~Hermanastras ГSana y tú~

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Hoy ya era día de mi primer examen de la semana para los cuales tanto estudié. Era un examen que tenías como 2 horas para hacerlo ya que era súper largo. Mañana tendría el último examen también de 2 horas ya que eran exámenes largos para tomarte todo lo que estudiamos en el año.

Después de aproximadamente 1 hora y unos minutos terminé el examen, y esperé 50 minutos más para salir al receso. Ahora sigo estando con Momo y Jihyo, Tzuyu también está pero no habla como normalmente lo hacía, y lo comprendo.

Estaba yendo al baño pero una mano tomó mi muñeca llevándome hacia un lugar donde no había nadie, ese cabello me parecía familiar. Cuando volteó, me encontré con Sana y su adorable sonrisa contagiándome una.

-Perdona que te haya sacado así, quería verte al menos un poco-. Dijo y comenzamos a dar unos pasos por el lugar-.

-Está bien-. Respondí y la miré-. Hoy que estamos libres a la tarde, ¿Quieres ir a algún lado? Ya me estoy cansando de quedarme en casa.

-Ok, hoy será. Tendrá que ser un poquito tarde porque debi estudiar-. Accedí-.

Luego de eso, las horas pasaron y se hizo la hora de ir a casa. Volví a aquel lugar caminando junto a Sana.

Hace un mes había confesado que gustaba de mí, y en ese mes sentí muchas cosas relacionadas con ella, su sonrisa me hacía imitarla al instante, mis ojos y sentidos quedaban hipnotizados frente a sus movimientos, cuando me tocaba me hacía sentir tan cómoda, quería quedarme bajo sus brazos todo el tiempo que sea existente sobre la tierra, sus palabras me hacían sentir tan afortunada. Podía decir que la quería, que la amaba.

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Estaba leyendo una pequeña revista de astronomía por pura curiosidad y aburrimiento, hasta que una persona entró a la habitación.

-Ya he terminado de estudiar, ¿Quieres salir a tomar algo o estás estudiando? -Preguntó con sigilo-.

-Salgamos.

Fuimos a un café que estaba cerca de ahí. Hablábamos de cosas indistintas, pero creí que era hora de darle una repuesta. Sana me quería y yo a ella, ¿Qué podría salir mal? Sin embargo, quería hacerlo en un lugar especial, por lo que propuse ir al muelle, de vuelta, utilizando como excusa que quería ver el mar y la Luna desde allí.

Cuando estábamos por llegar a nuestro destino, dije que esperara aquí porque quería comprar un chocolate, ella sin problemas accedió, pero le realidad era otra.

Ya estábamos caminando por el muelle, había un poco de viento, yo entrelacé nuestros brazos y me percaté de que ella tenía la piel erizada, miré nuestros brazos y sí, tenía razón, al igual de que su falda de jean se movía un poco. Yo también tenía los brazos descubiertos pero estaba más abrigada que ella. Había llevado un no muy largo suéter tejido de color blanco con un cuellito.

-Hey, levanta los brazos-. Ella pareció mostrarse confundida con una sonrisa al escuchar mi petición pero sin embargo lo hizo-.

Yo delicadamente le puse el suéter que había traído, ella sonrió de forma muy notoria y me abrazó por la cintura apoyando su cabeza en mi pecho mientras caminábamos. Susurró un "Gracias" Al tiempo que yo también enredaba mis brazos alrededor de su cintura.

-Y... Quiero darte otra cosa.

Dije mientras la separaba de mí. Saqué de una bolsa que traía un ramo de hermosas flores con pétalos de color violeta claro y polen amarillento en el medio, las Sakurasou. Ella sonrió aún más grande mientras abría los ojos y agarraba las flores.

-Son hermosas-. Las miraba fascinada y luego me miró a mí-. Gracias ______.

Y seguido a eso me abrazó y yo correspondí. Se sentía tan bien estar así, tan cómodo, tan... Lindo.

-¿Recuerdas lo que me dijiste hace un mes? -Pregunté sin romper el abrazo, ella soltó un sonido de afirmación-. Bueno, yo... También te quiero, y... Me gustas.

Seguido a eso, ella se separó y me miró con una sonrisa, sus ojos mostraban emoción. Yo la tomé de las mejillas entre mis palmas y la besé.

Era un beso lento y lindo, nuestros labios se envolvían tan bien por si solos. Solo escuchábamos el ruido del mar y algunos murmullos de la gente los cuales ignoré, estábamos en nuestra burbuja.

Ahora éramos solo el mar, el cielo estrellado y nosotras.