El Sueño de Timantti

Capítulo 30

La primera fase del torneo escolar había terminado y el San Martín mantenía su racha ganadora.

Los jugadores del San Martín se tomaron un merecido descanso para regresar con más entusiasmo a las canchas y luchar por el objetivo, el campeonato escolar.

Fran aprovechaba los días libres que no había entrenamiento para visitar a su novia, Timantti.

Timantti seguía con su recuperación y milagrosamente ya había dejado las muletas para caminar con ayuda de un bastón, su juventud y ganas de recuperse la mantenían fuerte.

Su novio nunca la dejó sola en todo momento, estuvo con ella desde el momento de su lesión y Timantti lo valoraba mucho, a pesar de su corta edad, Fran siempre le demostró a Timantti lo maduro que era y ella le gustaba que fuera así.

Las semanas seguían pasando y Timantti en compañía de su mamá y Fran iba en camino al hospital para revisar que todo estuviera bien con su rehabilitación.

El médico revisaba a Timantti mientras su mamá y Fran esperaban afuera.

La mamá de Timantti y Fran aprovecharon el momento que estuvieron a solas para conversar.

- Fran, quiero que sepas que eres un buen niño y me alegra que quieras mucho a mi hija, te lo agradezco de todo corazón.

- No tiene nada que agradecer, señora, soy yo quien está agradecido con usted por dejarme hacer feliz a su hija, Timantti es la niña más buena y más noble que he conocido y estoy orgulloso de ser su novio y quiero confesarle que cuando crezca me gustaría casarme con ella.

- ¡Vaya!, esto me deja muy sorprendida y muy feliz, no cabe duda que eres un niño con muy buenos sentimientos y creo que serás un gran esposo para mi hija.

- Le agradezco mucho sus palabras, señora.

- No me lo agradezcas, es la verdad y por favor, ya no me digas señora, puedes llamarme mamá suegra.

- Así lo haré, mamá suegra.

La mamá de Timantti le dió a Fran un gran abrazo con mucho cariño dándole así la bienvenida como nuevo miembro de su familia.