Capítulo 15. Está bien.

1.7K 123 5
                                    

Genial, ¿y ahora qué? Seré bocazas, esto me pasa por no haberme quedado calladito, durmiendo. Bruno me miraba extrañado, no tenía ni idea de lo que se me pasaba por la mente en ese momento. Yo estaba nervioso y el silencio de Bruno no ayudaba.

-¿Qué es eso tan importante que me tienes que decir? -preguntó.-

Tragué saliva y repasé detenidamente mis palabras, pero no fui capaz de articular ni una. Bruno suspiró y apartó su mirada, para fijarla en encender un cigarrillo y metérselo en la boca. Mi mente se quedó en blanco. Estaba tenso y antes de decir algo precipitado, prefería callarme. Tengo que tener cuidado con las cosas que digo, y con este chico. Nunca se sabe qué podría estar pesando.

-¿Y bien? -preguntó tras soltar una bocanada de humo.- 

La mirada de Bruno sobre mí me ponía tenso y no me dejaba pensar,  así que decidí callarme.

-Nada, olvídalo. -dije dándome la vuelta y caminando hacia la habitación.-

-Está bien.

Yo me frené. ¿De verdad, es eso lo poco que le importo? ¿Es eso lo que se preocupa por mí? ¿por saber que me pasa? ¿Es qué no quiere saber por qué estoy así? 

-¿Eso es todo? ¿"Está bien "? - pregunté dándole la espalda.-

-Sí. -contestó fríamente tras darle otra calada al cigarrillo.-

-¿Pero qué te pasa? -dije dándome la vuelta y mirándole a los ojos.- ¿Por qué actúas así, ahora? Sé que soy un pesado y que no sé hacer nada bien, pero por lo menos no me des de lado. Últimamente, evitas pasar tiempo conmigo, me rehuyes cuando te pregunto algo y me ignoras si te hablo. ¿Pero qué te pasa?

-No me pasa nada.

-Bruno, -Dije haciendo una pequeña pausa y clavando mis ojos en los suyos.- ¿por qué me mientes?

Bruno se sorprendió y en seguida apartó la mirada. Fijó la vista en el suelo, pensativo.

-Si lo digo, todo se acabará. -soltó con una cara de inmensa tristeza.-

-No entiendo ¿qué es lo que se acabará?

-Tú no podrías entenderlo. -respondió fríamente y se levantó del sofá.-

-Pero si me lo explicas, yo...-dije acercando mi mano a su brazo.-

-He dicho que no, Eric. -Me interrumpió y apartó mi mano.-

Bruno se acercó al gran ventanal y suspiró mirando hacia afuera.

-Vuelve a la cama, por favor. -Me dijo si  apenas mirarme.-

Yo me quedé anonadado. ¿Pero por qué me trata así?

-¿Qué te ha pasado? Antes no eras así.

-Tú no eres nadie para decirme eso, tú no sabes nada. -soltó sin preámbulos, ésta vez sí me miró a los ojos, pero era la primera vez que veía tanto desprecio en su mirada.-

-E-está bien. -respondí distante.-

Bruno reaccionó enseguida, y se dió cuenta de lo que había dicho. Yo me dí la vuelta, dispuesto a entrar en la habitación, pero él me frenó agarrándome del brazo.

-Eric, lo siento, yo no...

-No, si es verdad lo que dices. Yo no soy nadie. -le interrumpí, sonriendo fríamente y me solté de él.- Siento haberte causado tantas molestias.

-Eric, espera yo...

Yo cerré la puerta antes de que él pudiera terminar la frase. No quería escucharlo más. No quería terminar peor.

¡No te dejes llevar!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora