~Hermanastras ГSana y tú~

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En este momento estaba tumbada en el sillón de mi habitación el cual estaba frente a la ventana que daba vista a la hermosa luna creciente en este momento. Había ignorado a Momo y a Sana en todo el día(o Sana a mí) ,y también pensado en lo ocurrido. En realidad no sabía si tenía oportunidad de responder o Sana simplemente me ignoraría lo que queda de mi existencia. Aparte necesitaba un tiempo para pensarlo, y no lograría hacerlo con Momo todavía actuando como mi novia.

Me percaté de que mi celular sonaba y sonaba, eran mensajes de Momo. Tenía suerte de que mañana fuera fin de semana, no tendría que ver a nadie si no quería. Además de que debía estudiar. Decidí que tenía que contarle todo, ella no es solo mi novia, sino también una persona en la que podía confiar. Le dije que viniera mañana a la tarde a mi casa, ya había escuchado que Sana no estaría, no escuché dónde estaría pero lo importante es que en casa no era.

Ya era un poco tarde, me senté con la espalda en el respaldo de mi cama a estudiar un poco y cuando menos lo esperaba me quedé dormida sobre mis libretas.

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Me desperté por los rayos de sol en mi cara. Mis libretas estaban perfectamente ordenadas sobre mi mesa de luz al junto a mi cama y estaba perfectamente tapada con las sábanas y frazadas. Supuse que mi mamá lo había hecho al verme dormida sobre mis estudios así que me tranquilicé. Me volteé y allí estaba ella, durmiendo. Se veía tan pacífica y serena, me detuve a contemplarla aunque sean unos segundos, más tarde no tendría oportunidad de hacerlo así que aproveché la ocasión. La ví moverse un poco por lo que inmediatamente me levanté y me vestí por algo muy casual. Bajé las escaleras para encontrarme con mi mamá.

-Mañana tendremos una cena familiar, ¿Sabes? -Dijo al sentarme a desayunar, yo asentí-. Dile a Sana que se despierte.

Me puse nerviosa apenas escuchar su nombre. Volví a asentir y dudosamente subí las escaleras hasta nuestra habitación. Toqué la puerta antes de entrar. La ví allí, estaba durmiendo muy profundamente, tal vez demasiado. Me puse al lado suyo parada y comencé a llamar su nombre.

-Sana, Sana, despierta-. Dije por décima vez, decidí sacudirla un poco tocando su hombro-. Sanaaaa, despierta-. Volví a cantar alargando las vocales-.

Suspiré en gran frustración al no recibir respuesta alguna por parte de ella. La sacudí un poco más fuerte y ella se empezó a estirar, rápidamente le informé del desayuno anhelando que me haya escuchado y bajé las escaleras de vuelta.

El día fue normal, hasta que la puerta de mi casa fue tocada. Abrí yo, ahí estaba una sonriente Momo. Le di permiso a pasar y le dije que fuéramos a mi habitación.

-¿Por qué ayer me vas ignorado todo el día? Y Tzuyu estaba muy rara conmigo, por cierto.

Dijo al entrar. Yo le comencé a contar todo lo que había pasado, ella a veces solo abría los ojos de sorpresa y me miraba curiosa.

-Y no sé qué hacer... -Dije bajando la mirada cuando terminé-.

-Si sientes algo por Sana, pues ve con ella, a veces no todo es como queremos-. Ahora ella era la que miraba al piso-. Deberíamos tomarnos un tiempo para que lo pienses, si quieres.

Yo acepté, así que oficialmente Momo ya no era mi novia. Bueno, casi oficialmente. Ella se levantó de una forma un poco brusca pero tratando de disfrazar la brusquedad con tranquilidad. Sabía que en cierto punto le había molestado, pero eso no le gana a la comprensión.

-Bueno, nos vemos supongo-. Dijo ella sonriendo levemente-.

-Sí, nos vemos-.

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Actualicé dos capítulos en un día avisando que actualizaría uno porque quiero asustarlxs.