Si, profesor [Aizawa Shota]

Cap9

Aizawa

Cuando vuelvo los demás alumnos están hablando entre sí, menos Bakugo, que furioso crea explosiones sin control al aire. Ese crío necesita ayuda para controlar la ira, y con urgencia.

Espero impaciente a que Mei regrese y cuando por fin lo hace empiezo a caminar de vuelta hacia el edificio principal de la UA.

-La clase ha acabado, todos fuera. Weber, conmigo- le aviso sin detenerme- ahora.

Camino a paso rápido y puedo notar su presencia detrás de mí. Tengo demasiadas dudas sobre ella, y eso no me agrada ni un poco. Ya el primer dia hubo algún detalle que me dio mala impresión, pero lo de hoy ha sido otro nivel de desconcierto. Entro en la sala de profesores para coger las llaves e ir a una clase.

-Espera ahí- le indico antes de arrimar la puerta detrás de mi. cuando vuelvo a abrir me paro en seco al encontrarla justo en frente de mi. Ella me observa, algo desconcertada, y mi mirada se centra en su mejilla. Le levanto la cara agarrándole la barbilla y asi poder ver mejor la quemadura que le ha dejado Katsuki- eso te va a dejar marca si no vas a la enfermería.

La suelto de golpe y niego con la cabeza

Céntrate.

-¿Cuál es tu habilidad?- pregunto en cuanto entramos en un clase y cierro la puerta.

-El control del aire, sensei- responde sin demasiados miramientos.

-No me tomes por idiota- me agarro el puente de la nariz, irritado porque intente mentirme de nuevo- te he visto en la fuente con Bakugo. En cuanto no estaba a la vista al cerrar el puño, has hecho una explosión.

-¿Me ha seguido?- dice incrédula.

-No me cambies de tema niña, no te tengo tanta paciencia. Me estas mintiendo, a mí y a la escuela, que es peor aún. O me dices la verdad o me encargare personalmente de que te expulsen. Tus notas van bastante bien, pero todas las pruebas físicas las estás haciendo mal, hasta hoy. Con tu habilidad, por lo que he visto hace un rato deberías ser de las mejores de la clase y ni siquiera estas entre los 15 mejores de la clase. Sois 21. Dime la verdad, AHORA- le exijo acercándome a ella.

Baja la cabeza un momento y cierra los ojos con fuerza.

-Mi habilidad es el viento. Ha debido verme mal- dice unos segundos después al levantarla de nuevo y mirarme.

¿Está llorando? Joder...

-Eres demasiado débil para ser una heroína, no vales la pena y te lo dije el primer dia, no deberías estar en esta clase. Es más, no deberías estar en esta academia- le suelto pensándolo de verdad.

-¡Cállese!- me grita- usted no sabe nada sobre mí...

-Eres una mentirosa y...- siento un su puño golpearme en el lado derecho de la mandíbula interrumpiéndome, no lo he visto venir- ¡eres una infantil!

La agarro con las cintas por la cintura y la levanto varios centímetros poniéndola contra la pared.

-Te deberían expulsar por esto, ni siquiera sabes dar un golpe de manera apropiada.

Eso no es verdad. Me ha dado con bastante fuerza, y eso que ha utilizado la izquierda. Mei es diestra, en ese detalle ya me había fijado, y aun así es posible que me quede marca un par de días.

-¿Qué clase de héroe pretendes ser así, Mei?- me burlo de manera algo cruel de ella mientras le agarro la mano con la que me ha dado- ¿a qué villano pretendes derrotar?

Una luz me ciega de pronto y me tapo los ojos con la mano libre, gruñendo por la molestia que me causa. La libero por completo de las cintas. Se habría caído al suelo si no la tuviera agarrada. De pronto noto su mano sobre la mía y siento un escalofrió de lo más desagradable por todo el cuerpo haciendo que la suelte de inmediato. Recibo un puñetazo fuerte en la nariz y una ráfaga de aire muy potente me empuja volando hasta el otro extremo de la clase, haciéndome chocar contra la pared con la espalda.

-Agh...-me quejo.

Escucho las mesas moverse por el aula al mismo tiempo. Por suerte no me golpea ninguna.

Por fin consigo abrir los ojos.

Ya vale, es momento de acabar con esta tontería. Activo mi habilidad esperando que al instante todo ese revuelo se detenga, sin embargo no ocurre nada. ¿Qué narices está pasando? Ni siquiera puedo avanzar hacia ella con la fuerza del aire.

-¡Ya basta!- le grito al no poder ir hacia ella.

Pocos segundos después todo cesa y los papeles que volaban sin descanso por el aula caen al suelo lentamente. Observo mis manos, preocupado. Levanto la vista hacia Mei. Respira con fuerza y parece cansada. Puedo ver desde aquí el sudor caer por su frente.

-Déjeme tranquila- me dice enfadada, ya no está llorando- no es asunto suyo.

Su tono hace que la furia inunde mi mente de golpe.

Me acerco rápido hacia ella, que aun parece algo aturdida por el agotamiento, la empujo contra la pared inmovilizándola con las cintas y la acorralo contra esta con el cuerpo.

-¿¡Te crees graciosa!?- grito con mucha ira recorriendo cada parte de mi cuerpo- ¿¡qué coño acabas de hacerme!?

Noto como coge aire de golpe y abre mucho los ojos mirándome.

¿Me tiene miedo acaso? Hace un instante peleando no ha mostrado ni un ápice de temor...

Es un simple pestañeo me llama la atención algo sobre su cabeza, más que esos ojos grandes y sorprendidos con los que me observa.

-Eso son... ¿Orejas?- pregunto confundido por la situación de lo que ya lo estaba ante su expresión. Mis cintas dejan de hacer presión automáticamente al concertarme en ellas. Su cara se vuelve totalmente roja antes de que aparte sus ojos hacia el suelo.

-¡NO, no lo son!- se cubre con las manos y me empuja con el hombro para apartarme- no me mire.

Sale corriendo del aula y me sorprendo aún más (si era posible) al ver una cola asomar por debajo de su falda.

¿Por qué coño le han salido orejas y cola de gato de repente? ¿Que acaba de pasar? ¿Es porque la he asustado? ¿Me he pasado de la raya?

Noto algo cálido bajar por mi piel.

Mierda, me está sangrando la nariz, espero que no esté rota.

Miro a mi alrededor. La clase está destrozada. Ha hecho que todo volase por los aires y ha armado un verdadero desastre. Nunca había sido tan agresiva antes con su habilidad, me tenía inmovilizado y hasta era costoso respirar. Solo llevamos un par de semana sin hacer pruebas físicas. ¿Cómo ha mejorado tanto en 14 días?

La pizarra se ha partido al igual que varios de los pupitres. Levanto la cabeza y veo que una de las lámparas parpadea. Hay algo colgado de una de ellas, me acerco y lo hago caer con una de mis cintas.

-Un guante- susurro al agarrarlo. ¿Cuándo se lo ha quitado? Y, sobre todo, ¿Por qué?-¿Quién coño es esta niña?