Capítulo XXI

28 1 0
                                    

Primera semana en Londres, no ha ido del todo mal. Lucas ha sido un excelente compañero, muy cordial y atento. Y menos mal es español, no podría si tuviéramos que hablar en ingles. Por otra parte esta Lorna, es una escocesa que vive en el piso de abajo de la residencia. Es muy atenta, sale a trotar conmigo y de paso desayunamos juntos. Ella y Bati tienen algo en común, ambas comparten ese aire oscuro y misterioso que las caracteriza.

Lorna es un poco mas alta que Bati, es rubia, pero tinturada. Tiene facciones finas y no muchas formas, unos ojos celestes gigantes a los que siempre acompaña con maquillaje oscuro para resaltarlos aun mas. Es fácil cruzarme con ella, Lucas esta enredado con la compañera de ella, Valentina, una sarda bastante ruidosa.

Estos tres personajes han sido muy amables conmigo, todos me han brindado ayuda y de paso de todos he recibido invitación a pasar Navidad con ellos. Las rechacé, voy a pasar Navidad con Natalia, promesas son promesas, tal vez ellos deberían unirse a nosotros. Mañana se lo propondré.

No he hablado con Bati en dos días. ¿Estará bien? Eso espero, es lo único que puedo esperar. No he dejado de pensar en ella. De como me gustaría que cuando empezara a nevar ella estuviera acá. Tomar chocolate juntos, hacer guerra de nieve, muñecos de nieve y hasta ángeles de nieve.

-¿estas ocupado?
~no lorna, sigue por favor
-gracias
~Lucas esta con Valentina, y no sé. Pensé que tu y yo podríamos salir a comer algo, si tienes tiempo y quieres, claro.
-vale, suena perfecto para mi

Salimos a un restaurante italiano que funcionaba veinticuatro horas y que de paso queda cerca a la residencia. Ordenamos pizza de peperoni. Lorna llevaba una coleta alta y uno que otro cachito por fuera; no llevaba mucho maquillaje, y no tenía ropa ajustada, como es usual.

-¿que es lo que mas extrañas de tu país?
~la comida definitivamente
-pero no es tan mala aquí
~claro que si, estoy harto del pescado con papas
-es rico
~claro que no
-¿y extrañas a alguien?
~por supuesto, a mi familia
-ah si, yo también. Me refiero a alguien mas que a tu familia; quizá una chica
~también, le dicen Bati, es una chica espectacular- saque mi movil y le mostré una foto de los dos, juntos. La tomamos en el cena de celebración de nuestro grado
-es una chica muy bella. Y también muy afortunada de tenerte a ti
~no me tiene, ya no somos nada. Le terminé por una carta, llevo dos días sin saber de ella, y me estoy volviendo loco.
-El que tu no la tengas a ella no significa que ella no te tenga a ti. Estas loco por ella

Hablamos de Bati esencialmente en esa cena, me dolía hablar de ella. Probablemente ya había conseguido a alguien mas, a alguien mas guapo, mas atento, mejor novio.

-en ese mismo momento, en un lugar muy lejano, en una habitación fría pero no tan solitaria-

-si, estoy de lo peor. No dejo de pensar en Martín-
~vamos Bati, no es el fin del mundo, es solo un muchacho
-no, no es solo un muchacho, es mi sol
~venga, no seas trágica compañera, todo mejorara
-cállate, tu eres feliz con tu muchacho. Ustedes hicieron click desde el primer momento que se vieron, su historia va para largo.
~eso no lo sabe nadie, en cuanto al destino no tenemos mucha opción de cambiarlo

Me sentía un asco, sola, rota, perdí todo. Nata podía decir de todo pero no conseguiría animarme, las cosas no eran tan fáciles, ella no entendía lo que yo estaba viviendo. Tal vez nunca lo haría, o tal vez si. No sé y verdaderamente en esto no hace diferencia, estoy sola y eso no va a cambiar pronto.

Mariana me ha llamado un par de veces hoy, no le he contestado, va a hacer la pregunta del millón. ¿Cómo estás? Y yo desconozco esa respuesta. Tampoco escuché cuando sonó el celular, llevo todo el día tocando mi guitarra. Los sentimientos intentan desvanecerse con cada nota, pero aun no lo hacen.

~¿qué tal si ponemos un poco de música?- me pregunto
-vale
~escoge la primera
-Space bound- Eminem

<<Nobody knows me, I'm cold, walk down this road all alone
It's no one's fault but my own. it's the path I've chosen
to go
Frozen as snow, I show no emotion whatsoeverso >>

Así me sentía, nadie me conoce. Sentí un flechazo por Martín desde la primera vez que lo vi. Y cada vez la herida sangraba mas y mas; mi cuerpo había perdido cualquier fortaleza que aun quedara. Te fuiste Martín, debiste haberte llevado todo contigo. Llévatelo ya, no quiero sentir mas, no quiero sufrir.

Lárgate Martín, lárgate ya. No quiero mas de ti, pronto te veré. Una semana y estaré allí, estaremos juntos de nuevo, el tiempo no nos habrá borrado. Subiremos al london eye, y caminaremos por Oxford street, estaremos juntos. Todo estará bien

-muy lejos de allí, en la escalera de una residencia estudiantil-

-Martín escúchame, esa mujer es una arpía
~lucas cálmate, no pasará nada
-no te la cargues, preocupate por Bati
~no va a pasar nada, déjame ir ya que ella ya está arriba esperándome
-no digas que no te lo advertí

Subí, y allí estaba Lorna. Preciosa, como siempre, la invité a seguir. Se sentó en mi cama; yo en la silla de mi escritorio. Hablamos un rato. Luego ella se acercó, se acercó mucho; me besó. No quise resistirme, ella era demasiado irresistible, seguí su juego. La tomé de la cintura y la acerqué más a mi, los besos cada vez eran más apasionados, más lujuria. Y entonces ya no hacia frío en esa habitación, y la ropa nos sobró. Quince cartas llenas de amor fueron testigos de la pasión de esa noche, quince cartas vieron cuando Lorna y yo fuimos uno.

El idioma del vientoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora