La nieve dejó de caer en la montaña de Hwangnyeongsan y en su lugar, el sol salió anunciando la primavera que se avecinaba. Los pájaros cantaron felices en las grandes copas de los árboles y los conejos saltaron contentos entre las hiervas del prado verde que comenzaba a crecer. El aire que se respiraba era refrescante y lleno de esperanzas, como si estuviera anunciando que nuevas vidas estaban por nacer. Y la mañana era rica en toda su extensión, con los peces en el agua y los ciervos alimentándose en el bosque.La manada Jeon caminaba a través del sendero de rocas, regresando a su hogar luego de horas nocturnas en custodias. Nadie se atrevía a hablar o a decir algo, pero sus estómagos gruñían todas las palabras que la naturaleza lobuna quería oír. Por lo que se escondieron detrás de una roca y cuando miraron a los ciervos tan indefensos comiendo el césped, Myeong quien iba a la cabeza, movió sus orejas y en un solo instante, los árticos estuvieron encima de aquellos animales, desgarrándolos con sus colmillos los cogotes y entusiasmados por la fortuna de comida. Todo fue aullidos desesperados y mordiscos después, los lobos Jeon comiéndose plácidamente a lo que quedaba de la carne de los ciervos y dejando una porción gigante para su glorioso alfa.
Quizás, ya era hora de regresar.Cuando Jungkook escuchó el aullido de Myeong, salió del río sujetando los peces que había pescado con la boca, y comenzó a correr entre las hiervas crecidas y las ramas puntiagudas. Trotó con rapidez y sintió el aire fresco golpeándole en la cara y ah, esta era su vida.
Su vida sobre cuatro patas, cazando en solitario y reuniéndose con su manada para degustar de los deliciosos alimentos. Saber que todo había regresado a la normalidad, luego de un mes bastante ajetreado en donde había dejado al lobo extraño triste sobre la nieve y escapó de su pesadilla, lo hacía feliz. Pero ahora nada de eso importaba, Jungkook había vuelto a tener su lugar en la manada y su vida regresó a como siempre lo había sido.
A él, siendo el rey del bosque entero.
¿Quién era Park Jimin? Se rio en su mente, solo había sido un sujeto extraño al cual, había utilizado para deshacerse de su ridículo celo que no había vuelto a tener y su lobo, estaba tranquilo y emocionado de volver a ser el mismo.
Por lo que cuando llegó hasta donde estaban sus chicos, mostró la tiara plateada en su frente diciéndole a todos los lobos que estaban allí, que él era el jefe y que siempre será así. Porque Jeon Jungkook era el alfa argentum de la manada Jeon y nadie podría quitarle su lugar.
Aulló, dejando los peces en la tierra y olfateó a la carne de ciervo que sus pulgosos habían guardado para él. Comenzó a comer con demasiada urgencia, como si fuera que no había comido en años. Y quizás aquello debería realmente de preocuparle, porque desde hacía unas semanas atrás, su apetito había cambiado por completo. Jungkook nunca había sido de comer mucho, pero ahora podía tragarse a una decena de liebres en un bocado y seguiría teniendo más hambre. Incluso había fantaseado por las noches, a la carne de oso pardo fresca, haciéndole gruñir el estómago.
Y cuando comía demasiado, terminaba vomitando y sintiéndose mareado, cayéndose a la tierra en lección de que no debía comer más. Pero todo aquel malestar se esfumaba cuando dormía unas cuantas horas y después le aullaba a la luna en el cielo, contándole sus molestias.
"Últimamente estás comiendo mucho, Jungkook" su hermana gruñó en frente de él, cuando Jungkook se paró sobre sus patas y comenzó a vomitar todo lo ingerido sobre el pasto. Se odió a sí mismo otra vez, diciéndose que no podía competir con su apetito abrumador y que tirar toda la comida era un desperdicio. "Comes tanto y después lo tiras como agua, ¿estás bien?".
"¿Acaso nuestro alfa está enfermo?" una omega, preguntó entre lloriqueos. "No quiero que nuestro joven Jungkook se enferme"
"Estoy bien" Jungkook dejó de tirar toda la comida y se acercó a sus lobos, echándose sobre la tierra e inclinándose sobre sus patas delanteras, mirándolos a todos. "Estoy comiendo mucho porque no comí por una semana debido al celo, eso es todo"
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Aurum • Jikook
FanfictionPark Jimin es un alfa abandonado que renunció a su naturaleza y decidió vivir en la gran ciudad junto a los humanos, comenzando una vida normal. Sin embargo, la ruptura de una relación lo deja devastado y queriendo huir de todos los recuerdos, empre...