《11》

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Taehyung está feliz, conseguir lo que quería lo hacía realmente feliz. Más si eso venía del mismísimo Jeon Jungkook.

Si tenía que ser sinceros, la camisa que tenía puesta no era la que él hubiera comprado. Sus gustos se inclinaba más para lo extravagante de la marca, pero entendía que eso no era de agrado del mayor. Su estilo conservado había elegido una camisa blanca con estampados en el cuello y hombros.

Pero lo importante era que tenía una maldita prenda Gucci comprada con él dinero del mayor y eso era muy satisfactorio. Verlo llegar con una caja de regalos, dirigida exclusivamente para él era el mayor logro de su vida.

Además la camisa estaba muy bien. Aunque le hubiera combinado con unos lindos pantalones orgados y sus ace metallic-stars. Ir descalzo y en boxer se estaba volviendo muy normal.

-- ¿Te gustó?.

-- Es hermosa. Gracias.

-- Ven.

Taehyung se acercó tomando asiento sobre uno de los muslos de Jungkook, quedando sus piernas entre las del mayor.

-- Debes hablar conmigo cada vez que quieras algo. Si te pones a llorar, apunto de entrar en depresión y querer matarme no puedo entenderte.

-- ¿Puedo pedirlo y ya?.

-- Puedes, sí. Te daré todo lo que desees.

-- ¿Lo que sea?. -- La pregunta había soñado un tanto... provocativa, sus miradas hacían contacto y decían lo que ellos evitaban nombrar.

-- Lo que sea. -- Y Jungkook lo había notado. La forma en que el menor había dicho esas palabras, la forma en la que relamío sus labios y posó sus templorosas manos sobre su pecho.

-- Yo deseo... yo... yo... te deseo, Jeon.

El acercamiento entre sus rostro pareció durar una eternidad, el rose de sus labios aún más, ninguno quería dar el primer paso, y era gracioso, porque Jungkook era el mayor y sabía lo que debía hacer. Pero también quería ver si su niño se animada.

Taehyung siempre lo llamaba cobarde, pero no es que lo fuera, sólo le gustaba hacer sufrir la espera a su menor. Según él, más esperaban mejor sería, y no estaba tan equivocado, el sentirse necesitado por acercamiento de ambas partes lo hacía diferente.

-- Bésame. -- Demandó el menor. Sus ganas de hacer caer a Jeon eran cada ves mayor y odiaría al universo ser quien besara primero.

-- Dije que no tendríamos sexo. -- Si, pero sólo el mismo sabía lo difícil que sería mantener su palabra. Taehyung lograba calentarlo con cada parpadéo que daba, desde la primera ves que lo vio había tenido ese efecto en él y seguía así por más que se negara.

-- No tendremos sexo Jeon. Tú me harás él amor. --

Fue entonces cuando la chispa terminó de encenderse.

Jungkook tomó por la nuca al menor y juntó sus labios por fin, saboreando el dulce néctar que la boca de Taehyung poseía. Había esperado por bastante tiempo y siendo sincero, su imaginación no sé comparaba en nada a como se sentía tener sus labios apretados contra los de su niño.

Para Taehyung era igual, había soñado tantas veces con su primer beso, pero sus sueños se vieron opacados por la realidad. Y la realidad era que estaba ahí, Jeon Jungkook estaba ahí, apretando su nuca para evitar que se separára, moviendo sus labios con total destreza, hundiendo su humeda y larga lengua para recorrer todo lo que pudiera dentro de su boca. Y él no hacía más que intentar seguirle el ritmo.

El momento de separarse llegó y sus respiraciones eran erráticas y cansadas, sus labios brillaban por la humedad que compartían y volvieron a juntarse. Mientras las manos del mayor lo ayudaron a acomodar sus piernas una a cada lado, Taehyung fue rápido desprendiendo los botones de la camisa del pelinegro.

Obsesión. ~KookV~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora