7. ¿Celos?

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🌻🌻🌻

Yuri odiaba levantarse temprano, por lo que cuando Maccachin se lanzó sobre él y revisó su teléfono, que marcaba las nueve menos cuarto, comenzó su modo molesto.

Phichit ya había publicado la foto que había tomado el día anterior en un sector alejado de la playa colocando:

"Hemos tenido que cambiar de ubicación. Ahora nos encontramos en este parador y en el hotel Sweet Sea", junto con una ubicación puesta de otra parte de Estados Unidos.

Para compensar lo que habían perdido el día anterior, los chicos fueron más temprano a la playa, y para su alivio, los fans ya no se encontraban allí.

- Fue una buena idea - reconoció Phichit.

Guang se sonrojo.

Yuri, Viktor y Yurio fueron los que más se retrasaron, porque, al llegar a la playa, se encontraban cargando una tabla de surf cada uno.

- ¿Ustedes cargaron con esas tablas en sus maletas? - preguntó J.J. sorprendido.

- No, idiota. Las alquilamos - gruño Yurio.

Los tres se fueron a la orilla de la playa con sus tablas de surf listos para pasarla genial en las olas

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Los tres se fueron a la orilla de la playa con sus tablas de surf listos para pasarla genial en las olas.

- Oigan, ¿ellos tienen puestas las mallas...? - preguntó Georgi.

- Eso no se pregunta - dijo Otabek - Se disfruta.

- ¿¡Qué!?

Otabek se sonrojo como un tomate tras darse cuenta de que lo había dicho en voz alta.

- Sólo dije: ¿alguien quiere fruta?

En el agua (con mallas), Yuri y Viktor la estaban pasando genial. Sobre sus tablas iban surcando las olas mientras se mataban de la risa viendo como Yurio daba su máximo esfuerzo por usar su tabla como surfista, ya que se caía al agua reiteradas veces en un intento por asimilar a los otros dos.

- ¡La tabla está rota! ¡Es eso! - se excusó Yurio empapado en el agua.

- Si, claro, y Viktor no ganó cinco medallas - le dijo Yuri.

Yurio estaba enfurecido. Otra ola lo empapo antes de que pudiera ponerse sobre la tabla y cayó a la orilla de la arena.

- ¡Me rindo! - gritó.

Yurio regresó con su tabla a donde estaban los demás y, empapado con agua, se sentó en una de las reposeras, con un gesto de disgusto.

- Vaya, al gatito no le va bien el agua - rio Mila.

- Cállate.

En ese momento, Otabek le colocó una toalla sobre los hombros. Yurio lo miró desconcertado.

- No quiero que te enfermes.

Yurio se ajustó la toalla sin dejar de mirarlo. Aquellos ojos azabaches eran capaces de capturarlo y llevarlo a otro universo. Sus facciones masculinas adultas siempre hacían que algo se moviera dentro de él.

<<Adulto>>, recordó Yurio. Él era un adulto y él era menor.

¿¡Qué rayos pensaba!?

- Si no sabes como utilizar una tabla, te enseñaré ahora mismo.

Otabek le quitó la toalla y cargo a Yurio en su hombro hasta la orilla.

- ¿Qué haces? ¡Sueltame! ¡Sueltame! - chillo Yurio.

- Deja de lloriquear - le dijo Otabek.

Una vez que llegaron al agua, Otabek lanzó a Yurio (literalmente) a las olas. Yurio apenas pudo pensar cuando ya tenía a Otabek encima, en cuclillas sobre su torso.

- ¿¡Qué haces!?

- Utilizo una tabla.

Otra ola mojo a Yurio de pies a cabeza y noto que Otabek estaba sobre su cuerpo, acostado como si fuese una tabla de surf. Yurio podía sentir su respiración a centímetros de distancia, su piel mojada sobre la suya.

- Beka...

Otabek observó a Yurio con ternura. Verlo tan indefenso bajo su cuerpo adulto le daba risa. Le dio un suave beso en su frente y sacudió su cabello lleno de agua.

- Creo que no será necesario que alquile una tabla.

Mientras tanto, el resto de los chicos miraban la escena algo confundidos.

- ¿Utilizar de tabla? No entiendo - dijo Minami.

- Yurio es una tabla. Eso - le dijo Chris.

- ¿Una tabla?

- No tiene nada redondo, digamos.

Minami tardó un momento en procesar aquello, hasta que lo comprendió, y quedó un tanto traumado.

- ¿Eso quiere decir que Otabek y Yurio tienen algo? - preguntó Michele, cuya piel ya estaba llena de quemaduras.

- No. No, no y no. Otabek y Yurio no tienen nada. Sólo son amigos - declaró J.J. con algo de desagrado.

- ¿Y eso a que viene? - le dijo Leo, quien estaba cuidando de Maccachin.

J.J. no respondió. Simplemente miró el horizonte de brazos cruzados.

Aunque sinceramente, no estaba mirando el horizonte. Estaba mirando un rubio que estaba saliendo del agua con risas sonoras. Un rubio de corta edad, con piel pálida y ojos preciosos. Un rubio que probablemente lo odiaba, pero que él no.

Y también miraba con algo de odio a su compañía, el azabache, que estaba rodeando con un brazo al joven patinador.

- ¿Celos? - dijo Chris.

🌻🌻🌻

¡Hola a todos!

Vaya, vaya, alguien anda celoso por aquí O_O

Muchas gracias por sus votos y comentarios. No saben lo feliz que me hace que les guste la historia.

Espero publicar el próximo capítulo pronto.

The-Swan

SUMMER TIME! [Yuri On Ice]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora