Si, profesor [Aizawa Shota]

Cap25

Aizawa

Miro la dirección que tengo apuntada en el papel para asegurarme de que estoy en la casa correcta. Es pequeña, pero parece tranquila, y ese es un adjetivo que no me cuadra con Weber.

Despues de encontrarmela en el pasillo mientras hablaba por telefono me volvio a la mente su pelea con Bakugo, creo que no se dio cuenta pero mientras nos mirábamos una ligera corriente de aire se formo a su alrededor.

Tomé la decision de ir de una vez a su casa a preguntar, cuanto antes me lo quite de encima mas problemas con ella me evitaré.

Estaba totalmente decidido a ir esta mañana, seguro al 100% de cuales eran mis planes por la tarde, pero al verla salir de la academia de mal humor me han acabado surgiendo dudas, ¿sera un mal momento para ir? Quizás deberia hacerlo otro dia...

Ya estas delante de su puerta, no es momento de darse la vuelta e irse.

Me preparo mentalmente por si me abre ella, toco al timbre y espero unos segundos hasta que un señor alto y de pelo castaño me abre. Tiene los ojos de color avellana, del mismo color que Mei.

-Buenos tardes- hablo algo nervioso. Nunca me ha gustado hablar con los padres, y que sean los de Mei por alguna razon lo empeora aun mas, siento la necesidad de no caerles mal, ¿que coño me pasa?- ¿es usted el señor Weber?

-Así es. ¿y usted es...?

-Si, perdone. Soy Aizawa Shota, profesor de aula de su hija.

-Vaya, no le esperaba, pase- enseguida me cede el paso al interior de la vivienda muy amablemente- siéntese, traeré un poco de agua.

-Perdone que aparezca en su casa así de repente señor Weber- me disculpo mientras me siento en el sofá como me ha indicado hace un momento- pero quería comentar unas cosas sobre su hija.

Observo un poco a mi alrededor mientras el señor Weber regresa. La casa esta en silencio, calma absoluta. Hay varias estanterias llenas de libros a mi izquierda y algunas fotografias posadas delante.

-¿Tiene Mei algún problema en la academia?- me observa preocupado mientras él toma asiento también y sirve agua en unos vasos.

-Bueno, no exactamente...- miro un segundo hacia una de las estanterías viendo una foto de la familia- ¿esta su esposa? Me gustaría hablarlo con ambos.

Su rostro se vuelve serio por un segundo. ¿Estarán divorciados?

-Supongo que Mei no ha dicho nada- ríe triste y se mira las manos mientras juega con su alianza- mi esposa...

-Mi madre está muerta- me giro y Mei está de pie justo detrás de mí y no estoy seguro que expresa su cara- ¿a qué ha venido?

Sabia que no era buena idea venir hoy.

-Mei, bitte, er ist dein Lehrer* – le habla su padre en otro idioma. Alemán di no me equivoco.

-Tsk...como sea- enseguida vuelve a desaparecer por el pasillo.

-Lo siento, últimamente anda muy irascible, ya sabe como son- se disculpa el padre.

-No me pida perdón, ha sido culpa mía, no sabía lo de su esposa. Mi más sentido pésame- el señor Weber me sonríe con tristeza. Parece un hombre muy calmado.

-Lo tiene bastante reciente, no se lo tenga en cuenta.

-¿Puedo preguntar cuando ocurrió?- no quiero meterme demasiado donde no me llaman.

-Hace casi medio año. Nos mudamos aquí poco después porque Mei no quiso quedarse en EEUU, supongo que le era doloroso, y no iba a dejarla venir sola. Como yo había pasado unos años aquí cuando tenía más o menos la edad de mi hija teníamos la facilidad del idioma. Ya unos 5 años antes de mudarnos Mei se mostró interesada en el japonés y decidí ayudarla, por eso puede hablarlo bastante bien- responde mirando hacia la misma fotografía que he observado hace unos instantes- bueno, no quiero distraerle con estas cosas, ¿qué me iba a contar sobre mi hija?

Me sonríe de nuevo interesándose en mi conversación.

-Ah, sí. Me gustaría saber un poco sobre su habilidad y la de su esposa si no es molestia.

-¿Nuestras habilidades?- habla desconcertado- bueno, yo controlo el aire, pero nada muy espectacular.

Crea un pequeño remolino con una de sus manos. Como ha dicho, no es una habilidad poderosa.

-En cuanto a la madre de Mei, hacer crecer las plantas. Tenía una floristería preciosa, llena de plantas maravillosas.

No esperaba esa respuesta.

-¿Por qué tenía curiosidad en eso?- me pregunta- ¿es por las habilidades de mi hija?

A sí que no estaba equivocado, el aire no es su habilidad única. Asiento enseguida ante lo que acaba de decir. Él se ríe ligeramente.

-Sí, lo imagine. Verá, mi hija ha heredado ambas habilidades. Es poco común, yo me sorprendí a decir la verdad, sobre todo porque ambas las ha desarrollado con mucho más poder que nosotros. Si no me equivoco Mei solo puso viento en la solicitud de la academia. Desde la muerte de mi esposa no ha vuelto a utilizar su habilidad con las plantas, tampoco la culpo, todo ocurrio delante de sus ojos. Aunque si le ha llamado la atención el tema es porque quizás la ha vuelto a utilizar- una sonrisa esta vez sincera y alegre se dibuja en su cara, es evidente que tiene la esperanza de que le diga que si.

-Yo...- no quiero mentirle pero por lo que parece él tampoco va a darme la respuesta que buscaba- sí, era solo eso, no tiene por qué preocuparse. Tenia curiosidad sobre el tema, solo quería confirmarlo, se lo comunicare al director mañana a primera hora. Ademas, con lo que me ha contado me alegro de que haya sido así.

-Yo también- mira al pasillo que tengo detrás, la tristeza está grabada en sus ojos aunque su sonrisa indique otra cosa- mucho...

-No le molesto más- me pongo en pie y le ofrezco mi mano- ha sido un placer señor Weber.

***

Camino de vuelta hacia mi casa sin haber obtenido ninguna respuesta útil. ¿Habilidad relacionada con las plantas? Ni siquiera he visto que hiciera crecer una simple margarita.

-Estoy más perdido que antes...- susurro golpeando una pequeña piedra que esta sobre la acera.

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*por favor, es tu profesor