-¡Hyung, no me refería a esa banana, ni a ese melocotón!-Chilló el Omega al ver como su pareja traía entre sus brazos una banana y dos enormes melocotones.
-¡De qué hablas, es lo que pediste, una ensalada de frutas con banana y melocotones!
-¡Joder...
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Namjoon sonrió al ver a su pequeña entre los brazos de JiMin.
Ciertamente el omega era bonito, al igual que trataba a los niños de maravilla, entendía completamente el amor que le tenía Yoongi a este.
Escucho la puerta principal abrirse, así que giró y se encontró con dos Alfas, a Min YoonGi riendo y a Kim TaeHyung con cara de "Joder, ojalá me atropellara un auto", TaeHyung camino con pasos perezosos y cansados hacía el incómodo sofá de la pequeña sala, dándole una sonrisa por saludo antes de caer dormido en el sofá, en una incómoda posición que NamJoon no pudo averiguar si siquiera no se habría roto el cuello cuando si cuerpo choco con la superficie.
Quizás no estaba muerto. Solo quizás, más tarde se aseguraría de que respirara.
Volvió su vista hacia su primo, seguía justo en la entrada de la casa, sonreía como un idiota, mirando con ojos de amor a JiMin, estaba seguro de que si le pedía su cartera se la daría solo para poder seguir observando al menor, y joder ¿Por qué no intentarlo?
Se giró, asegurándose que JiMin siguiera con su pequeña, y con pasos casi silenciosos se acercó hacia su primo.
—Oye, imbécil, dame algo de dinero.—El Alfa solo chisto y metió su mano a su bolsillo, sacando su cartera y dándose la de manera algo brusca para que no le siguiera molestando, concentrándose en observar a su bonito Omega, junto a la cachorro de su prima.
Quizás no era mala idea, criar junto a JiMin alguno que otro mini YoonGi o JiMin, solo para tener aquella bonito imágen de manera seguida.
NamJoon sonrió victoriosa y salió casi corriendo, tomando de la mano a JiMin y jalandolo para que le siguiera, pasándose de manera rápida al lado de YoonGi, que no le dió tiempo de reaccionar, solo frunció el ceño al no poder seguir observando a su pequeño.
JiMin solo seguía a la mayor, sin entender que demonios pasó, pero justo cuando las puertas del ascensor estaban por cerrarse, un consiente YoonGi salió del apartamento.
—¡NamJoon, hija de puta!—Grito el alfa, mientras que JiMin se giró para mirar la mayor que sonreía de manera victoriosa, mientras le enseñaba el dedo del medio con su mano derecha y con la izquierda tenía aquella cartera bien conocída por él.
Y las puertas se cerraron de golpe, casi pudo escuchar la cara de su Alfa impactar contra estás, mientras seguía maldiciendo a NamJoon.
JiMin solo pudo pensar dos cosas:
Ojalá la pequeña Woo no empezará repetir los insultos de YoonGi. Ya que si eso sucedida el mismo se encargaría de cortarle las sagradas bolas de YoonGi.
Y a la chingada, se compraría algo bonito.
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Hola JAJAJAJJAA
insultos aquí——>
Amor aquí———>
En fin tuve un año de pandemia difícil, perdón por todo este tiempo, pero regresé, intentaré crear un horario para las actualizaciones de todas mis historias, gracias por sus mensajitos y preocupación<3.
