Capítulo nueve

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(Advertencia al final del capitulo)

—A ver ¿Qué tenemos?—una mujer de cabello marrón vestida completamente de verde menta con una mascarilla y guantes, se acercó al señor que estaba frente a la camilla mortuoria.

—Apuñalada en la cabeza, muerte instantánea. No hay mucho que destacar.—El señor le respondió mientras arreglaba sus utensilios para proceder a limpiarlos.

El cuerpo del anterior agresor de nuestro pelirrojo se encontraba en la camilla de acero inoxidable, camilla que usaron sus anteriores víctimas.

—¿Pasa algo? —Preguntó la mujer, sus cejas pobladas se curveaban en duda.

—Dejando de lado la herida, hay algo que no cuadra. —se quitó los guantes con delicadeza para tomar unos documentos que tenía detrás de sí. —Este hombre no era un híbrido.

—¿Cómo así?

—Bueno en sí, lo era pero lo único que tenía de híbrido era su apariencia, era un animal en el cuerpo de un humano.

—¿No todos somos así? —dijo con burla.

—Este hombre no tenía conciencia en sí. Era un completo animal sin razonamiento. Además encontré algo en su sangre, había una sustancia que jamás había visto en mis veinte años de trabajar para la medicina forense.—el señor le entregó los papeles—Lo mandé a analizar con Josué, pero lo único que sabe es que es un tipo de estupefaciente probablemente alucinógeno.

—¿Cómo la mayoría de drogas ilegales que tenemos?

—Es lo mejor que tenemos, hasta ahora.

—¿Entonces, me estas diciendo que hay un tipo de droga que lo enloquecía? Oíme hay un manga de Akimi Yoshida igualito.

—Yo sé que suena raro, tal vez no lo "enloquecía" pero definitivamente estaba en un estado psicodélico cuando cometió los crímenes, su descripción cabe en los casos anteriores, dientes chuecos, alfa, extremadamente fuerte y con un aroma pesado.

—¿Quién lo mató?—preguntó viendo el lecho muerto del hombre.

—Un tal, Samuel Breench. ¿Te suena?

—¿El supuesto "omega perdido"?

—Así es.

—Como crees—dijo riéndose un poco.

—No tenemos casi nada de información de él, pero según las pruebas de ADN sacadas de su apartamento todo concordaba con este de aquí. Su sangre estaba por todas partes—El señor explicaba mientras miraba su teléfono—Igual no le pongas mucha mente, ya cerraron el caso.

—¿Cómo? ¿Cuándo?

—Justo ahora. Ordenes de arriba.

—¿Qué tan arriba?

—No sé y no me importa, siempre y cuando mi salario siga llegando yo solo cumplo ordenes. Deberías también vos.

—Ni me digas, llevo mucho tiempo en esto para saber cuando me conviene y cuando no—La mujer empezaba a quitarse los guantes y demás mientras pensaba que todo eso era raro—Aunque sigue siendo raro.

—Raro es, ese Samuel y los asesinos, no me gusta nada de esto pero trabajo es trabajo, el muchacho se queda en el congelador hasta que alguien reclame su cuerpo, sino lo entierran en la fosa común, ve preparando el papeleo de antemano, si de verdad no es un hibrido no creo que tenga familia que vele por él.

—Oíme, ¿Vos crees que todavía hayan humanos en la Metrópolis?

—No estoy seguro, siempre pintan la metrópolis con perfección pero nosotros más que nadie sabemos como es en verdad, ese Samuel traído de las afueras, no sabemos nada en verdad. Pero hayan o no, concéntrate en cuidar a tu familia nada más.

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