~Hermanastras ГSana y tú~

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>>Narra _____<<

Ya era de noche, Sana había llegado a las 6 de la tarde, la verdad no le había ni prestado atención. Estaba hablando por celular con Momo, ella me contaba que mañana visitaría a sus tíos luego de 15 años sin verlos, sonaba emocionada cuando me lo contaba.

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Estaba en la entrada de la Universidad conversando con Momo, me dijo que sus tíos eran extremadamente divertidos o al menos así los recordaba. En la hora de geometría, noté que Sana estaba allí, así como noté que era bastante inteligente,o al menos para las matemáticas, tal vez si estudiara derechos humanos no le iría tan bien. Cuando terminó la hora, salimos al receso con Momo, Tzuyu y Jihyo. En un momentó anhelé ir al baño por lo que me paré y me estaba dirigiendo hacia esa zona hasta que me encuentro a unas 3 chicas riéndose de otra chica la cual estaba en el piso arrodillada sin decir nada y la mirada baja. No dudé y me acerqué para escuchar mejor. Aquella persona, la del medio, era Sana insultando a la pobre pelinegra arrodillada. ¿Cómo podía ser una tan mala persona? Molesta me acerqué aún más para agarrar de la muñeca a la victimaria y voltearla bruscamente para que me viera.

-¿Qué crees que haces Sana?-Ella lucía un poco sorprendida pero la molestia dominaba su expresión-.

-¿Qué crees TÚ que haces? No te metas donde no debes jovencita.

-Cualquiera debería meterse en este caso, ¿Qué te ha hecho ella para que la trates así "jovencita"? -Expresé un poco de burla permaneciendo seria en mi última palabra-.

-Vamos chicas, discutir con ésta no lo vale-. Me miró de arriba hasta abajo de forma fugaz y se fue-.

¿Ésta? ¿¡ÉSTA!? ¿Cómo se atrevía a faltarme el respeto de aquella forma y sobre todo pretendiendo que yo era totalmente ajena a ella? Bajé mi vista a mis pies y allí estaba la chica tratando de disimular las lágrimas que caían de sus ojos.

-Oye, ¿Estás bien? ¿Te hicieron algo más? -Pregunté al agacharme, la chica parecía ser mucho menor que yo o que Sana-.

-N-No, gracias-. Dijo aún sin mirarme-.

-¿Cuál es tu nombre?

-Olivia, Olivia Hye-. Dijo en un susurro mirándome muy tímidamente-.

La levanté del piso y le conversé un poco más, vaya, tenía 5 años menos que yo, no debía estar en la Universidad, ella todavía iba a secundaria. Le ofrecí una botella de agua que había traído yo pero se la regalé a ella, tenía más en mi casa. La acompañé a su secundaria que estaba en la esquina, la gente de ahí por lo general venía a estudiar a donde lo estaba haciendo yo actualmente. Me agradeció y entró, yo ví la hora en mi reloj de muñeca, la clase apenas ya había empezado, así que corrí sin cansarme porque era súper cerca. Entré junto a la profesora, qué suerte. Sana me miraba de forma intimidante, al parecer le molestó lo que hice, pero a mí me molestó aún más lo que hizo ella.

Las horas pasaron y pasaron hasta que se hizo de noche. Me llegó un mensaje, era Momo diciéndome si podía venir a mi casa. Me pareció extraño, ella supuestamente iba a estar con sus tíos, ignorando el hecho de que eran las 11 de la noche. Sin embargo acepté y le dije que aquí la esperaría, y así fue.

Cuando tocaron el timbre, fui a abrir la puerta, y lo primero que ví cuando lo hice fue a una chica levemente despeinada, con la piel erizada del frío y con lágrimas en los ojos notablemente refregados, llorando. Era ella. ¿Qué le había pasado? La jalé rápidamente del brazo y la abracé mientras ella mojaba la tela de la larga camisa que tenía en ese momento. La llevé suavemente hasta mi habitación para no despertar a nadie. Cuando llegamos, abrí la puerta y lentamente nos fuimos sentando en la orilla de mi cama sin dejar de abrazarnos.

Estuvimos en esa posición un rato más hasta que sus sollozos calmaron.

-¿Estás bien? ¿Qué pasó? -Pregunté sin apuros con suavidad y preocupación-.

-E-Ellos me criticaron e insultaron por ser lesbiana-. Dijo entre leves sollozos mientras se sorbía la nariz y su cabeza permanecía apoyada en mi pecho-.

Yo apreté más mis brazos alrededor de su cuerpo.

-No les hagas caso, no te dejes llevar por la opinión de los demás, sobre tú misma solo tu propia opinión manda, y la de nadie más.

-Pero ellos, s-siempre me apoyaron, pasé toda mi vida con ellos, y ahora quieren dejarme solo por esto-. Su tartamudeo era frecuente gracias al llanto-.

-Oye.. Tú puedes seguir adelante, incluso si nadie te apoya, debes seguir adelante, apoyándote a ti misma, es lo importante. Aparte, tal vez reflexionen y se disculpen en algún momento, ¿No lo pensaste? Tal vez tu noticia fue repentina para ellos.

-Gracias _____, d-de verdad, lo aprecio mucho.

-Tranquila, siempre estaré acá...

Luego de eso dejó de llorar y nos quedamos dormidas las dos juntas sobre mi cama.

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¡Espero que les guste la
nueva portada! 🥀