Capítulo IV

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Faltan trece días para que se vaya, lunes, al menos no tengo parcial hoy. Trece es el número de la mala suerte ¿no?. Aprobar inglés desde noveno fue la mejor decisión de mi vida, cinco horas semanales libre, no tengo porque llegar temprano los lunes, una hora más de sueño, al final, la vida siempre tiene algo bello.

Tome un cigarrillo y un bolígrafo y escribí en el cigarrillo: ''Martín '' lo encendí, y poco a poco fue desapareciendo ese nombre, yo lo estaba inhalando, estaba inhalando a Martín, y ahí estaría en mi organismo, en alguna parte. Tal vez con la nicotina en el cerebro, o en residuos de carbono en los pulmones, o simplemente confundiendose lentamente en mi sangre. Tome un sobre, y una hoja. En el sobre escribí: "si llega a pasarme algo y te dejo"
Tome el bolígrafo con una profunda nostalgia, y las lágrimas brotaban simultáneamente con las palabras. Sentimientos de toda índole se refundían en esa hoja que hace pocos segundos era blanca. No me tome mucho tiempo escribiendo en ella, todo salió como avalancha, y de repente toda la hoja estaba llena. Hora de firmar, puse el típico: "con amor," que pongo al final de mis cartas, pero no puse bati, puse mi nombre, el real.

Abrí mi correo, y encontré la respuesta de aceptación de la universidad que quería. Bueno, al final, la vida no es tan mala; aún se pueden construir sueños en ella. 7:30 AM, carajo voy tarde.

-media hora más tarde, en el gimnasio de una secundaria-

Justo a tiempo, taxistas, ¿que haría sin ellos? Siempre a tiempo gracias a ellos. Deportes, buena manera de empezar el lunes. <sonido de silbato> hora de empezar el juego.
¿Y Martín donde esta?
-hola bati
~hola isa
-¿cómo estas?
~excelente, y ¿tu? ¿Cómo te fue en el parcial?
- bien. Bueno, tu sabes que yo no soy buena en nada de eso
~ojalá obtengas una buena nota
-gracias
~discúlpame, hablamos más tarde, voy a calentar

Y antes de escuchar una palabra más, salí a correr. Le di un par de vueltas a la cancha a toda velocidad, tal vez unas diez o más. Suficiente, hora de hidratarse y estirar. Carajo, no traje agua, genial.
-ouch, ten más cuidado boba
~lo siento bati, no quería pegarte con el balón
-dale nata, sigue dándole duro a esa cancha

Hoy nata está un poco más alegre de lo normal, y digo un poco porque se le nota más tranquila, una sonrisa de felicidad. No creo que este pensando en nada más que en el balón que tiene en las manos, cuando ella juega, se le nota la pasión por ese balón. Alegría, tristeza, frustración, felicidad, euforia, esperanza, el baloncesto le da todas las emociones que necesita, y se las hace sentir a flor de piel. Baloncesto, la palabra con la cual es más fácil relacionarla. Después de todo ella misma lo quiso así; ¿su equipo? Su segunda familia ¿el balón? Su vida ¿sus sueños? Nacen en esa cancha, con cada drible, rebote y doble ritmo que hace. ¿Las lecciones de vida? Las aprende ahí, con cada victoria y derrota, cada vez que salta y vuela por unos instantes y cuando cae también.

-los equipos de a cinco por orden de lista, sin discusiones- dijo el profesor, y todos se organizaron, listos para jugar

-en el salón de inglés, con la maestra Sara-

Rogarle a una profesora, genial. La manera más linda de empezar un lunes. Debí haberme puesto las pilas desde principio de trimestre

-bueno, joven Martín. No puedo recibir sus trabajos, tiene varios ceros al parecer, pero las otras notas que tiene reflejan un buen proceso, si aprueba el parcial con 4.5 o más, de por seguro que inglés le quedará aprobada con superior. De lo contrario nos veremos en cursos de refuerzos, que tenga buen día

~Pero, profe, necesito algo más seguro. Voy a la universidad de Londres y necesito calificaciones fenomenales en inglés

-Bueno Martín, debió pensar en eso a principio de su bachillerato

No le voy a rogar más a esa señora, además ya se me hizo tarde para deportes.

~Bueno, de todos modos gracias profe, que tenga buen día

Cerré la puerta y me fui. Si apruebo ese parcial le daré algo a bati, ella es la que se merece el crédito de todo. A propósito ¿como estará?, ojalá que mejor que ayer. ¿Preocuparme por inglés? No más, ya tengo la carta de aceptación y la visa. Tengo los cimientos de mi nuevo camino, todo saldrá bien, lo sé. Tal vez no deba ir a deportes, o a ninguna otra.

-en la tarde, en una habitación fría y solitaria-
Violet hill- Coldplay.
-alo
~hola bati, ¿que hicieron hoy?
-nada grande, todos los profesores se están despidiendo y eso
~ósea... ¿Cero tareas?
-aja
~¿alguien me extraño?
Quería decirle a gritos que sólo yo, que fue el día más largo que he tenido, porque no vi su hermosa sonrisa ni sus ojos azules, pero no, tengo que controlarme
-todos, hoy hablamos de a donde vamos y cartas de aceptación. Todo eso, tu sabes
~ ¿ah si? Cuéntame pues
Le dije que me habían aceptado en la universidad de los niños de papi y mami, que isa iría a dos distintas y que en la segunda parte de su carrera compartiría universidad con nata, quien entro a la universidad que tanto quería. También le hablé de otros compañeros, y entonces se acabaron los veinte minutos, y hasta ahí llego la felicidad para mi.

Baje y me hice un café, negro, de los que me encantan. Mañana hay parcial de español, genial. Cero estudio. El molesto del ruido del pájaro, debería cambiarlo, mensaje de Mariana <<voy a colarme un rato en el club deportivo de una u ¿vienes? >> no lo pensé ni dos veces, dije que si.

Mariana es una gran persona, me ha brindado una gran amistad, es algo distraída y a veces le da la bobada, pero es una gran persona. Muy incondicional y noble, de seguro vamos a pasar una buena tarde.

A pesar del pesado de tráfico llegamos a tiempo, había una cancha de baloncesto monumental, un paraíso para cualquiera que disfrutara jugar. Mariana salió corriendo a los brazos de lo que parece su novio, mientras que yo observaba al resto de los muchachos calentar. Uno, especialmente llamo mi atención, uno Rubio, algo torpe y con una sonrisa amplia. Tenía una sombra de barbita más profunda, no más de tres días sin afeitar, pero si que le quedaba bien. Eso es lo que llamo destino

-distrayendo ojo, ¿no?
~jajajaja no, el número once de blanco, que estaba viendo tiene dueña
-¿por qué sabes?
~simplemente lo se, oye, ¿esto es parte de un torneo o algo?
-si
~¿cuándo vuelve a jugar tu novio?
-de este viernes en ocho
~gracias
-¿por qué la pregunta?
~bueno, el número once recibirá una visita de su dueña.

El idioma del vientoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora