perfectly wrong (skam españa; alejandro)

tres : película favorita en tres

La verdad no estaba tan arrepentida. Habían parado a cargar gasolina, y era como la una de la mañana. Ya sabía que su hermana mayor era un fraude, la pequeña estaba con el pesado ese, y ella se encontraba con el ex de Nora.

Todo mal.

Y a pesar de eso, se encontraba comiendo un burrito felizmente junto a ese chico con el que solía ir al insti.

- Juguemos a preguntas a lo random - Isabella frunció el ceño.

- Eso ni siquiera existe - dijo ella con la boca media llena.

- Cuando no hables con la boca llena te haré caso.

- Idiota.

- Primer pregunta - dijo él - ¿Nora anda con otro?

La chica tragó.

- Primero que nada, me siento utilizada - reclamó - y segundo, no.

- Tú vas.

- Okay, tu... ¿canción favorita del momento?

- Dance Monkey. ¿Crees que le guste a tu hermana?

- Otra vez, primero que nada que asco con esa canción - dijo ella - y segundo si, la verdad es que si pero...

Los ojos de Alejandro se agradaron.

- Te quiere superar.

El chico hizo una mueca.

- ¿Ya mero nos vamos?

- No. Tu película favorita en tres, dos, uno... ¡Pulp Fiction!

- ¡Volver al futuro!

Ambos se miraron y rieron, negando con la cabeza.

- Eso fue ridículo.

- Lo sé. - Isa rodó sus ojos. Tal vez las cosas no estaban yendo tan mal, solo tal vez - Ven, quería que vieras algo.

Isabella frunció el ceño. Alejandro no era así, esto era demasiado raro. No estaba yendo para nada bien.

- ¿Cuánto te debo?

- Nada.

La chica negó.

- Es en serio.

- En serio, nada.

- Alejandro...

Un silencio. Isabella se levantó por un jalon de parte del chico y caminó más rápido de lo normal porque él la venía arrastrando.

Llegaron a una banca en la plena acera, que daba a un terreno abandonado. Estaba lleno de pasto crecido demás, pero las estrellas se veían perfectas arriba del pasto. Isabella sonrió.

- ¿Quieres chocolate?

La castaña frunció el ceño.

- No.

- Bueno aquí hay.

Se quedaron sentados en aquella banca varios minutos hasta que se sintieron exhaustos.

- Si insistes en lo del pago... - dijo Alejandro - Hay una opción. Puedes salir conmigo en una cita.

La respiración de Isabella se cortó.

- ¿Eh?

- Eso, una cita.

- De repente ya no quiero pagar.

- Si no lo haces... - Isabella miró a Alejandro. Oh no, lo iba a hacer. Y lo iba a disfrutar - le diré a Nora que te besé.

- ¿Bromeas? - dijo ella - No... tú no...

Alejandro alzó una ceja, y de su bolsillo sacó el teléfono, dispuesto a escribirle a Nora.

Isabella miró las estrellas de nuevo. Le pidió a cada una que le diera fuerza y coraje, y con esto asintió.

- Okay.

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