy sincera, extraño nuestra conexión. Aunque fuera para discutir, no era cómodo que por dos meses no me hablara y que siempre evitara el hecho de estar nosotras dos solas.

En los últimos días mi mamá me ha pedido que si podía ayudar a Sana cada tanto en matemática, y a mi hermanastra al parecer le importaban mucho sus estudios porque en ningún momento me ignora si es para sus estudios. De hecho siento que nos estamos empezando a conectar un poco más. Sus ofensas tal vez no se detengan, si nos estamos llevando bien siempre tiene que decir algo para ofenderme, creo que ya me he acostumbrado.

En fin, salí para la casa de Momo a estudiar. Cuanto finalizamos, yo volví a mi casa, mi novia me insistía en que me quedara, pero no quería, no hoy.

Cuando llegué ya era la hora de cenar, mi familia me esperaba. Comimos tranquilos hablando un poco de los estudios, Sana había dicho que hoy tenía que estudiar. Mi madre le dijo que si no entendía algo podía preguntarme a mí, mi hermanastra simplemente asintió mirando su comida.

Ya habían pasado las horas, me puse mi pijama que consistía en una remera blanca con transparencia y un short también blanco. Me acosté en mi cama y me tapé con las sábanas, cuando me acosté del lado derecho ví a Santa estudiando sobre su cama. Decidí ser mínimamente amable.

-¿Necesitas algo de ayuda? -Pregunté un poco bajo sin expresión en el rostro-.

-N-No, estoy bien gracias-. Dijo sin mirarme-.

Me di vuelta y sobre mi mesita de luz estaban mis libretas para estudiar, decidí al menos repasar un poco. Luego de unos minutos escucho un ruido de una cámara sacando una foto. Sana y yo miramos al frente, donde estaba mi mamá con su celular en las manos.

-Perdonen, se veían muy lindas las dos concentradas, mis pequeñas estudiositas-. Dijo con cariño para después darnos un beso en la frente a cada una.

-Tu madre es muy linda.

~Hermanastras ГSana y tú~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora