Cap4

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Aizawa

La veo concentrarse más de lo que es necesario para lanzar una simple pelota. Suspiro de mal humor. De verdad que esto no es lo mío, mi paciencia no llega a tanto.

-Se va a hacer de noche- le reclamo haciendo que se sobresalte un poco.

Si soy  honesto, no sé qué esperarme. La mayoría de las pruebas las ha hecho bastante mal, pero está en concreto, con su habilidad debería serle casi tan sencillo como a Uraraka.

Unos segundos después (por fin) lanza la pelota con bastante potencia. El viento me golpea intensamente en la cara haciendo que tenga que cerrar los ojos para que no se me meta arena en ellos. Con la fuerza con la que ha salido disparada la bola incluso me atrevería a decir que conseguirá superar a Bakugo, que ha sido el segundo, de momento al menos.

Espero a que el aparato que tengo en las manos indique la distancia de una vez. Miro de reojo a Katsuki, que parece más molesto que de normal y hasta un poco preocupado. Maldito niño, que obsesión con ser el mejor en todo...

¡Pip!

-893 metros- anuncio en alto

Enseguida sus compañeros se acercan a felicitarla, todos menos el rubio que parece querer arrancarle las manos. La cara de asombro de Weber me indica que ni tan siquiera ella esperaba el resultado. Eso solo confirma que no conoce lo suficiente su habilidad ni sus límites.

-Deberías haberlo hecho mejor- digo serio, y esta vez no es simplemente por ser borde, lo digo de verdad.

Pero no ha estado tan mal.

Ella se cruza de brazos y levanta una ceja. No aguanto esa actitud suya de "no tienes razón". La tengo, joder. Vamos a tener problemas a lo largo del curso, de eso estoy bastante seguro y solo estamos al segundo día.

-Descanso de 10 minutos- les comunico en cuanto los últimos dos alumnos acaban la prueba.

Lo necesito yo más que ellos.

Camino un poco para alejarme de todo el ruido que está haciendo la clase. En realidad queda poco para la hora de almorzar, podre deshacerme de ellos por ¾ de hora.

Cuando por fin suena la campana sin decir nada me encamino hacia mi taquilla de la sala de profesores para coger la comida. Tengo bastante hambre, no me ha dado tiempo a desayunar esta mañana antes de salir de casa, me he quedado dormido más de treinta minutos. Apenas y he podido a prepararme algo para el descanso.

Me cruzo con demasiados mocosos por los pasillos. No paran de reírse y hablar demasiado alto. Yo con 18 no era tan escandaloso. Siempre he apreciado la tranquilidad y el orden. Nada de eso ha cambiado desde entonces supongo, en todo caso me agrada la soledad aún más que en aquellos momentos.

Una vez tengo la caja de bento entre las manos subo a la azotea con la mayor prisa posible. Me siento en el borde, con los pies colgando y me dispongo a comer. No es el almuerzo más esplendido que me he preparado: salchichas, arroz y brócoli.

Por suerte no soy un negado con la cocina, porque con la cantidad de tiempo que llevo viviendo por mi cuenta me habría muerto por desnutrición a este punto. No soy el mejor del chef del país, ni mucho menos, pero me apaño de sobra. Tampoco me quedo de otra, no iba a vivir de comida a domicilio.

A los pocos minutos escucho la puerta por la que yo he llegado aquí abrirse. Me giro esperando encontrar al conserje haciendo guardia, ya que la hace de vez en cuando para asegurarse de que no hay estudiantes aquí arriba. El acceso aquí está prohibido, sin embargo vengo básicamente todos los días.

Para mi sorpresa a quien veo es a una de las estudiantes, para más señas una de mis alumnas; Mei Weber, como no.

-No deberías estar aquí- le digo a los pocos segundos.

-Usted tampoco- me responde antes de sentarse en el suelo.

-Touché. ¿Piensas quedarte aquí?- es "mi lugar". Siempre subo cuando estoy muy estresado, para estar solo precisamente. Silencio, soledad y unas vistas geniales.

Ella resopla, se levanta y camina hacia el extremo contrario, quedando detrás de mí, así no puedo verla. Eso ha sido inteligente por su parte.

-La próxima vez que subas te castigaré y lo reportare al director- le informo. Por mucho que no la tenga delante no me apetece compañía extra.

-Vale, ¿y cómo explicará que usted también estaba aquí arriba?- no hace falta que me gire a mirarla, sé que está sonriendo.

-Niña no seas insolente. No subas, no hay nada más que discutir, es una orden.

-Ya... todo es una orden- reclama. Antes de que le conteste algo desaparece.

Vaya, acaba de usar su habilidad para bajar, eso no me lo esperaba. Igual no es tan inútil como pensaba. Por la tarde tendrá los suficientes obstáculos para demostrarme si me equivoco o no. Sin embargo, no es el primer año que doy clases, tengo buen ojo para esas cosas. Sí, todos van a mejorar, más o menos, a lo largo del curso, pero hay habilidades que llegadas cierto punto no dan mucho más de sí.

Cementoss se encargara de modificar el circuito para adaptarlo a cada uno de los alumnos de la clase, y así poder forzarlos más a usar sus habilidades al límite. Se verá que son capaces de hacer.

¿Cuántos inútiles tendré?

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Jelouu

En principio intentare actualizar todos los miércoles y sábados, si no me es posible sera solo uno de los dos días, pero si que subiré uno a la semana MÍNIMO

Si, profesor [Aizawa Shota]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora