2. Todos al avión

321 33 16
                                    

🌻🌻🌻

El despertador sonó.

Pero no era un despertador de esos que rompen timpanos. No. Era uno mucho más amigable, con patas, lengua y unos ojitos azabache alegres.

- Buenos días, Maccachin... - murmuró Viktor, acariciando al perro.

Se desperezo y vio en la otra cama a Yuri, enredado entre las sábanas, con sus anteojos desacomodados y con un hilo de saliva recorriendo su boca. Viktor reconoció que se veía muy tierno.

Se acercó a su cama y lo zamarreo lentamente, mientras Maccachin se subía a su espalda y comenzaba a saltar.

- Buenos dias, Yuri - le susurró con dulzura Viktor, quitando unos cabellos de la frente del japonés.

Yuri apenas reaccionó murmurando palabras inentendibles. Se había quedado en vela preparando la ropa para las vacaciones y no había logrado descansar más que unas pocas horas.
Viktor se sobresalto con el sonido de una bocina. Yuri también, haciendo que se despertase al instante. Maccachin saltó y ladró corriendo hacia la puerta.

- Diablos - gruño Yuri. Tomó su celular y sus ojos se abrieron como platos - ¡Son las diez y cinco!

- ¡Yuri, Viktor! ¡Los están esperando afuera! - se oyó la voz de Minako.

- ¡Allá vamos! - anunció Viktor.

Yuri, apresurado, se quitó rápidamente el pijama y tomó la primera remera que encontró, olvidándose de que su entrenador seguía de pie, observandolo de arriba abajo.

Luego se calzo unos pantalones olvidando por completo colocar el cinturón, se colocó unas zapatillas rojas y blancas y tomó su maleta para salir corriendo.

Viktor hizo un esfuerzo para no reír.
Al asomarse a la puerta, vio a Phichit en su auto familiar. En el auto estaba manejando Celestino, su entrenador, quien aparentemente los acompañaría hasta el aeropuerto. Atrás, ya se encontraba Guang, abrazado a una mochila azul. El castaño tenía una cara de dormido peor a la de Yuri.

- ¡Viktor! ¡Yuri! ¿Qué esperan? - llamó el tailandés asomándose por la ventana del auto.

Yuri y Viktor fueron saludados por los parientes de la casa del japonés, entre abrazos, besos y algunas recomendaciones que apenas escucharon. Luego, cargaron las maletas en la parte trasera y subieron al auto, quedando Yuri en el medio y Viktor en la esquina. Celestino arrancó y Yuri saludó a sus familiares asomándose por la ventana trasera, mientras oia gritos como "cuidense bien" o "disfruten de la playa".

A pesar de todo, Maccachin no quedaba atrás. Él había decidido acompañarlos en su viaje, por lo que se quedó en el regazo de Yuri, ansioso por disfrutar de la playa.

- ¡Chicos! ¿Se quedaron dormidos? - preguntó Phichit a los recién llegados.

- Si no hubiese sido por Maccachin seguiríamos durmiendo - confesó Viktor - Especialmente Yuri.

- Lo siento - murmuró Yuri algo dormido.

- Descuiden. No pasa nada - replicó Phichit - Pero por cierto, Yuri, se te están cayendo los pantalones.

SUMMER TIME! [Yuri On Ice]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora