Capitulo 3 (parte 1)

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James se encontraba en el gimnasio que habían habilitado para ellos en el estudio de grabación. Algunos días tenían ratos muertos de varias horas entre la grabación de una escena y otra, por lo que habían conseguido varias máquinas con las que los actores podían mantenerse en forma y a punto.

La película, que contaba una historia distópica de un futuro en guerra les obligaba a todos a estar bien fuertes.

James llevaba ya media hora de entrenamiento cuando John, un compañero de rodaje, llegó a su lado.

—Así que ayer cenaste con la Bruja de Vil. No era una pregunta.

—¿Y tú cómo te has enterado de eso?—interrogó James tras levantar la barra con las pesas.

—Hay fotos en varios blogs y foros.

—Cierto, me olvidaba que eres don cotilla y don obsesionado por lo que dicen los medios

Como quien no quiere la cosa, John se apoyó en la barra que James estaba levantando, dejando solo parte de su peso sobre ella, el suficiente como para hacer sufrir a James.

—¡Quita de ahí! —exigió con los dientes apretados por el esfuerzo.

John rió y se apartó, viendo como James apoyaba la pesa en su lugar de descanso y se sentaba en el banco. Con una toalla, se limpió el sudor que cubría su frente.

—¿Y qué tal fue?

—Raro —confesó James a la pregunta de su amigo.

—Todo lo que esa chica suelta por su boca es raro. Sé más específico.

—No, verás es que… No sé, tío. Parece como si aquí en el estudio se hiciera la tonta o algo. Ayer la vi bien espabilada.

—¿Le dijiste lo del contrato nuevo?

—Sí, ¿y sabes qué? Me dio el pésame.

—¿El pésame?

—Dice que acabo de sentenciar mi carrera durante años.

—¿Te ha amenazado?

—No, no. No lo decía porque ella fuera a hacer nada en mi contra, sino porque al hacer dos películas adolescentes de gran tirón me iba a encasillar y me iba a costar salir de ahí

—¡Mira quién fue a hablar! Miss Dibujos Animados.

—Ahí está el problema, que lo dijo desde su propia experiencia. ¿Y si me he equivocado al aceptar esa nueva saga?

—Sin duda, te has equivocado.

—¿En serio? —James miró a su compañero, descorazonado.

—Sí. Rescinde tu contrato ya mismo y así consigo yo el papel. Tendrían que haber cogido mi cara bonita y no la tuya.

James le tiró a la cabeza la toalla con la que había estado secándose el sudor.

—¡Puaj, qué asco! —se quejó el otro, poniéndose en pie y alejándose de la toalla como si estuviera intoxicada.

—¡Venga, hombre, si la escurres y embotellas mi sudor seguro que puedes hacer la nueva fragancia de moda entre las chicas! Para algo voy a ser una estrella adolescente.

—¿Para embotellar tu sudor?

—Desde luego no será para follar mucho

—Oye, que los actores con muchas fans de entre 12 y 16 años mojan mucho.

—¿Y no van a la cárcel?

—No, porque ganan lo suficiente para atraer a muchas chicas mayores de edad. ¡Es un plan genial, James! Tienes hordas de fans en miniatura y montañas de dinero para atraer a las chicas 90-60-90.

—¿Fans en miniatura?

—¿Cuánto puede medir una chica de 12 años?

—Mi hermana medía 1,50 con 12 años.

—¡Tío, un hobbit! O una hobbita, en este caso.

—1,50 es lo que medía tu última novia, cacho burro. Los hobbits miden poco más de un metro.

—Bueno, el resultado es el mismo. Tendrás fans para hacer que tu nombre sea conocido y dinero para hacer lo que te dé la gana. ¿Qué hay mejor que eso?.....

Luces, camara ¡corazon!!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora