Si, profesor [Aizawa Shota]

Cap12

Mei

-Weber- escucho de repente la voz de Aizawa diciendo mi nombre haciéndome saltar ligeramente en mi silla. Levanto la vista y todos mis compañeros me están mirando atentos.

-¿Qué?- pregunto perdida. Llevo inmersa en mis pensamientos gran parte de la mañana. El profe suspira y pone los ojos en blanco antes de hablar.

-Voy a hacer como que no llevas toda la mañana ignorándome por completo y voy a repetir lo que he dicho, porque lo último que me apetece es aguantaros. Como he explicado ya, parece ser que la biblioteca esta desordenada a niveles que complican enormemente encontrar cualquier libro. El director me ha encargado el trabajo junto con uno de mis alumnos, es decir: vosotros, y como nadie se ha ofrecido voluntario he elegido un nombre al azar- mira el reloj un instante antes de continuar- espero que no tuvieras muchos planes, porque ha salido el tuyo Weber.

No me veo la cara pero estoy bastante segura de casi tengo la palabra incredibilidad tatuada en la frente.

En un momento de muy poca lucidez dejo que mis brazos se escurran y la cabeza caer sobre la mesa haciendo un estrepitoso ruido que resuena por toda la clase.

-Ay...-susurro mientras los demás se ríen de la gilipollez que acabo de hacer.

-En fin... quedan solo un par de minutos podéis ir recogiendo para largaros de aquí.

Cuando por fin suena la campana y la clase esta vacía guardo el par de cosas que tengo sobre el pupitre y me dirijo a la puerta. Me doy la vuelta para encontrar al profesor mirarme expectante, aun apoyado con toda la tranquilidad del mundo contra la pizarra.

-Acabaremos antes si empezamos antes, ¿no?- sin mediar palabra empezamos a caminar hacia el otro extremo del edificio, un 2 pisos más arriba.

-¿Has estado en la biblioteca antes?- pregunta mirándome de reojo. Yo niego en respuesta enseguida. Sé dónde está pero nunca me he acercado- deberías saber entonces que es completamente imposible acabar hoy, seguramente tardaremos toda la semana.

-Joe... esto no es justo- reclamo con el ceño fruncido antes de suspirar.

-Es lo que hay- responde igual de serio y con la misma desgana de siempre- y no me llames profe.

-Siii profesoor- canturreo mientras pongo en blanco los ojos. Al instante noto un manotazo fuerte en la nuca- ¡Ay! Eso es agresión

-Eres la menos indicada para quejarte de eso, te recuerdo que casi me rompes la nariz, y no fue sin querer- resoplo por lo que dice. Tiene razón, no puedo negarlo. Cuando llegamos a la biblioteca para mi sorpresa me abre la puerta- pasa anda.

-Gracias- digo algo incrédula. Me paro de golpe cuando veo todo lo que tengo delante. Es mucho más grande de lo que esperaba y el desorden es monumental- profe, esto no lo vamos a conseguir ordenar en la vida.

Le miro y solo se encoje de hombros de nuevo. Vuelvo a poner los ojos en blanco y camino hacia los pasillos para ver más de cerca el panorama.

-¿Para qué son los colores?- pregunto al fijarme enseguida que el dorso de los libros está forrado de diferentes colores.

-Para clasificarlos por tema- responde siguiendo mis pasos- debería haber una lista por algún lado, para saber qué color corresponde a que tema.

-Ah, pero eso hace el trabajo mucho más fácil, no tenemos que leer de que va cada libro- digo algo más animada.

-¿Cómo quieres hacerlo?- creo que esta tan perdido como yo.

-¿Y si separamos los libros por grupos en aquellas mesas?- señalo las mesas que hay a la derecha de las estanterías llenas de libros mezclados.