26.

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—Jaebeom yo no se que decir 

—Solo di que si y te prometo que no te arrepentirás 

—Te amo tonto 

—¿Eso es un si? — la miro confundido. 

—Obvio que si baboso — se abalanzó contra él dejándolo de nuevo sobre el césped. 

(. . .)

Yang Mi se había enterado de la locura de sus mejores amigos, le daba una inmensa felicidad porque sabía muy bien como ambos se complementan, a pesar de su orgullo suelen ser muy unidos, pero no podía evitar sentirse vacía. Después de todo seguía intentando alejar esos pensamientos, no podía evitarlo pero que mas podía hacer. 

El tiempo pasaba rápido, mas de lo que esperaba y con ello volvía a desaparecer el sentimiento de vacío era solo un mal recuerdo. Su relación había florecido a pesar de no tener la misma intensidad que antes, pero dejo de restarle importancia. 

—Puedes creer que el próximo año nos graduaremos — decía viéndola fijamente — además de que te tengo una sorpresa preparada para ese día 

—Vaya un año de espera, que conveniente Sehunnie 

—Oh vamos Yang Mi será genial te lo prometo, es mas no vas a querer dejarme después — le guiño un ojo. 

—Estas loquito Sehun 

—Pero por ti Yang Mi — beso su frente provocando un color rojizo en las mejillas de la castaña — no me canso de decir lo afortunado que soy de tenerte 

Después de un rato con Sehun se quedo pensativa por la supuesta sorpresa que le tenía preparada, esperaba que no fuese una propuesta de matrimonio porque ¿quién podría estar listo para dar ese gran paso?. Un pensamiento fugaz vino a su mente, recordó aquella vez que pensó que podría pasar eso con su hermanastro, de la nada empezó a reír porque había sido muy tonta al pensar que eso llegaría a pasar en un futuro. 

—Estas bien, ¿qué te dijo Sehun para que te rieras así? — dijo entrando a la habitación. 

—No fue por Sehunnie, es que recordé algo muy tonto es todo 

—Eres rara — dijo simulando una mueca de asco — no me toques 

—Así me amas, sino fuese pro mi no tendrías a croissant 

—Si bueno quien te quiere — dijo abrazándola. 

—Convenenciero,  te dicen BamBam 

[...]

Había llegado el invierno y con él un nuevo Yugyeom, estaba de vuelta en su hogar los mayores estaban contentos de tenerlo de vuelta, sobre todo la señora Kim pues no es fácil enviar a tu hijo lejos, lo abrazo como nunca al verlo, también el menor la abrazo lo necesitaba, quería sentirse protegido como cuando eran esos días lluviosos y le daba miedo que se fuese la luz, siempre corría a los brazos de su madre o de su padre. 

—Que gusto tenerte de vuelta en casa hijo — sonrió acariciando su mejilla para abrazarlo de nuevo. 

—Ma estas asfixiándome — dijo algo incomodo — pero si es bueno estar en casa 

—Lo siento, mírate como has crecido 

—Ma no crecí, solo cambie mi actitud — sonrió — dejare mis cosas e iré a verlo 

—Yugyeom hace mucho no vas, ¿estas seguro de ir? — solo asintió con la cabeza. 

Después de volver a su habitación, desempacar todo sintió ese vació porque le hacía falta verla de nuevo, escuchar su voz mientras habla sola, o solo verla ahí en el jardín leyendo su libro favorito. Salió de la casa y se dirigió al cementerio a verlo, sentía la necesidad de pedirle disculpas por no ir a verlo, por no charlar con él, por olvidarse de él. Cuando llegó se dio cuenta que estaba limpia aunque las flores estaban marchitas echas casi polvo. 

ꜰᴏᴄᴜꜱ ᴏɴ ᴍᴇ × ᴋɪᴍ ʏᴜɢʏᴇᴏᴍ ×Donde viven las historias. Descúbrelo ahora