Capitulo 4

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—¡Venga, James! Ponle algo más de pasión.

James no aguantó más y se separó de Sue con cara de auténtico asco. La chica no le había hecho caso a su petición y el aliento le olía (y sabía, que era lo más asqueroso) peor todavía que el día anterior.

—Tengo que parar un momento —pidió, rodando por la cama y poniéndose en pie.

Una de las ayudantes corrió a darle su camiseta, pues estaba desnudo de cintura para arriba.

—¡Y yo quiero irme, no te jode! —Oyó que decía la voz de Sue detrás de él.

Puso los ojos en blanco y se dirigió hacia Sean, el director.

—Necesito algo para matar el aliento de Sue —le dijo a Sean en voz baja al llegar a su lado.

— Un chicle, un caramelo, lejía, lo que sea.

El director, de unos cuarenta años, le dio una palmada comprensiva en el hombro a James, pues él también odiaba a la actriz protagonista que los productores le habían endosado.

—¡Paramos durante cinco minutos! —anunció.

—¡No, de eso ni hablar! —se negó Sue.

—He quedado esta noche y no pienso llegar tarde porque este macho man de poca monta no sepa besar.

—¿Has quedado esta noche? —interrogó Sean.

— Pues como lo siento, pero te recuerdo que tenemos varias entrevistas una vez terminemos de rodar.

—¿¡Qué!? Durante las últimas semanas James había llegado a odiar el tono de voz que Sue utilizaba en sus exigencias y acusaciones. ¡La muy niñata! Vio que Sean abría la boca para decir algo, pero lo retuvo posando una mano sobre su brazo.

—Tú graba, y por Dios, que esta sea buena —le suplicó, con cara de pocos amigos.

Se giró hacia Sue, se quitó la camiseta y avanzó con decisión hacia ella. La odiosa actriz se quedó paralizada sobre la cama, mirándolo con ojos agrandados por la impresión. En aquel momento James supo con certeza que a Sue le gustaban los chicos malos.

Luces, camara ¡corazon!!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora