Capítulo IX

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Me levanté, la cabeza me daba vueltas. Habían hojas de papel por todas partes, borradores, tachones, tinta. Pero no estaba la parte final. ¿Donde carajo la dejé? Sábado, genial, va a ser un día especial, lo sé, el nuevo color me sienta mejor de lo que pensé, ojalá le guste tanto a Martín como a mi.

Por fin encuentro el papel que necesito, de repente vuelvo a sentir una gran ansiedad. Quiero escribir, lo necesito. Tomé un bolígrafo y un sobre, "cuando esperes algo con ansías" y en esa hoja mis nervios desaparecieron. Firmé

Del afán queda solo el cansancio; con amor,

Bati

- horas mas tarde, en un auditorio-

Las palabras de Natalia me llegaron como una flecha al corazón, y mientras las decía solo podía pensar en Bati, en que lo mas grande que dejaba a un lado finalizando esta etapa era a ella. Ella no era una buena amiga, era una amiga, de las de verdad.

El nuevo tinte le sienta de maravilla, es un poco mas oscuro que antes en la raíz, y poco a poco se va degradando hasta convertirse en rosa pastel. Cualquiera se hubiera visto horrible, pero ella se veía simplemente espectacular. El rojo oscuro le resaltaba con la palidez de la piel, tiene los labios de un rojo que solo puedo describir con la palabra seductor. Aún no le he visto el vestido, la toga lo cubre, pero lo veré pronto.

La siguiente en tomar el micrófono fue mariana, fueron unas palabras bastante adecuadas, todas exactamente en su lugar. Al final hizo una que otra broma que nos hicieron olvidar de la nostalgia creada por las palabras anteriores. Mariana es de esas personas que logran sacarle lo bueno a todo lo malo, también me va a hacer falta esa muchacha.

Los últimos minutos no preste mucha atención, mi cabeza me estaba jugando una mala pasada, había salido de los encantos de mi pelirroja para hundirme en la última discusión con Emma

-gracias a ti no aprobé, eres un estúpido Martín

Pero eso no era cierto, si Emma no había aprobado, no era por bruta ni por mi culpa. Era falta de disciplina y problemas convivenciales. La siguiente en hablar era Bati, quería escucharla atentamente pero no dejaba de pensar en Emma. Debo prestarle atención, ella trabajo arduamente por esas palabras.

Y como era de esperarse rompió todas las barreras de lo que es bueno, no estuvo bueno, fue excelente. Cada párrafo estaba en su lugar, cada palabra una emoción. Mi pelirroja si que tenía talento, nadie sabe evocar emociones como ella, nadie sabe despertar sensaciones como ella. ¿Se puede pasar de tristeza a lujuria? Si, con ella todo es posible, es única.

Salimos de la graduación cuando todo terminó, nos quitamos las togas. Bati tenía un vestido negro, con una franja rosa pastel por la zona de los muslos, el corte era en strapless. Y el vestido sobrepasaba su estatura por seguro. El vestido era ajustado en el torso lo cual reflejaba una cintura envidiable. Se había cortado el cabello hasta un poco mas abajo de los hombros, lo llevaba semirecogido y semihondulado. Hoy esta mas hermosa de lo normal, cualquier muchacho voltearía verla. Ella es hermosa, es una belleza oscura, pero sigue siendo hermosa.

Fuimos a comer al restaurante italiano que tanto le encanta. Ordenamos la especialidad de la casa, la conversación nos fluía. Todos los que se encuentran en el restaurante la miran, hoy tiene un brillo especial, como si tuviera la luna en sus hombros.

-¿de qué necesitas hablar conmigo?- me sorprendió
~bueno, no hay afán para tocar el tema ya- llamé al camarero y le pedí que trajera lo que le había encargado
-bueno, si la hay. Me estoy muriendo de la curiosidad- llegó el camarero con una rosa roja oscura, la más hermosa que vi en toda la ciudad, había comprado la que era
~bueno. Si tienes tantas curiosidad, será mejor que empecemos ya
-dale
~Bati, me pareces una niña hermosa, perfecta. Y no voy a mentir, me gustas- le entregué la rosa- ese papel que cuelga del tallo no lo puedes abrir hasta que estés en soledad absoluta en tu habitación
-pero, Martín tu te vas
~por eso mismo. No quiero irme sin decirte como me siento- me acerqué a ella mas de lo debido
-gracias por la rosa, huele muy rico- tomé su mentón con mi mano, delicadamente
~ no hay de que- y la besé, no pude resistirme a quitarle el rojo del labial, a saborear sus labios.

La noche transcurrió rápidamente, solo acompañados por una que otra risa cómplice, un piano suave y las velas que iluminaban las mesas. Nos olvidamos de la conversación sobre mis sentimientos. Reímos, discutimos, sentimos nostalgia, amor y deseo. Pero lo mas importante, nunca nos soltamos las manos. La acompañé hasta la puerta de su casa. Y entonces me invitó a pasar, me enseñó la casa y de último su habitación. Habían hojas por todas partes y un cuadro en proceso. Digo en proceso porque el boceto estaba pintado a la mitad. Era una joven que observaba por una ventana al mar. El día era nublado, y el cuadro me inspiraba una nostalgia inexplicable, era hermoso, pero triste; no muy lejos de allí había una guitarra.
-¿sabes tocarla?
~si- dijo algo avergonzada
-adelante, tócame algo
~no me gusta tocar si alguien no canta
-no soy bueno cantando, tu tienes más cara de cantante.
~promete que no te burlarás
-prometido

Al principio me costó reconocer la melodía. Cuando empezó a cantar supe que canción era " I lived~ OneRepublic" un auténtico himno a la vida, pero de esa guitarra, de esa voz suave y desgarradora sonaba tan triste. La canción se había tornado oscura, y era aún más hermosa.

-Tocas guitarra igual de bien de como escribes, y cantas mejor de lo que pintas

~gracias

Esa pelirroja si que estaba llena de sorpresas, si el camino a la felicidad fuera persona de seguro sería como bati. Sólo sorpresas, y al parecer hecha a partir de contrastes.

Nos despedimos de beso, el más largo que le había dado. Espere afuera un tiempo, la vi en su ventana. Me saludo y abrió la ventana.

-"deja de acosarme, tengo dueño"
~ah si, ¿quién es el afortunado?
-se llama Martín
~bueno doncella, no siendo mas, me retiro. Que su príncipe sepa aprovecharla

-en una habitación fría y solitaria-
Que su príncipe sepa aprovecharla, fuerte. Tomé la rosa con mis manos, inhalé su aroma de nuevo, como a primavera. Tomé el papel que estaba en la rosa en mis manos, lo abrí

-<<Cuando de amor se trata,
Pienso en tu rojo cabello.
Una ilusión evocar,
Así te siento.

Cuando de ayuda se trata,
Tu mano busco.
Una verdad que mata
Y aún así no me asusto.

Cuando de amistad se trata,
Eres la única.
Como una gata,
Que viene y va;
Y siempre vuelve a casa.

Se siente bien sentir tus abrazos
Tus labios,
Se siente bien amar
Amarte en todo lo que eres,
Mi amiga, mi compañera
Me haces perder la razón;
Eres mi adicción.

~Martín >>-

¿Amar? Eso es una palabra demasiado grande para alguien que hasta hace poco veía sólo amistad. Encendí un cigarrillo, lo necesitaba, demasiado para procesar. Nada es perfecto, y esto que acaba de empezar tampoco lo será.

El idioma del vientoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora