-¡Hyung, no me refería a esa banana, ni a ese melocotón!-Chilló el Omega al ver como su pareja traía entre sus brazos una banana y dos enormes melocotones.
-¡De qué hablas, es lo que pediste, una ensalada de frutas con banana y melocotones!
-¡Joder...
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SeokJin tomó con fuerza a YoonGi, apretando con leve fuerza el cuello del Alfa.
—¿Qué carajo hiciste Min?—Preguntó mientras respiraba con fuerza y algo de impotencia. Deseaba romperle la cara, tú deseas romperle la cara.
—N-no hice nada.
—Dejate de mierdas YoonGi, ¿Acaso eres tan poco Alfa para engañar a tu Omega?
—SeokJin, no sabes ni lo que hablas, estos son problemas de pareja de JiMin y míos, ¿Acaso yo me metía en tus problemas cuando estabas con ella?
—Cierra la maldita boca.
—¿Acaso crees que eres capaz de obligarme a algo? Joder, ambos sabemos que si me diera la gana te estaría dando golpes, pero a mi cachorro le afectaría verme así de imbécil, de la misma manera que HoSeok te estaba observando con miedo ahora mismo.
SeokJin parpadeo rápidamente, soltando de inmediato al Alfa y guiándose para ver a su Omega, este aunque le intentaba calmar con una sonrisa sus ojos se encontraban llenos de pequeñas lágrimas.
Soltó un suspiro y camino hacia HoSeok y JiMin, rogando que HoSeok no se alejara de él, pero esta reacción nunca llegó, sintiéndose en paz cuando su precioso Omega le abrazo. HoSeok era todo lo bueno que tenía en este mundo.
—JiMin, vamos a casa.—YoonGi habló bajito y con cariño, aunque JiMin se encontraba llorando, simplemente asintió y camino hacia YoonGi.
—Lo siento por las molestias hyungs...
—Mariposita, si sucede algo más, llamame, estaremos ahí de inmediato.—JiMin asintió y retomó su camino con YoonGi a su lado.
Su apartamento no estaba muy lejos de la universidad, así que como siempre decidieron caminar, hablaban poco, intentando que el ambiente de alguna manera de volviera más ameno para ambos.
YoonGi soltó un suspiró y se lleno de un poquito valor.
—Caramelito, ¿Acaso crees que sería capaz de engañarte?
JiMin miró el suelo y negó suavecito, estando seguro que YoonGi no sería capaz de hacerle algo tan feo, pero aún así, su lobo se sentía ofendido y algo deprimido. Hizo un pucherito.
—Tenías el olor de otro Omega, ¿Qué pensarías si yo llegaría a ti con el aroma de algún otro Alfa?
YoonGi de tan solo pensarlo se sentía sumamente celoso.
—Perdón, pero no me dejaste explicarlo, el olor que tenia encima era de alguien que conozces.
—¿Ah?—JiMin alzó su cabecita, encontrándose con una pequeña sonrisa de YoonGi.
—NamJoom regresó.
Oh, oh, oh, oh, YoonGi no es norteño.
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A lo que me refería era en el chiste que a YoonGi no le iba al incesto.
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