Capitulo 7 (parte 1)

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-¿Dónde se habrá metido esta niña? -interrogó Sean, mirando hacia todos lados.

Por la entonación que le dio al «niña» era obvio que en su mente estaba usando una palabra totalmente distinta.

James, cruzado de brazos a su lado, miraba también hacia todos lados, pero no había ni rastro de Emma. Una par de chicas, nerviosas como ellas solas, se acercaron para pedirle un autógrafo y James, sonriente y amigable, les firmó y posó con ellas para una foto.

-¡Ya he llegado, ya he llegado! -oyó de pronto la voz de Sue a sus espaldas, y se giró para mirarla-. ¡Ni que por cinco minutos fuera a morirse nadie!

El tono agudo de la joven se le clavó en los oídos. ¿Al final había podido ir Sue? ¿Se había recuperado lo suficiente como para no necesitar a Emma? Le dedicó una sonrisa a las dos chicas a las que ya les había dado el autógrafo y se acercó a Sean, que en aquel momento hablaba con Sue, aunque se quedó un poco por detrás.

La joven, con gafas de sol, un vestido azul y blanco informal, y unos botines de tacón negro, llevaba un bolso diminuto colgado del brazo en un gesto de lo más pijo.

Se sintió desilusionado al saber que no era Emma. ¡Qué lástima!

Sean, refunfuñando algo que no llegó a entender, le dijo a uno de sus ayudantes por señas que la conferencia podía comenzar y tan solo unos segundos después por los altavoces sonó una voz que los iba presentando a todos:

A Sue, a Sean, a James y a Elisabeth, la autora del libro. En la alargada mesa tenían los asientos asignados, así que Sue y James se sentaron juntos en el centro de la mesa, con Sean a un lado y Elisabeth al otro.

La entrevista comenzó con una pregunta para Sean en la que le preguntaban si había notado la diferencia de hacer películas con un presupuesto ajustado a esta nueva aventura fílmica, donde el presupuesto era bastante abultado. Después, le preguntaron a Elisabeth sobre qué le había parecido el proceso de adaptación de su libro a la gran pantalla.

A James le preguntaron por su personaje y por todo el trabajo que había tenido que hacer para parecerse a él.

La pregunta para Sue, que llegó en cuarto lugar, fue:

-¿Sue Johnson, al final ha tenido ya tiempo para leerse el libro?

-¡Uhhhh! Eso ha dolido. Tengo un anti-fan por aquí, ¿eh? Me gustaba más la pregunta que le han hecho a James. Pero sí, caballero, ya he terminado de leerme el libro. El primero y el segundo, por cierto. Leo lento, pero leo, ¿eh?

De nuevo una tanda de preguntas para cada uno y volvió a tocarle a Sue.

-¿Sue, qué le dirías a la gente que ha criticado tu presencia en la película y que afirma que no vas a estar a la altura?.

Aun sabiendo que se trataba de Sue, James sintió un poco de pena por ella. Los periodistas ibas a comérsela viva. La joven podía tener detrás a una horda de fans y de paparazzi, pero los de la prensa de verdad no la tenían en mucha estima.

-Les diría que se esperen a ver la película. Y puesto que seguro que quienes me critican son los fans originales de la saga, los que ya se entusiasmaron con los libros, les diría: ¿no dicen que no se debe juzgar un libro por su cubierta? ¡Pues que se apliquen el cuento!.

Otra ronda de preguntas y una vez más, un periodista le lanzó una pregunta peligrosa a Sue.

-¿Y podría hablarnos sobre los rumores del mal ambiente que hay en el set de grabación?

-De los rumores se encarga la prensa del corazón, no yo.

-De acuerdo. -El periodista no iba a dejar escapar la oportunidad-. Entonces reformulo la pregunta: ¿qué me dice sobre las noticias que nos han llegado de que usted y su compañero de reparto, James Petersen, no se llevan bien?

Durante unos segundos, todos en la mesa se quedaron estáticos. ¡Los periodistas sí que sabían dar dónde dolía! Sue fue la primera en reaccionar y lo hizo girándose hacia James.

-¿Tú y yo no nos llevamos bien? -interrogó.

A él no se le ocurrió otra cosa que encogerse de hombros y poner cara rara, como diciendo «no sé de qué hablan». Sue se giró entonces hacia los periodistas y dijo con desparpajo:

-James y yo nos llevamos estupendamente, ¿cómo no voy a llevarme yo bien con un chico tan guapo? Pero... -Pareció dudar un instante-. Venga, sí, os voy a contar la verdad. James y yo estamos en una competición continua por ver quién es el más sexy del plato y eso a veces lleva a situaciones de alta tensión. De hecho, la competición ha hecho que nos pasemos el día haciéndonos putaditas entre nosotros. James -dijo girándose hacia él.-¿qué fue eso que dijiste de mi aliento en la escena del beso?.

La boca de James quedó abierta durante dos segundos, el tiempo que el joven tardó en reponerse de la sorpresa. ¡

Era Emma! Se inclinó hacia delante en la mesa y supo improvisar una respuesta para explicar su cara de asombro:

-Yo... bueno, se suponía que no tenías que haberte enterado, pero sí, dije que el aliento te olía mal.

-No, no, ¿qué fue exactamente lo que dijiste? -interrogó ella, mirándolo a los ojos.

-Que tu aliento podía matar ratas.

-¡Exacto! ¿Y sabes por qué olía así? Sabía que teníamos que rodar esa tarde la escena del beso y me fui a comer a un restaurante indio donde pedí doble ración de las comidas más apestosas y fuertes de sabor que pude. Te la debía por lo del agua con sal embotellada que me diste a beber.

Se oyeron algunas risas entre los periodistas y aquello animó a James a decir:

-Ya decía yo que aquel olor y ese sabor no podían ser naturales.

El actor vio como la joven escondía las manos debajo de la mesa y se las restregaba por el vestido en un intento de secar el sudor. ¡Pobrecilla! Sin pensar mucho en lo que hacía, le pasó el brazo por encima y la acercó a él como si fueran amiguísimos. Dirigiéndose a la prensa, dijo:

-Así que la pregunta estaba bien como al principio. Nuestra mala relación son rumores (falsos, obviamente), no noticias.

Antes de quitar el brazo de los hombros de Emma y volver a apoyar su espalda en el respaldo de su asiento, aprovechó para susurrarle a la chica:

-Lo estás haciendo muy bien. Hasta yo me he creído que eras Sue.

Emma le dedicó una ligera sonrisa de agradecimiento y después volvió a concentrarse en los periodistas. La entrevista se alargó casi media hora, pero Emma supo responder sin problemas y mucho arte a casi todas las preguntas que le hicieron.

James estaba ciertamente admirado. Aquella chica podía ganar un Óscar y el título de Miss Ocurrencia, pues tenía cada salida para esquivar las preguntas lanzadas a mala fe por los periodistas... y todo manteniendo la apariencia y la forma de hablar de Sue.

Cuando se dio por terminada la conferencia y atendieron a los fans, James se llevó a un aparte a Emma.

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holaaaa chic@s ... espero que hayan pasado un bonito fin de año y año nuevoo . Que este 2015 todo les salga estupendo.

Luces, camara ¡corazon!!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora