12. Un niño enfadado

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El día no le había iniciado bien.

Primero, recibió la ropa de Leo en la cara mientras este se cambiaba, despertando así con el horrible olor a transpiración. Diablos, ¿cómo el tipo sudaba tanto de noche?

Luego, durante el desayuno, las tostadas que le tocaron estaban quemadas.

- ¿A alguien le gustan las tostadas quemadas? - había preguntado.

Nadie le respondió. Nadie hizo el acto de caridad de darle una tostada no tan quemada. Yurio tuvo que soportar el agrio sabor incluso colocandole mucha mermelada.

Más tarde, cuando se dirigían a la playa, le tocó cargar ese día con los bolsos de ropa, toallas y bloqueadores, que por supuesto, tenían que ser pesados, además de tener que patear la pelota inflable ya que no podía cargarla en sus brazos.

- ¡Dejen de tomarme como mulita! - se quejó el ruso.

Cuando se instalaron, el sol estaba comenzando a ponerse fuerte. Georgi anunció una máxima de 38°C, y posiblemente para el mediodía ya todos estarían hechos papilla. Mientras todos se quedaban en bañador, Yurio se rehusó y se quedó bajo la sombra de una de las sombrillas con su remera de tigre puesta.

Mientras J.J., Chris, Minami, Sara y Mila comenzaban un partido de voley sin red, Yurio se limitó a quedarse allí sentado de brazos viendo como Minami, a pesar de su baja estatura, se las ingeniaba para poder anotar puntos en territorio enemigo. El calor estaba haciéndose notar, y prueba de ello era el sudor que Yurio estaba emanando, el cual era bastante perceptible por los demás.

- Diablos, Yurio. ¿Al menos te colocaste el desodorante? - le dijo Emil, quien pasaba por una botella de agua.

- Cállate - fue la respuesta de Yurio.

- Tomare eso como un no, asqueroso - contraataco Emil.

Yurio apretó los dientes, pero Emil se fue antes de que pudiera golpearlo.

Durante un buen rato Yurio se quedó mirando el horizonte, abrazado a sus piernas. Había dejado el teléfono cargando en el hotel, por lo que no podía entretenerse con él. Ignoró algunos comentarios que oyó a lo lejos sobre él, diciendo cosas como "se lo ve enojado" o "está más irritado que de costumbre".

Llegado el mediodía, la playa parecía el mismo infierno. Los chicos iban de aquí para allá buscando botellas de agua fría, y eso estaba irritando más al ruso.

- Yurio, ¿no tienes calor? - preguntó Georgi mientras lo observaba en su pequeño rincón aislado.

- No - negó rotundamente Yurio.

- Quítate eso, vas a morirte de calor - le indicó Emil.

- No - repitió Yurio.

- ¿Por qué?

- ¡Porque no! ¡No quiero!

Los chicos se miraron preocupados al notar gotas de sudor surcando su frente. Su rostro estaba completamente rojo, sus cabellos se le pegaban a la piel. Al ruso le costaba moverse.

SUMMER TIME! [Yuri On Ice]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora