Ya habían pasado dos meses, Yang Mi ahora sabía que tendría mellizos pero aun no sabe el sexo de cada uno, aun no le decía nada a Yugyeom quería que fuera una sorpresa, el la notaba distinta mas feliz, mas radiante y sabía bien que algo le estaba sucediendo.
—Vaya no lo puedo creer Yang Mi, felicidades aunque no se que harás teniendo tres niños — dijo su mejor amiga burlona.
—Bueno será difícil pero tengo un arma secreta
—¿Cuál es esa?
—Un cucharon — dijo seria.
—¿Un cucharon?
—Así es, cada que cocino algún pastel y Gyeomie mete mano le pego con el cucharon — su mejor amiga la miraba sorprendida, su mejor amiga ahora se comportaba como una niña de 12 años.
—Lo dices tan orgullosa, te sientes bien — dijo tocando su frente — creo que estas loca
—Si bueno me siento bien, estoy muy feliz y nada puede arruinar mi felicidad
—Si me doy cuenta, pero déjame decirte que son las hormonas
—Arruinas mi felicidad, que mala amiga eres — dijo pegándole suavemente haciendo reír a Min Ra, ahora ambas estaban con los hombres de sus vidas y tenían hijos bueno en si solo Min Ra.
Platicaron de muchas cosas como que ya esta algo cansada porque el pequeño Jae no los deja dormir, pero es muy feliz porque toda su familia deseaba que llegara ese momento. Regresó a su casa después de un rato, las luces estaban apagadas, una luz se reflejo en la pared de la sala, era un video con imágenes de ellos, miraba el video con atención, también había pequeños fragmentos de videos de sus cumpleaños, de fondo se escuchaba la voz de Yugyeom que narraba una historia.
—Dos niños se conocieron sin saber lo que vendría después, aquel niño se enamoró cuando la vio ahí escondida tras las piernas de su padre, sin duda era el sueño mas hermoso que había tenido porque ella era una princesa — escucho su risa — aunque le hizo la vida imposible por algún tiempo siempre supo que era la razón de su existir, le devolvió la esperanza de ser feliz, esa princesa era la única capaz de calmar su alma inquieta, la que estaba ahí pendiente de él, la que nunca se rindió y hoy esta ahí justo frente a mi, la mujer con la que despierto todos los días, la que daba conciertos privados en su habitación, la que ama las pijamas de ositos, que odia las pasas pero ama las uvas por eso y mas, quiero compartir el resto de mis días con ella ... ahora me dirijo a ti Lee Yang Mi, no puedo pensar en otra cosa que no seas tu, porque eres parte de mi alma, gracias por llegar a mi vida y complementarla ¿me concederías el honor de convertirte en mi esposa?
—Yugyeom esto es hermoso, claro que quiero ser tu esposa
—Te amo Yang Mi — la abrazo por los aires, le coloco un anillo sencillo que significaba todo — eres mi mejor regalo
—Bueno hablando de regalos, ya no solo tendrás que aceptarme a mi solamente — dijo con una mueca, causando la confusión de Yugyeom.
—¿A que te refieres?
—Pues es que, ya no soy solo yo
—¿Estas bromeando?
—No, estamos emabarazados
—Yang Mi te amo, te amo — tomo el abdomen de la castaña de forma graciosa — hola bebé, soy yo tu papá
—Si bueno otro pequeño detalle — la miro atento — son dos
—Son dos
—Si
El menor corrió hacia la ventana misma que abrió y grito que sería padre de dos pequeños haciendo reír a Yang Mi, lo mas chistoso de esa situación era que un vecino grito felicidades ahora déjanos dormir. Volvió con ella y no paro de abrazarla, besarla, decirle cosas a su abdomen que no se veía ni un poco abultado, ahora eran una familia.
La mañana llego y con ella un feliz pelinegro que le llevo el desayuno a la cama, estaba sorprendida por el comportamiento de Yugyeom, nunca lo había visto tan feliz. Aunque ella estaba igual se reflejaba mas en él, lo que le parecía divertido. Fueron a su antiguo hogar para dar la noticia, aunque el único que sería sorprendido será el señor Lee, cuando llegaron fueron bien recibidos, charlaron de todo hasta que llego el momento de dar la noticia, se encontraban en el jardín tomando una refrescante limonada.
—Bueno tenemos algo que decirles — dijo la castaña nerviosa — nos vamos a casar
—Felicidades a los dos — hablaron ambos adultos.
—Bueno esa no es la mejor parte — hablo el menor — vamos a tener mellizos van a ser abuelos
—Venga Yugyeom, donde pones el ojo pones la bala — abrazo al menor, mientras que ambas mujeres estaban avergonzadas ante el comentario del señor Lee.
Regresaron bastante tarde a su hogar, ahora tenían que planear una boda, la decoración de los cuartos de sus hijos, los nombres para los mismos aunque era demasiado pronto porque aun no sabían exactamente que sería cada uno pero eso no le restaba emoción.
—Ya sabes como le pondrás si es niña — dijo llamando su atención.
—No lo se, supongo que le pondré el nombre de nuestras madres
—Eso me parece excelente, yo quiero un mini yo
—Los dos tendrán algo de ti, por tanto serán dos mini tu
—Todavía mejor, aunque también serán dos mini tu
—Si lo se, mas te vale comportarte Kim Yugyeom —lo miro seria — o tendré que usar el cucharon
—Eres malvada
—Así me amas — rio divertida.
<últimos capítulos>
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ꜰᴏᴄᴜꜱ ᴏɴ ᴍᴇ × ᴋɪᴍ ʏᴜɢʏᴇᴏᴍ ×
FanfictionSiempre era el mismo problema, no podía controlar sus impulsos, arrogante y patético a la vista de los adultos. -¿Por qué debo hacerte caso? -Porque soy tu madre y me preocupas Yugyeom -Tanto te preocupe, que cuando murió creíste que la solución era...